Día de huelga, pero de mucho trabajo para los sindicatos, que reunieron en tres manifestaciones a 25.000 personas, según las centrales, 8.000 según el 092. Las protestas paralizaron el centro a mediodía, cuando salieron de A Palloza (UGT y CC.?OO), plaza de Vigo (CIG) y de Portugal (CGT).
Gritos de «Zapatero dimisión» y «Mentiroso, oé, oé, oé» acompañaron la primera marcha, en la que Xosé Carrillo y José Manuel Lado, secretarios comarcales de UGT y CC.OO., subrayaron la respuesta de la ciudadanía a la huelga. «É das de maior seguimento, similar á do paro do 14-D, no 88».
«Que tomen nota: non se pode gobernar de espaldas a quen os puxo aí», advirtió Carrillo, quien reclamó la retirada de la reforma laboral para «non atacar o noso modelo social». También Lado consideró que «o único camiño é a rectificación», y la CIG, por boca de su secretario, Paulo Carril, hizo un llamamiento «á reconquista dos dereitos da clase traballadora».
Las manifestaciones fueron el punto central de una jornada que para los sindicatos se inició muy temprano. Ya a partir de la medianoche del martes, los piquetes informativos se desplegaron por la ciudad, con especial incidencia donde la actividad madruga más. Las instalaciones de Cespa, en la Grela, fueron de las primeras y de hecho no salieron camiones más que para recoger los residuos hospitalarios. Una barricada de neumáticos permanecía a media mañana intacta. «Non fixo falta prenderlle», señalaban delegados sindicales como prueba de la adhesión sin incidentes.
Más problemas hubo en el puerto. No entró pescado de otras lonjas y a las 6.15 solo se habían subastado 100 cajas descargadas la tarde anterior. Sobre las 6.30, se produjo en San Diego un enfrentamiento entre la policía y delegados sindicales, que finalizó con los agentes formando un escudo para el acceso de vehículos.
Rotura de lunas
El tráfico, o su ausencia, fue el indicador más claro en Sabón, A Grela y Pocomaco, donde a las nueve se circulaba como si fuese fin de semana. Rejas bajadas en la mayoría de las naves y ausencia de coches marcaron una mañana de huelga a la que, sin enfrentamiento, se sumaron centros comerciales como Doce Vita e Ikea, que pactaron con los sindicatos cerrar hasta mediodía. Por primera vez, echó también el cierre El Corte Inglés, además de Cuatro Caminos.
Circuló el transporte escolar y los buses urbanos en servicios mínimos, uno de los cuales sufrió, sobre las nueve de la mañana y tras el edificio de sindicatos, la rotura de cuatro lunas por parte de un grupo de encapuchados.
En la plaza de Lugo, la mayoría de los comercios amanecieron con las cerraduras dañadas, así como locales de Juan Flórez y la calle Real. Los piquetes forcejearon con los vigilantes de la Fnac, sin que llegase a haber un altercado, e hicieron especial incidencia en los bancos y grandes cadenas.
Retienen a un fotógrafo de La Voz
Cinco guardias de seguridad contratados por una empresa de distribución de alimentos del polígono de Piadela retuvieron en la mañana de ayer, y por espacio de hora y media, a un fotógrafo de La Voz que realizaba la cobertura informativa de la huelga. Los vigilantes le conminaron a que entregara las fotos que había tomado, pero guardias civiles personados en el lugar les comunicaron que no existían motivos ni para retenerlo ni para la entrega de las imágenes.
FUENTE: lavozdegalicia.com