Tres terroristas de Al Qaida planean una matanza en el aniversario del 11-S
Una conversación interceptada en una zona tribal de Pakistán desvela que pensaban colocar dos coches bomba
EMILI J. BLASCO / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
Día 10/09/2011
ABC
El puertorriqueño William Rodríguez fue el último que salió con vida de las Torres Gemelas
Los registros y controles volvieron ayer a las calles de Washington y Nueva York, cuando se cumplen diez años del 11-S, en un esfuerzo contra reloj de las fuerzas de seguridad por desbaratar un posible atentado de Al Qaida, en una amenaza que se estima «creíble». La alarma procede de la intercepción de una conversación de un operativo de la organización terrorista en la zona tribal de Pakistán fronteriza con Afganistán, en la que se mencionan los preparativos del ataque.
De acuerdo con lo trascendido, el atentado involucraría a tres terroristas, uno de ellos de nacionalidad estadounidense. El comando colocaría un coche o camión bomba en Nueva York o Washington, en alguna de sus calles céntricas o bien en puentes o túneles, quizá mañana durante las conmemoraciones del décimo aniversario de la matanza del 11 de septiembre de 2001. La Casa Blanca ha decidido redoblar las medidas de seguridad, pero ha pedido que se mantengan todos los actos previstos para el fin de semana.
Las autoridades antiterroristas norteamericanas consideran «creíble» la amenaza porque en otras ocasiones los mensajes escuchados a ese mismo dirigente de Al Qaida se han demostrado ciertos. No obstante, los servicios de inteligencia de EE.UU. no han podido captar referencias a ese plan en conversaciones interceptadas a otros cabecillas de la organización terrorista, de ahí que también se hable de amenaza «no confirmada», lo que no quiere decir que el riesgo no sea alto.
El presidente Barack Obama fue informado el jueves de la existencia de esa información y dada su verosimilitud decidió que fuera comunicada a la población. La Casa Blanca ha ordenado reforzar las medidas de seguridad, que ya eran altas en cualquier caso, ante los actos de este fin de semana. Entre el material en posesión de Bin Laden encontrado en su escondite, había diversas referencias del líder de Al Qaida a la conveniencia de un gran atentado en Estados Unidos coincidiendo con el décimo aniversario del 11-S.
Por ello, el Pentágono ya había ordenado a todas su bases en el resto del mundo que estén especialmente vigilantes estos días. La Secretaría de Estado, por su parte, ha aconsejado a los norteamericanos que residen en el extranjero o que viajen fuera de EE.UU. que extremen sus precauciones. «Nos lo estamos tomando muy en serio porque del material quitado a Bin Laden sabemos que Al Qaida está determinada a atacar con ocasión de este aniversario», dijo Hillary Clinton. «Es lo suficientemente serio —agregó la secretaria de Estado— como para que hayamos hecho un comunicado público»
Ante todo, normalidad
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, llamó a todos los ciudadanos a comunicar a la Policía cualquier cosa que crean sospechosa, pero al mismo tiempo pidió que nadie deje de hacer vida normal. «En los próximos tres días todos tenemos que tener los ojos bien abiertos, pero no hay razón para que cambiemos nuestra rutina diaria», declaró. Y predicó con el ejemplo: «Mañana por la mañana voy a tomar el metro». Por su parte, el alcalde de Washington, Vincent Grey, confirmó que los actos convocados mantienen su horario.
Al margen de esta amenaza concreta, el riesgo de EE.UU. de ser objeto de un nuevo atentado terrorista «sigue siendo alto», de acuerdo con el anterior vicepresidente norteamericana, Dick Cheney. «Cuando se cumplen diez años del 11-S creo que ese riesgo sigue estando ahí, es muy real», indicó en un coloquio en el que narró cómo vivió aquella jornada, en la que por unas horas estuvo al frente de la Casa Blanca mientras George Bush volaba en el Air Force One. Para Cheney la gran amenaza es que parte del potencial nuclear de Corea del Norte pueda caer en manos de Al Qaida.
Aunque el décimo aniversario del 11-S llega en el momento en que Obama da un giro a la política exterior —las retiradas de Irak y Afganistán y la muerte de Bin Laden permiten comenzar a pasar página a diez años de guerra contra el terrorismo— no por ello la Casa Blanca deja de prestar atención al terrorismo internacional. Precisamente Obama anunció ayer la constitución este mes, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Foro Global Antiterrorista, una iniciativa estadounidense que tiene treinta países como miembros fundadores, entre ellos España. El Foro, «basado en el recocimiento de que Estados Unidos no puede eliminar solo todos los terroristas u organizaciones terroristas», será una entidad informal que inicialmente estará copresidida por EE.UU. y Turquía.
Una conversación interceptada en una zona tribal de Pakistán desvela que pensaban colocar dos coches bomba
EMILI J. BLASCO / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
Día 10/09/2011
ABC
El puertorriqueño William Rodríguez fue el último que salió con vida de las Torres Gemelas
Los registros y controles volvieron ayer a las calles de Washington y Nueva York, cuando se cumplen diez años del 11-S, en un esfuerzo contra reloj de las fuerzas de seguridad por desbaratar un posible atentado de Al Qaida, en una amenaza que se estima «creíble». La alarma procede de la intercepción de una conversación de un operativo de la organización terrorista en la zona tribal de Pakistán fronteriza con Afganistán, en la que se mencionan los preparativos del ataque.
De acuerdo con lo trascendido, el atentado involucraría a tres terroristas, uno de ellos de nacionalidad estadounidense. El comando colocaría un coche o camión bomba en Nueva York o Washington, en alguna de sus calles céntricas o bien en puentes o túneles, quizá mañana durante las conmemoraciones del décimo aniversario de la matanza del 11 de septiembre de 2001. La Casa Blanca ha decidido redoblar las medidas de seguridad, pero ha pedido que se mantengan todos los actos previstos para el fin de semana.
Las autoridades antiterroristas norteamericanas consideran «creíble» la amenaza porque en otras ocasiones los mensajes escuchados a ese mismo dirigente de Al Qaida se han demostrado ciertos. No obstante, los servicios de inteligencia de EE.UU. no han podido captar referencias a ese plan en conversaciones interceptadas a otros cabecillas de la organización terrorista, de ahí que también se hable de amenaza «no confirmada», lo que no quiere decir que el riesgo no sea alto.
El presidente Barack Obama fue informado el jueves de la existencia de esa información y dada su verosimilitud decidió que fuera comunicada a la población. La Casa Blanca ha ordenado reforzar las medidas de seguridad, que ya eran altas en cualquier caso, ante los actos de este fin de semana. Entre el material en posesión de Bin Laden encontrado en su escondite, había diversas referencias del líder de Al Qaida a la conveniencia de un gran atentado en Estados Unidos coincidiendo con el décimo aniversario del 11-S.
Por ello, el Pentágono ya había ordenado a todas su bases en el resto del mundo que estén especialmente vigilantes estos días. La Secretaría de Estado, por su parte, ha aconsejado a los norteamericanos que residen en el extranjero o que viajen fuera de EE.UU. que extremen sus precauciones. «Nos lo estamos tomando muy en serio porque del material quitado a Bin Laden sabemos que Al Qaida está determinada a atacar con ocasión de este aniversario», dijo Hillary Clinton. «Es lo suficientemente serio —agregó la secretaria de Estado— como para que hayamos hecho un comunicado público»
Ante todo, normalidad
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, llamó a todos los ciudadanos a comunicar a la Policía cualquier cosa que crean sospechosa, pero al mismo tiempo pidió que nadie deje de hacer vida normal. «En los próximos tres días todos tenemos que tener los ojos bien abiertos, pero no hay razón para que cambiemos nuestra rutina diaria», declaró. Y predicó con el ejemplo: «Mañana por la mañana voy a tomar el metro». Por su parte, el alcalde de Washington, Vincent Grey, confirmó que los actos convocados mantienen su horario.
Al margen de esta amenaza concreta, el riesgo de EE.UU. de ser objeto de un nuevo atentado terrorista «sigue siendo alto», de acuerdo con el anterior vicepresidente norteamericana, Dick Cheney. «Cuando se cumplen diez años del 11-S creo que ese riesgo sigue estando ahí, es muy real», indicó en un coloquio en el que narró cómo vivió aquella jornada, en la que por unas horas estuvo al frente de la Casa Blanca mientras George Bush volaba en el Air Force One. Para Cheney la gran amenaza es que parte del potencial nuclear de Corea del Norte pueda caer en manos de Al Qaida.
Aunque el décimo aniversario del 11-S llega en el momento en que Obama da un giro a la política exterior —las retiradas de Irak y Afganistán y la muerte de Bin Laden permiten comenzar a pasar página a diez años de guerra contra el terrorismo— no por ello la Casa Blanca deja de prestar atención al terrorismo internacional. Precisamente Obama anunció ayer la constitución este mes, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Foro Global Antiterrorista, una iniciativa estadounidense que tiene treinta países como miembros fundadores, entre ellos España. El Foro, «basado en el recocimiento de que Estados Unidos no puede eliminar solo todos los terroristas u organizaciones terroristas», será una entidad informal que inicialmente estará copresidida por EE.UU. y Turquía.