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Miguel Rodríguez, el coruñés que en el 2007 se hizo millonario después de alcanzar el mayor premio televisivo hasta entonces en el concurso Pasapalabra (ganó 240.000 euros), fue condenado por la Audiencia Provincial a dos años de prisión como autor de un delito de estafa. Es la primera vez que sale condenado. Hasta ahora, todos aquellos que lo han denunciado por confiar en sus inversiones -cerca de medio centenar de coruñeses- vieron cómo el juez archivaba el caso. Sus señorías entendían que este genio de las inversiones les había prometido unos intereses tan elevados que los afectados eran víctimas de su propia «ambición», al llegar a creer que podían ganar tantísimo dinero de forma muy rápida y sin riesgo alguno. Los denunciantes afirmaban que Miguel Rodríguez les ofrecía un 10 % de interés mensual. «Nos decía que por cada mil euros, nos entregaría 1.200 a primeros de cada mes», declaró ante el juez una de las víctimas.
Por el momento, ya han sido cinco jueces los que han sobreseído sendas causas contra este hombre. Concretamente, los juzgados de instrucción números, 3, 4, 5, 6 y 7 archivaron las causas que se seguían contra él. No ya por considerar que en su ánimo no estaba el de engañar a la gente, sino porque desde que se destapó el asunto hizo serios esfuerzos por reintegrar el dinero. Pero esta vez no pudo eludir el peso de la Justicia. Tres familiares, defendidos por el letrado Rubén Veiga, del despacho de Ramón Sierra, lograron sentarlo en el banquillo y que el tribunal lo condenase a prisión y a devolverles los 100.000 euros que le habían dado.
«Crisis bursátil»
Los hechos por los que fue condenado se remontan a junio del 2005. Un ciudadano se presentó en las dependencias del procesado después de enterarse de las altas rentabilidades que ofrecía y decidió aportar capital. En total fueron 150.000 euros. Las víctimas entregaron el dinero con confianza pues el procesado les informó de que un seguro lo cubriría todo. El pacto era un interés mensual durante 10 meses del 5 %. El imputado fue satisfaciendo el interés pactado en los meses siguientes. Hasta que dejó de hacerlo. Él dice que por la crisis bursátil.
«Las personas sabían que era una inversión financiera de alto riesgo»
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/12/10/0003_201112G10P14996.htm
Por el momento, ya han sido cinco jueces los que han sobreseído sendas causas contra este hombre. Concretamente, los juzgados de instrucción números, 3, 4, 5, 6 y 7 archivaron las causas que se seguían contra él. No ya por considerar que en su ánimo no estaba el de engañar a la gente, sino porque desde que se destapó el asunto hizo serios esfuerzos por reintegrar el dinero. Pero esta vez no pudo eludir el peso de la Justicia. Tres familiares, defendidos por el letrado Rubén Veiga, del despacho de Ramón Sierra, lograron sentarlo en el banquillo y que el tribunal lo condenase a prisión y a devolverles los 100.000 euros que le habían dado.
«Crisis bursátil»
Los hechos por los que fue condenado se remontan a junio del 2005. Un ciudadano se presentó en las dependencias del procesado después de enterarse de las altas rentabilidades que ofrecía y decidió aportar capital. En total fueron 150.000 euros. Las víctimas entregaron el dinero con confianza pues el procesado les informó de que un seguro lo cubriría todo. El pacto era un interés mensual durante 10 meses del 5 %. El imputado fue satisfaciendo el interés pactado en los meses siguientes. Hasta que dejó de hacerlo. Él dice que por la crisis bursátil.
«Las personas sabían que era una inversión financiera de alto riesgo»
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/12/10/0003_201112G10P14996.htm
