Fallece de un infarto Manuel Preciado
El que fuera técnico el Sporting se encontraba en un hotel de Valencia, desde el que hoy iba a viajar a Villarreal para ser presentado como nuevo entrenador.
Las banderas de Mareo ondean a media asta
Manuel Preciado falleció esta madrugada, víctima de un ataque al corazón. El carismático técnico de Astillero, de 54 años, y que ha dirigido al Sporting en las últimas cinco temporadas y media, en una etapa inolvidable para el club, iba a ser presentado hoy ante los medios como nuevo entrenador del Villarreal, un proyecto en el que iba a contar con Josep Alcácer y con Gerardo Ruiz.
El cántabro, de 54 años, estaba pasando unos días de descanso en una localidad costera muy próxima a Valencia, donde reside su esposa, y había aprovechado para negociar su fichaje por el Villarreal, anunciado ayer por la tarde.
Fuentes policiales han explicado que el fallecimiento se produjo en un domicilio de un complejo residencial cercano a la playa de El Perelló, así como que tanto los policías locales como la ambulancia desplazados hasta allí no pudieron hacer nada por reanimarle.
El Sporting colocó este mediodía la enorme bandera que se alza ante las oficinas de Mareo a media asta en señal de duelo por el inesperado fallecimiento de Manuel Preciado. La entidad tiene previsto hacer público un comunicado por la pérdida del carismático preparador montañés.
La vida de Preciado ha estado siempre marcada por la tragedia. Su anterior mujer, Puri, falleció de un cáncer en 2002 y su hijo, Raúl, en un accidente de tráfico en 2004. Posteriormente, ya en la segunda parte de la temporada 2010-2011, su padre fallecía víctima en otro desafortunado accidente. Pese a ello, siempre ha mirado con optimismo la vida: "Tengo la mente muy abierta y clara. Detrás de los que se han ido, a los que lloro muchos días, hay otros que están, como mi hijo, mi hermana, mi madre... Sería un cabrón, entre comillas, si no diera todo lo que doy. A veces me lo como, pero yo sufro como cualquier ser humano, aunque no vale de nada. Me lamento. Me digo: ¿por qué? Pero hay muchos detrás y a mi lado, y sólo por ellos tengo que tirar para adelante como un campeón".
Manuel Preciado, que dirigió su último partido con el conjunto rojiblanco frente al Málaga en El Molinón, un encuentro que se saldó con victoria para los gijoneses (2-1), la última antes de su destitución, tuvo que dejar su cargo tras la contundente derrota en Anoeta (5-1). No pudo despedirse en el césped, como le hubiera gustado, aunque tuvo la oportunidad de hacerlo en el interior de El Molinón, en una mediática rueda de prensa. Atrás, en un largo camino, dejó cinco temporadas y media, con un inolvidable ascenso a Primera tras diez años en Segunda, y 232 partidos oficiales como entrenador del primer equipo rojiblanco.
Gerardo Ruiz, el popular preparador físico gijonés, iba a ser su preparados físico. Se había despedido ayer después de 17 años en el Sporting. Ayer expresaba a Preciado haber contado con él en esta nueva andadura: «Le estoy agradecido y espero ayudarle. Es curioso. Él (Preciado) siempre me decía que iba a ser muy fastidiado sacarme de Gijón», bromeaba.
Considerado uno de los entrenadores más carismáticos del fútbol español, Manolo Preciado se había granjeado el cariño de aficionados, profesionales del fútbol y medios de comunicación por su cercanía, su temperamento y su afabilidad. Fe de ello dan las numerosa muestras de cariño y condolencia expresadas por personas de todos los estamentos. Desde personas anónimas que a través de las redes sociales expresan su pesar por la pérdida como colegas de profesión, políticos y periodistas. Preciado se va dejando una gran huella que trasciende al mundo del fútbol.
El que fuera técnico el Sporting se encontraba en un hotel de Valencia, desde el que hoy iba a viajar a Villarreal para ser presentado como nuevo entrenador.
Las banderas de Mareo ondean a media asta
Manuel Preciado falleció esta madrugada, víctima de un ataque al corazón. El carismático técnico de Astillero, de 54 años, y que ha dirigido al Sporting en las últimas cinco temporadas y media, en una etapa inolvidable para el club, iba a ser presentado hoy ante los medios como nuevo entrenador del Villarreal, un proyecto en el que iba a contar con Josep Alcácer y con Gerardo Ruiz.
El cántabro, de 54 años, estaba pasando unos días de descanso en una localidad costera muy próxima a Valencia, donde reside su esposa, y había aprovechado para negociar su fichaje por el Villarreal, anunciado ayer por la tarde.
Fuentes policiales han explicado que el fallecimiento se produjo en un domicilio de un complejo residencial cercano a la playa de El Perelló, así como que tanto los policías locales como la ambulancia desplazados hasta allí no pudieron hacer nada por reanimarle.
El Sporting colocó este mediodía la enorme bandera que se alza ante las oficinas de Mareo a media asta en señal de duelo por el inesperado fallecimiento de Manuel Preciado. La entidad tiene previsto hacer público un comunicado por la pérdida del carismático preparador montañés.
La vida de Preciado ha estado siempre marcada por la tragedia. Su anterior mujer, Puri, falleció de un cáncer en 2002 y su hijo, Raúl, en un accidente de tráfico en 2004. Posteriormente, ya en la segunda parte de la temporada 2010-2011, su padre fallecía víctima en otro desafortunado accidente. Pese a ello, siempre ha mirado con optimismo la vida: "Tengo la mente muy abierta y clara. Detrás de los que se han ido, a los que lloro muchos días, hay otros que están, como mi hijo, mi hermana, mi madre... Sería un cabrón, entre comillas, si no diera todo lo que doy. A veces me lo como, pero yo sufro como cualquier ser humano, aunque no vale de nada. Me lamento. Me digo: ¿por qué? Pero hay muchos detrás y a mi lado, y sólo por ellos tengo que tirar para adelante como un campeón".
Manuel Preciado, que dirigió su último partido con el conjunto rojiblanco frente al Málaga en El Molinón, un encuentro que se saldó con victoria para los gijoneses (2-1), la última antes de su destitución, tuvo que dejar su cargo tras la contundente derrota en Anoeta (5-1). No pudo despedirse en el césped, como le hubiera gustado, aunque tuvo la oportunidad de hacerlo en el interior de El Molinón, en una mediática rueda de prensa. Atrás, en un largo camino, dejó cinco temporadas y media, con un inolvidable ascenso a Primera tras diez años en Segunda, y 232 partidos oficiales como entrenador del primer equipo rojiblanco.
Gerardo Ruiz, el popular preparador físico gijonés, iba a ser su preparados físico. Se había despedido ayer después de 17 años en el Sporting. Ayer expresaba a Preciado haber contado con él en esta nueva andadura: «Le estoy agradecido y espero ayudarle. Es curioso. Él (Preciado) siempre me decía que iba a ser muy fastidiado sacarme de Gijón», bromeaba.
Considerado uno de los entrenadores más carismáticos del fútbol español, Manolo Preciado se había granjeado el cariño de aficionados, profesionales del fútbol y medios de comunicación por su cercanía, su temperamento y su afabilidad. Fe de ello dan las numerosa muestras de cariño y condolencia expresadas por personas de todos los estamentos. Desde personas anónimas que a través de las redes sociales expresan su pesar por la pérdida como colegas de profesión, políticos y periodistas. Preciado se va dejando una gran huella que trasciende al mundo del fútbol.