¿Qué falló en la fiesta del Madrid Arena?
Los organizadores apuntan a la «empresa externa de control de acceso» como responsable de que en la fiesta hubiese menores de edad y bengalas. Un sindicato policial lamenta que la dotación fue «a todas luces insuficiente»
M. VALIÑOMVALINO
Día 02/11/2012 - 10.29h
EFE
Imagen de uno de los vomitorios del local, lleno de gente hacia la pista central
Más gente de la permitida, seguridad insuficiente, organización ineficaz... Tras la trágica noche de Halloween en la que tres jóvenes han muerto aplastadas durante una macrofiesta en el pabellón Madrid Arena de la capital, la cuestión es ahora saber qué falló. La empresa responsable del evento Thriller Music Park, Diviertt S.L., asegura en un comunicado que «cumplía todas las normativas del Protocolo de Seguridad exigidas por la Delegación de Gobierno», añadiendo que «la propia Delegación y los técnicos de Madrid Espacios y Congresos [empresa municipal propietaria del recinto], lo inspeccionaron antes de su apertura y dieron su visto bueno».
http://www.abc.es/20121101/local-madrid/abci-fallos-tragedia-madrid-arena-201211011941.html
Se desconocen por el momento los detalles que los organizadores pusieron a disposición de las autoridades, por lo que es imposible saber si el «ok» al evento estuvo o no justificado. Sin entrar en esa cuestión, ni en si el aforo establecido para el recinto es el adecuado o debería ser menor, sí conviene analizar cuatro de los aspectos principales que podrían estar detrás de lo ocurrido:
- Aforo: A pesar de los comentarios de asistentes a la fiesta, que aseguran que en el pabellón había más gente de la permitida («el DJ dijo que éramos más de 15.000 personas»; «era difícil moverse con normalidad»), los organizadores aseguran que respetaron el aforo y que se vendieron 9.650 entradas de las 10.600 disponibles. Así lo indicó el vicealcalde de la capital, Miguel Ángel Villanueva, que dijo queMadrid Espacios y Congresos había comprobado que Diviertt S.L. contaba con los requisitos legales y técnicos necesarios para celebrar un evento de estas características. Sin embargo, la propia web del Madrid Arena indica que el aforo máximo, con los tres graderíos retráctiles de la pista central recogidos, es de 10.500 personas, inferior a los 10.600 tíckets que se habrían puesto a la venta. Los organizadores remiten, sin embargo, a «la empresa externa de control de acceso», que habría «certificado» que el aforo «estaba por debajo del exigido».
EFE
[color:2707=#080808 !important]El vicealcalde de Madrid explica lo ocurrido
El recinto, según su web el «lugar idóneo para la organización de grandes eventos deportivos, conciertos, grandes espectáculos y ferias», ya ha acogido otros eventos similares, como las actuaciones de Green Day en 2005, o de las Spice Girls, en 2007. Villanueva ha destacado que el suceso tuvo lugar en una zona concreta de la instalación «sin que se produjera ningún estado de alarma o pánico» entre el resto de los asistentes, la mayoría de los cuales no se enteraron de lo ocurrido. Amigos de una de las víctimas afirman que por los megáfonos se dijo que los asistentes eran 15.000.
- Seguridad: La seguridad del evento corrió a cargo de la empresa privada Seguriber, que al menos sobre el papel debió haber asignado el número suficiente de guardias a la cita; de lo contrario, los organizadores no habrían obtenido el visto bueno del Ayuntamiento y de la Delegación del Gobierno. El sindicato policial CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal) ha lamentado, no obstante, la falta de efectivos destinados a vigilar el evento, calificándolo de «a todas luces insuficiente».
Según sus datos, se destinaron al evento «seis patrullas, 12 policías en total», cifra que comparó con la del «Klubbers Day», celebrado en el mismo lugar los días 16, 17 y 18 de marzo con similar cantidad de asistentes y que fue cubierto «con 80 miembros de las Unidades Centrales de Seguridad, cada uno de los tres días, a fin de establecer los correspondientes filtros, evitando de esta forma la introducción de armas, drogas, o cualquier tipo de objeto peligroso para el normal desarrollo del evento en cuestión». «¿Por qué en este caso no se ha hecho de la misma forma?», se pregunta el sindicato. La organización asegura que «se coordinaron los dispositivos de seguridad con Policía Nacional y Municipal».
- Controles de acceso: En el escrito difundido después de la muerte de las tres jóvenes, la organización se limita a indicar que «el aforo certificado por la empresa externa de control de acceso, estaba por debajo del aforo exigido para este evento». Normalmente, la compañía encargada de evitar que en el recinto se introduzcan objetos peligrosos -como podrían ser, en este caso, petardos o bengalas-, sería la misma que la que se ocupa de la seguridad. Es decir, la citada Seguriber. Diviertt S.L. confirma que «el lanzamiento por parte de un asistente de una bengala en uno de los nueve vomitorios de acceso» fue lo que desató el pánico y la consiguiente avalancha, lo que significa que a pesar de cumplirse «las infraestructuras y condiciones de seguridad exigidas», algo falló en la vigilancia de los accesos. «Petardos sí que escuché, pero pensé que era lo típico de Halloween», contó uno de los asistentes.
EFE
Un momento de la fiesta celebrada la pasada madrugada en el Madrid Arena
El hecho de que una de las heridas sea menor pone también de manifiesto que no se controló la edad de los participantes en la fiesta o que, si se hizo, fue de forma deficiente. «Todos los accesos al recinto estuvieron controlados por personal de seguridad, que permaneció en las puertas en todo momento», insisten los organizadores, que añaden que «gracias al completo dispositivo fue posible una respuesta inmediata a los acontecimientos».
- Evacuación: «La música siguió dos o tres horas después de la tragedia pese a lo ocurrido. Sólo pararon tres minutos», se lamentaba en Twitter uno de los jóvenes que acudió a la cita. Otro de los aspectos controvertidos de la gestión del evento fue precisamente que la celebración no se interrumpió a pesar del triste suceso. «No nos dimos cuenta de nada, la fiesta continuó hasta el cierre», dijo a Ep otro de los asistentes. Diviertt S.L. asegura que se actuó de esa forma «siguiendo instrucciones de la Policía Nacional»: «Después de los incidentes, la organización inició la evacuación controlada del evento para su total desalojo».
El vicealcalde de la capital aseguró que «no sólo no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto, sino que estos se utilizaron con normalidad por los asistentes al concierto a la finalización del mismo». La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, felicitó a las Fuerzas de Seguridad «por un desalojo realizado con mucha eficacia, casi individual», que «ha evitado un mal que podía haber sido mucho mayor».
«Actos vandálicos»
La empresa organizadora del evento, Diviertt S.L., finaliza el comunicado colgado en la web del evento achacando lo ocurrido a «actos vandálicos que han producido esta terrible desgracia».
Los organizadores apuntan a la «empresa externa de control de acceso» como responsable de que en la fiesta hubiese menores de edad y bengalas. Un sindicato policial lamenta que la dotación fue «a todas luces insuficiente»
M. VALIÑOMVALINO
Día 02/11/2012 - 10.29h
EFE
Imagen de uno de los vomitorios del local, lleno de gente hacia la pista central
Más gente de la permitida, seguridad insuficiente, organización ineficaz... Tras la trágica noche de Halloween en la que tres jóvenes han muerto aplastadas durante una macrofiesta en el pabellón Madrid Arena de la capital, la cuestión es ahora saber qué falló. La empresa responsable del evento Thriller Music Park, Diviertt S.L., asegura en un comunicado que «cumplía todas las normativas del Protocolo de Seguridad exigidas por la Delegación de Gobierno», añadiendo que «la propia Delegación y los técnicos de Madrid Espacios y Congresos [empresa municipal propietaria del recinto], lo inspeccionaron antes de su apertura y dieron su visto bueno».
http://www.abc.es/20121101/local-madrid/abci-fallos-tragedia-madrid-arena-201211011941.html
Se desconocen por el momento los detalles que los organizadores pusieron a disposición de las autoridades, por lo que es imposible saber si el «ok» al evento estuvo o no justificado. Sin entrar en esa cuestión, ni en si el aforo establecido para el recinto es el adecuado o debería ser menor, sí conviene analizar cuatro de los aspectos principales que podrían estar detrás de lo ocurrido:
- Aforo: A pesar de los comentarios de asistentes a la fiesta, que aseguran que en el pabellón había más gente de la permitida («el DJ dijo que éramos más de 15.000 personas»; «era difícil moverse con normalidad»), los organizadores aseguran que respetaron el aforo y que se vendieron 9.650 entradas de las 10.600 disponibles. Así lo indicó el vicealcalde de la capital, Miguel Ángel Villanueva, que dijo queMadrid Espacios y Congresos había comprobado que Diviertt S.L. contaba con los requisitos legales y técnicos necesarios para celebrar un evento de estas características. Sin embargo, la propia web del Madrid Arena indica que el aforo máximo, con los tres graderíos retráctiles de la pista central recogidos, es de 10.500 personas, inferior a los 10.600 tíckets que se habrían puesto a la venta. Los organizadores remiten, sin embargo, a «la empresa externa de control de acceso», que habría «certificado» que el aforo «estaba por debajo del exigido».
EFE
[color:2707=#080808 !important]El vicealcalde de Madrid explica lo ocurrido
El recinto, según su web el «lugar idóneo para la organización de grandes eventos deportivos, conciertos, grandes espectáculos y ferias», ya ha acogido otros eventos similares, como las actuaciones de Green Day en 2005, o de las Spice Girls, en 2007. Villanueva ha destacado que el suceso tuvo lugar en una zona concreta de la instalación «sin que se produjera ningún estado de alarma o pánico» entre el resto de los asistentes, la mayoría de los cuales no se enteraron de lo ocurrido. Amigos de una de las víctimas afirman que por los megáfonos se dijo que los asistentes eran 15.000.
- Seguridad: La seguridad del evento corrió a cargo de la empresa privada Seguriber, que al menos sobre el papel debió haber asignado el número suficiente de guardias a la cita; de lo contrario, los organizadores no habrían obtenido el visto bueno del Ayuntamiento y de la Delegación del Gobierno. El sindicato policial CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal) ha lamentado, no obstante, la falta de efectivos destinados a vigilar el evento, calificándolo de «a todas luces insuficiente».
Según sus datos, se destinaron al evento «seis patrullas, 12 policías en total», cifra que comparó con la del «Klubbers Day», celebrado en el mismo lugar los días 16, 17 y 18 de marzo con similar cantidad de asistentes y que fue cubierto «con 80 miembros de las Unidades Centrales de Seguridad, cada uno de los tres días, a fin de establecer los correspondientes filtros, evitando de esta forma la introducción de armas, drogas, o cualquier tipo de objeto peligroso para el normal desarrollo del evento en cuestión». «¿Por qué en este caso no se ha hecho de la misma forma?», se pregunta el sindicato. La organización asegura que «se coordinaron los dispositivos de seguridad con Policía Nacional y Municipal».
- Controles de acceso: En el escrito difundido después de la muerte de las tres jóvenes, la organización se limita a indicar que «el aforo certificado por la empresa externa de control de acceso, estaba por debajo del aforo exigido para este evento». Normalmente, la compañía encargada de evitar que en el recinto se introduzcan objetos peligrosos -como podrían ser, en este caso, petardos o bengalas-, sería la misma que la que se ocupa de la seguridad. Es decir, la citada Seguriber. Diviertt S.L. confirma que «el lanzamiento por parte de un asistente de una bengala en uno de los nueve vomitorios de acceso» fue lo que desató el pánico y la consiguiente avalancha, lo que significa que a pesar de cumplirse «las infraestructuras y condiciones de seguridad exigidas», algo falló en la vigilancia de los accesos. «Petardos sí que escuché, pero pensé que era lo típico de Halloween», contó uno de los asistentes.
EFE
Un momento de la fiesta celebrada la pasada madrugada en el Madrid Arena
El hecho de que una de las heridas sea menor pone también de manifiesto que no se controló la edad de los participantes en la fiesta o que, si se hizo, fue de forma deficiente. «Todos los accesos al recinto estuvieron controlados por personal de seguridad, que permaneció en las puertas en todo momento», insisten los organizadores, que añaden que «gracias al completo dispositivo fue posible una respuesta inmediata a los acontecimientos».
- Evacuación: «La música siguió dos o tres horas después de la tragedia pese a lo ocurrido. Sólo pararon tres minutos», se lamentaba en Twitter uno de los jóvenes que acudió a la cita. Otro de los aspectos controvertidos de la gestión del evento fue precisamente que la celebración no se interrumpió a pesar del triste suceso. «No nos dimos cuenta de nada, la fiesta continuó hasta el cierre», dijo a Ep otro de los asistentes. Diviertt S.L. asegura que se actuó de esa forma «siguiendo instrucciones de la Policía Nacional»: «Después de los incidentes, la organización inició la evacuación controlada del evento para su total desalojo».
El vicealcalde de la capital aseguró que «no sólo no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto, sino que estos se utilizaron con normalidad por los asistentes al concierto a la finalización del mismo». La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, felicitó a las Fuerzas de Seguridad «por un desalojo realizado con mucha eficacia, casi individual», que «ha evitado un mal que podía haber sido mucho mayor».
«Actos vandálicos»
La empresa organizadora del evento, Diviertt S.L., finaliza el comunicado colgado en la web del evento achacando lo ocurrido a «actos vandálicos que han producido esta terrible desgracia».