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Óscar Pérez Ventura
Diplomado en Estudios de Terrorismo por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Caracas y Especialista Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista, Insurgencia y Movimientos Radicales por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Analista Principal en Terrorismo Internacional en el Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa e investigador en el International Research Group for Conflict, Borderlands and Minorities (IRG-CBM).
Profesor en el Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE)
Los desafíos del terrorismo individual
La detención del marroquí Mohamed Echaabi de 22 años, el pasado 5 de abril en Valencia, ha vuelto a poner de manifiesto la existencia en nuestro país del terrorismo individual.
En los datos proporcionados por el Ministerio del Interior, Echaabi está acusado de estar supuestamente planeando atentar contra un alto cargo de nacionalidad árabe en España además de otros objetivos.
La investigación conjunta realizada por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Valencia, ha permitido constatar las intenciones del presunto yihadista de realizar acciones de acuerdo con la doctrina de la yihad global tanto en España como en otros países europeos. Para este fin, el detenido realizó presuntamente gestiones para adquirir armas de fuego y explosivos. Un hecho significativo fue su viaje en 2011 a la capital egipcia de El Cairo, con la intención de trasladarse a la franja de Gaza y atacar intereses israelíes, según las declaraciones de un testigo protegido.
Ante los logros de las fuerzas de seguridad que han desmantelado en los últimos años diversos complots de grupos yihadistas en Europa, el recurso del terrorismo individual supone una potencial herramienta en la lucha por la yihad global. Tanto la cúpula central de Al Qaeda como Al Qaeda en la Península Arábiga han alentado a sus seguidores en Europa y EEUU a actuar de manera individual. El promotor de esta idea en el yihadismo, fue el sirio-español, Mustafa Setmarian (alias Abu Musab Al Suri) que en su manifiesto llamado “Llamada a la resistencia islámica global” (publicada en internet en enero de 2005), animaba a que la siguiente fase de la yihad estuviese protagonizada por individuos y grupos independientes que atentasen por cuenta propia.
El término lobo solitario
Los medios de comunicación han utilizado la expresión lobo solitario hasta la saciedad. Este término da cierto aire “romántico” que no debe ser relacionado con individuos que cometen execrables actos de terrorismo. Expertos en la materia, sobre todo estadounidenses, abogan por la utilización de otras denominaciones como sustitución al manido vocablo de lobo solitario[1].
Una cuestión importante es si el detenido en esa última operación policial contra el yihadismo en nuestro país, era un verdadero lobo solitario o por el contrario tenía contactos con algún grupo conectado con el grupo terrorista Al Qaeda.
En el auto de prisión decretado el día 11, el juez de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez recalca que “el terrorismo yihadista ha evolucionado hacia un terrorismo de lobos solitarios, de terroristas independientes a los que Al Qaeda y sus filiales dejan libertad de acción respecto a la elección de las víctimas y objetivos, así como su forma de actuación”[2]. Analizando esta frase cabe preguntarse si realmente el detenido era un lobo solitario motivado por la ideología yihadista o si era un terrorista individual que sí tenía contacto con alguna estructura perteneciente a la red de Al Qaeda; ambos conceptos no son iguales, y difieren sustancialmente.
La expresión lobo solitario proviene de un término acuñado por los movimientos racistas y supremacistas blancos que como método de acción tiene claros precedentes en el terrorismo anarquista europeo, y del cual carece de una definición consensuada[3]. Una definición sencilla del término podría ser una “persona que actúa por su cuenta, sin órdenes ni conexiones con alguna organización”[4].
El caso no muy lejano del yihadista Mohamed Merah fue, en un principio, catalogado como un lobo solitario. En la posterior investigación policial parece que durante sus estancias en Pakistán y Afganistán, pudo haber entrado en contacto con algún elemento de Al Qaeda o de alguna de sus organizaciones colaboradoras en esa región. El hecho de que un individuo ejecute atentados como único autor material no necesariamente implica que se trate de un lobo solitario. Al menos si, como se entiende comúnmente esa denominación cuando es aplicada a terroristas, hace referencia a alguien que se desenvuelve al margen de grupo u organización alguna. Merah se catalogaría dentro de una serie de actos individuales de terrorismo perpetrados por una misma persona pero no un caso de lobo solitario[5].
Perfil del terrorista individual
Un reciente estudio del Centro Internacional para el Estudio del Terrorismo de la Universidad estadounidense de Pensilvania, arrojó siete conclusiones sobre los casos de terrorismo individual[6]:
1.- No existe un perfil uniforme de los terroristas individuales. De entre la muestra de 119 casos catalogados como terrorismo individual en el estudio, el único parámetro recurrente fue que eran varones. La edad oscilaba entre los 15 y 69 años. La mitad eran solteros, 24% estaban casados y el 22% estaban separados o divorciados. El 27% tenía hijos. El logro educativo varía; mientras que el 40% estaba desempleado en el momento del ataque terrorista o su detención, el 50% tenía trabajo y el 10% era estudiante. El 26% había servido en el ejército. Por último, el 41% tenía condenas penales anteriores, el 31% tenía un historial de problemas de salud mental y el 22% tenía antecedentes de consumo de sustancias estupefacientes.
2.- Los terroristas individuales habían mostrado actitudes de ideología extrema, así como opiniones y/o intenciones de cometer actos de violencia. En el 64% de los casos, la familia y los amigos estaban al tanto de la intención de realizar una actividad relacionada con el terrorismo debido a que el individuo lo advirtió verbalmente. Este hallazgo sugiere por tanto que los amigos y la familia pueden jugar un papel importante en la detección temprana y la prevención de los complots. En el 58% de los casos, otras personas poseían información específica sobre la investigación del terrorista individual, o sobre la planificación y/o preparación antes del hecho terrorista en sí. Finalmente, en la mayoría (59%) de los casos, el delincuente presentó cartas o declaraciones públicas antes del evento terrorista con el fin de mostrar sus creencias (pero no sus intenciones violentas).
3.- Una amplia gama de actividades y experiencias precedieron a los complots de los terroristas individuales. La mitad de la muestra había cambiado de dirección al menos cinco años antes de la planificación del acto terrorista. El 40% estaban en el paro, el 27% habían perdido sus puestos de trabajo dentro de los seis meses anteriores, y otro 16% entre siete y doce meses antes del evento terrorista. El 25% experimentó problemas financieros. El 33% habían sufrido un elevado nivel de estrés debido a un número de razones. El 15% había experimentado un acto de injusticia y el 14% había sido víctima de un asalto verbal o físico. Una 20% de la muestra se había convertido a una religión antes de participar o ser detenido antes de realizar el acto terrorista. El 13% había incrementado notablemente sus actividades físicas y excursiones al aire libre.
4.- No todos los terroristas individuales estaban aislados socialmente. Más de una cuarta parte de la muestra (27%) adoptó su ideología radical cuando vivían fuera de su lugar habitual de residencia. El 37% vivía solo en el momento de su planificación y/o ejecución del acto terrorista, y el 53% se caracterizaba por ser un individuo socialmente aislado.
5.- Los terroristas individuales se relacionaron con grupos de presión, movimientos sociales y organizaciones terroristas. Aproximadamente un tercio de la muestra se había unido recientemente a un grupo más amplio, organización o movimiento que se dedicaba a actividades políticas. Poco menos de la mitad (48%) interactuaron cara a cara con los miembros de una red más amplia de activistas políticos, y el 35% lo hizo de forma virtual. Un 17% buscó la legitimación de los líderes religiosos, políticos, sociales o cívicos antes del acto terroristas que tenía previsto cometer. Por otro lado, en aproximadamente un tercio de los casos (35%), el terrorista individual había tratado de reclutar a otros o forman un grupo. En el 24% de los casos, otras personas se involucraron en la adquisición de armamento o tecnología que se utilizó (o cuya utilización estaba prevista) para el acto terrorista, si bien no participaron directamente en la acción violenta. En el 13% de los casos, otras personas ayudaron al terrorista individual a confeccionar un artefacto explosivo.
6.- Las acciones violentas del terrorista individual eran raramente súbitas e impulsivas. Aproximadamente una quinta parte de la muestra (21%) recibieron algún tipo de formación operativa, mientras que el 46% aprendió a través de fuentes virtuales. En la mitad de los casos, los investigadores encontraron pruebas de la fabricación de bombas en el inmueble del terrorista.
7.- Existen diferencias entre los distintos subgrupos ideológicos dentro de los terroristas individuales. Los terroristas individuales de origen yihadista eran mayoritariamente más jóvenes y tenían más probabilidades de ser estudiantes, buscaban la legitimación en la figura de una autoridad religiosa, aprendían a través de fuentes virtuales y eran menos propensos a tener antecedentes penales. Los terroristas individuales relacionados con la extrema derecha tenían más probabilidades de estar desempleados y menos probabilidades de tener alguna experiencia universitaria, hacían declaraciones verbales a sus amigos y familiares acerca de su intención o de sus creencias y buscaban ayuda en la obtención de armamento y/o explosivos.
Conclusiones
Analistas y expertos en terrorismo yihadista, coinciden que el terrorismo individual o aparentemente individual constituye, una nueva tendencia en Europa. Pero esto no anula la opción de la acción grupal u organizada, que sigue siendo la más frecuente y peligrosa. De lo que se puede hablar es de una diversificación creciente de la amenaza representada por el terrorismo yihadista, de su modus operandi y de sus pautas de organización y actuación[7].
Hay incluso analistas que llegan más allá y elucubran un aumento significativo de estos terroristas individuales, sobre todo de carácter yihadista, para los próximos años[8].
La gran ventaja del terrorista individual reside precisamente en su solitaria concepción de cometer una acción violenta por sus propios medios. Al no relacionarse con otros actores o hacerlo mínimamente, reduce de manera considerable las posibilidades de que las fuerzas de seguridad descubran sus planes. Sin embargo, también es su debilidad, ya que en la gran mayoría de los casos han tenido que ser autosuficientes en su entrenamiento lo que les hace menos letales a la hora de cometer algún tipo de atentado.
Desgraciadamente, tenemos casos como el de Anders Breivik, que demostró que con ciertos recursos, preparación y una motivación suficientes, se puede lograr una acción terrorista de gran calado[9].
Notas
[1] Uno de estos expertos en terrorismo es Bruce RIEDEL, que comentó este necesario cambio de denominación en su ponencia “Al Qaeda contraataca (otra vez)” en la XI edición del Seminario Permanente de Estudios de Terrorismo de la Fundación Ortega-Marañón, “Terrorismo Global: continuidad y cambio”, Madrid, 13 de noviembre de 2012.
[2] DUVA, J.: “Prisión para el presunto “lobo solitario” islamista acusado de planear atentados”, El País, 12 de febrero de 2013. http://politica.elpais.com/politica/2013/02/11/actualidad/1360609163_040009.html
[3] BLANCO, J.M.: “El concepto de lobo solitario”, Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa, 21 de agosto de 2012. http://observatorio.cisde.es/?p=2019
[4] BURTON, F. y STEWART, S.: “The 'Lone Wolf' Disconnect”, Stratfor, 30 de enero de 2008. http://www.stratfor.com/weekly/lone_wolf_disconnect
[5] REINARES, F.: “¿Un lobo solitario?”, El País, 21 de marzo de 2012. http://internacional.elpais.com/internacional/2012/03/21/actualidad/1332349451_137202.html
[6] GILL, P.: “Seven Findings on Lone-Actor Terrorists”, Extremis Project, 6 de febrero de 2013. http://extremisproject.org/2013/02/seven-findings-on-lone-actor-terrorists/
[7] DE LA CORTE, L., en una entrevista realizada por el autor para el Nuevo Observatorio de las Fuerzas Armadas y Reserva Militar, 2 de mayo de 2012. http://www.observatoriomilitar.es/articulo.asp?pagina=index.asp&seccion=33&titulo=%27El+terrorismo+individual+o+aparentemente+individual+constituye+una+nueva+tendencia%27&id=3337
[8] SAGEMAN, M.: “Confronting al-Qaeda: Understanding the Threat in Afghanistan and Beyond”, Testimony to the Senate Foreign Relations Committee Washington DC, 7 de octubre de 2009, p. 8.
[9] Se puede consultar un análisis sobre este terrorista individual noruego en JORDÁN, J.: “Anders Behring Breivik: algunas consideraciones sobre la figura del ‘lobo solitario’ terrorista”, Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI), 5 de agosto de 2011.
Fuente: Grupode Estudios Estratégicos
Fecha: 2013-02-25
Diplomado en Estudios de Terrorismo por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Caracas y Especialista Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista, Insurgencia y Movimientos Radicales por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Analista Principal en Terrorismo Internacional en el Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa e investigador en el International Research Group for Conflict, Borderlands and Minorities (IRG-CBM).
Profesor en el Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE)
Los desafíos del terrorismo individual
La detención del marroquí Mohamed Echaabi de 22 años, el pasado 5 de abril en Valencia, ha vuelto a poner de manifiesto la existencia en nuestro país del terrorismo individual.
En los datos proporcionados por el Ministerio del Interior, Echaabi está acusado de estar supuestamente planeando atentar contra un alto cargo de nacionalidad árabe en España además de otros objetivos.
La investigación conjunta realizada por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Valencia, ha permitido constatar las intenciones del presunto yihadista de realizar acciones de acuerdo con la doctrina de la yihad global tanto en España como en otros países europeos. Para este fin, el detenido realizó presuntamente gestiones para adquirir armas de fuego y explosivos. Un hecho significativo fue su viaje en 2011 a la capital egipcia de El Cairo, con la intención de trasladarse a la franja de Gaza y atacar intereses israelíes, según las declaraciones de un testigo protegido.
Ante los logros de las fuerzas de seguridad que han desmantelado en los últimos años diversos complots de grupos yihadistas en Europa, el recurso del terrorismo individual supone una potencial herramienta en la lucha por la yihad global. Tanto la cúpula central de Al Qaeda como Al Qaeda en la Península Arábiga han alentado a sus seguidores en Europa y EEUU a actuar de manera individual. El promotor de esta idea en el yihadismo, fue el sirio-español, Mustafa Setmarian (alias Abu Musab Al Suri) que en su manifiesto llamado “Llamada a la resistencia islámica global” (publicada en internet en enero de 2005), animaba a que la siguiente fase de la yihad estuviese protagonizada por individuos y grupos independientes que atentasen por cuenta propia.
El término lobo solitario
Los medios de comunicación han utilizado la expresión lobo solitario hasta la saciedad. Este término da cierto aire “romántico” que no debe ser relacionado con individuos que cometen execrables actos de terrorismo. Expertos en la materia, sobre todo estadounidenses, abogan por la utilización de otras denominaciones como sustitución al manido vocablo de lobo solitario[1].
Una cuestión importante es si el detenido en esa última operación policial contra el yihadismo en nuestro país, era un verdadero lobo solitario o por el contrario tenía contactos con algún grupo conectado con el grupo terrorista Al Qaeda.
En el auto de prisión decretado el día 11, el juez de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez recalca que “el terrorismo yihadista ha evolucionado hacia un terrorismo de lobos solitarios, de terroristas independientes a los que Al Qaeda y sus filiales dejan libertad de acción respecto a la elección de las víctimas y objetivos, así como su forma de actuación”[2]. Analizando esta frase cabe preguntarse si realmente el detenido era un lobo solitario motivado por la ideología yihadista o si era un terrorista individual que sí tenía contacto con alguna estructura perteneciente a la red de Al Qaeda; ambos conceptos no son iguales, y difieren sustancialmente.
La expresión lobo solitario proviene de un término acuñado por los movimientos racistas y supremacistas blancos que como método de acción tiene claros precedentes en el terrorismo anarquista europeo, y del cual carece de una definición consensuada[3]. Una definición sencilla del término podría ser una “persona que actúa por su cuenta, sin órdenes ni conexiones con alguna organización”[4].
El caso no muy lejano del yihadista Mohamed Merah fue, en un principio, catalogado como un lobo solitario. En la posterior investigación policial parece que durante sus estancias en Pakistán y Afganistán, pudo haber entrado en contacto con algún elemento de Al Qaeda o de alguna de sus organizaciones colaboradoras en esa región. El hecho de que un individuo ejecute atentados como único autor material no necesariamente implica que se trate de un lobo solitario. Al menos si, como se entiende comúnmente esa denominación cuando es aplicada a terroristas, hace referencia a alguien que se desenvuelve al margen de grupo u organización alguna. Merah se catalogaría dentro de una serie de actos individuales de terrorismo perpetrados por una misma persona pero no un caso de lobo solitario[5].
Perfil del terrorista individual
Un reciente estudio del Centro Internacional para el Estudio del Terrorismo de la Universidad estadounidense de Pensilvania, arrojó siete conclusiones sobre los casos de terrorismo individual[6]:
1.- No existe un perfil uniforme de los terroristas individuales. De entre la muestra de 119 casos catalogados como terrorismo individual en el estudio, el único parámetro recurrente fue que eran varones. La edad oscilaba entre los 15 y 69 años. La mitad eran solteros, 24% estaban casados y el 22% estaban separados o divorciados. El 27% tenía hijos. El logro educativo varía; mientras que el 40% estaba desempleado en el momento del ataque terrorista o su detención, el 50% tenía trabajo y el 10% era estudiante. El 26% había servido en el ejército. Por último, el 41% tenía condenas penales anteriores, el 31% tenía un historial de problemas de salud mental y el 22% tenía antecedentes de consumo de sustancias estupefacientes.
2.- Los terroristas individuales habían mostrado actitudes de ideología extrema, así como opiniones y/o intenciones de cometer actos de violencia. En el 64% de los casos, la familia y los amigos estaban al tanto de la intención de realizar una actividad relacionada con el terrorismo debido a que el individuo lo advirtió verbalmente. Este hallazgo sugiere por tanto que los amigos y la familia pueden jugar un papel importante en la detección temprana y la prevención de los complots. En el 58% de los casos, otras personas poseían información específica sobre la investigación del terrorista individual, o sobre la planificación y/o preparación antes del hecho terrorista en sí. Finalmente, en la mayoría (59%) de los casos, el delincuente presentó cartas o declaraciones públicas antes del evento terrorista con el fin de mostrar sus creencias (pero no sus intenciones violentas).
3.- Una amplia gama de actividades y experiencias precedieron a los complots de los terroristas individuales. La mitad de la muestra había cambiado de dirección al menos cinco años antes de la planificación del acto terrorista. El 40% estaban en el paro, el 27% habían perdido sus puestos de trabajo dentro de los seis meses anteriores, y otro 16% entre siete y doce meses antes del evento terrorista. El 25% experimentó problemas financieros. El 33% habían sufrido un elevado nivel de estrés debido a un número de razones. El 15% había experimentado un acto de injusticia y el 14% había sido víctima de un asalto verbal o físico. Una 20% de la muestra se había convertido a una religión antes de participar o ser detenido antes de realizar el acto terrorista. El 13% había incrementado notablemente sus actividades físicas y excursiones al aire libre.
4.- No todos los terroristas individuales estaban aislados socialmente. Más de una cuarta parte de la muestra (27%) adoptó su ideología radical cuando vivían fuera de su lugar habitual de residencia. El 37% vivía solo en el momento de su planificación y/o ejecución del acto terrorista, y el 53% se caracterizaba por ser un individuo socialmente aislado.
5.- Los terroristas individuales se relacionaron con grupos de presión, movimientos sociales y organizaciones terroristas. Aproximadamente un tercio de la muestra se había unido recientemente a un grupo más amplio, organización o movimiento que se dedicaba a actividades políticas. Poco menos de la mitad (48%) interactuaron cara a cara con los miembros de una red más amplia de activistas políticos, y el 35% lo hizo de forma virtual. Un 17% buscó la legitimación de los líderes religiosos, políticos, sociales o cívicos antes del acto terroristas que tenía previsto cometer. Por otro lado, en aproximadamente un tercio de los casos (35%), el terrorista individual había tratado de reclutar a otros o forman un grupo. En el 24% de los casos, otras personas se involucraron en la adquisición de armamento o tecnología que se utilizó (o cuya utilización estaba prevista) para el acto terrorista, si bien no participaron directamente en la acción violenta. En el 13% de los casos, otras personas ayudaron al terrorista individual a confeccionar un artefacto explosivo.
6.- Las acciones violentas del terrorista individual eran raramente súbitas e impulsivas. Aproximadamente una quinta parte de la muestra (21%) recibieron algún tipo de formación operativa, mientras que el 46% aprendió a través de fuentes virtuales. En la mitad de los casos, los investigadores encontraron pruebas de la fabricación de bombas en el inmueble del terrorista.
7.- Existen diferencias entre los distintos subgrupos ideológicos dentro de los terroristas individuales. Los terroristas individuales de origen yihadista eran mayoritariamente más jóvenes y tenían más probabilidades de ser estudiantes, buscaban la legitimación en la figura de una autoridad religiosa, aprendían a través de fuentes virtuales y eran menos propensos a tener antecedentes penales. Los terroristas individuales relacionados con la extrema derecha tenían más probabilidades de estar desempleados y menos probabilidades de tener alguna experiencia universitaria, hacían declaraciones verbales a sus amigos y familiares acerca de su intención o de sus creencias y buscaban ayuda en la obtención de armamento y/o explosivos.
Conclusiones
Analistas y expertos en terrorismo yihadista, coinciden que el terrorismo individual o aparentemente individual constituye, una nueva tendencia en Europa. Pero esto no anula la opción de la acción grupal u organizada, que sigue siendo la más frecuente y peligrosa. De lo que se puede hablar es de una diversificación creciente de la amenaza representada por el terrorismo yihadista, de su modus operandi y de sus pautas de organización y actuación[7].
Hay incluso analistas que llegan más allá y elucubran un aumento significativo de estos terroristas individuales, sobre todo de carácter yihadista, para los próximos años[8].
La gran ventaja del terrorista individual reside precisamente en su solitaria concepción de cometer una acción violenta por sus propios medios. Al no relacionarse con otros actores o hacerlo mínimamente, reduce de manera considerable las posibilidades de que las fuerzas de seguridad descubran sus planes. Sin embargo, también es su debilidad, ya que en la gran mayoría de los casos han tenido que ser autosuficientes en su entrenamiento lo que les hace menos letales a la hora de cometer algún tipo de atentado.
Desgraciadamente, tenemos casos como el de Anders Breivik, que demostró que con ciertos recursos, preparación y una motivación suficientes, se puede lograr una acción terrorista de gran calado[9].
Notas
[1] Uno de estos expertos en terrorismo es Bruce RIEDEL, que comentó este necesario cambio de denominación en su ponencia “Al Qaeda contraataca (otra vez)” en la XI edición del Seminario Permanente de Estudios de Terrorismo de la Fundación Ortega-Marañón, “Terrorismo Global: continuidad y cambio”, Madrid, 13 de noviembre de 2012.
[2] DUVA, J.: “Prisión para el presunto “lobo solitario” islamista acusado de planear atentados”, El País, 12 de febrero de 2013. http://politica.elpais.com/politica/2013/02/11/actualidad/1360609163_040009.html
[3] BLANCO, J.M.: “El concepto de lobo solitario”, Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa, 21 de agosto de 2012. http://observatorio.cisde.es/?p=2019
[4] BURTON, F. y STEWART, S.: “The 'Lone Wolf' Disconnect”, Stratfor, 30 de enero de 2008. http://www.stratfor.com/weekly/lone_wolf_disconnect
[5] REINARES, F.: “¿Un lobo solitario?”, El País, 21 de marzo de 2012. http://internacional.elpais.com/internacional/2012/03/21/actualidad/1332349451_137202.html
[6] GILL, P.: “Seven Findings on Lone-Actor Terrorists”, Extremis Project, 6 de febrero de 2013. http://extremisproject.org/2013/02/seven-findings-on-lone-actor-terrorists/
[7] DE LA CORTE, L., en una entrevista realizada por el autor para el Nuevo Observatorio de las Fuerzas Armadas y Reserva Militar, 2 de mayo de 2012. http://www.observatoriomilitar.es/articulo.asp?pagina=index.asp&seccion=33&titulo=%27El+terrorismo+individual+o+aparentemente+individual+constituye+una+nueva+tendencia%27&id=3337
[8] SAGEMAN, M.: “Confronting al-Qaeda: Understanding the Threat in Afghanistan and Beyond”, Testimony to the Senate Foreign Relations Committee Washington DC, 7 de octubre de 2009, p. 8.
[9] Se puede consultar un análisis sobre este terrorista individual noruego en JORDÁN, J.: “Anders Behring Breivik: algunas consideraciones sobre la figura del ‘lobo solitario’ terrorista”, Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI), 5 de agosto de 2011.
Fuente: Grupode Estudios Estratégicos
Fecha: 2013-02-25
