Un faisán en su punto
Editorial | 24/09/2011 - 00:00h
TRAS más de cinco años de investigaciones, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha revocado de forma unánime el auto de procesamiento contra los tres policías imputados en el llamado caso Faisán, una presunta delación al equipo de extorsión de ETA cuando iba a ser detenido en el 2006. La denuncia de un policía contra los tres ex procesados la utilizaron el PP y un sector de la prensa madrileña para vapulear al Gobierno y muy especialmente al entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Una presión que arreció cuando este fue nombrado vicepresidente y, sobre todo, cuando fue elegido candidato a la presidencia.
Aunque en el auto de la Audiencia Nacional se asegura que existen indicios de delito que hay que seguir investigando, por lo que el caso se ha devuelto al juez instructor, lo cierto es que difícilmente lo podrá utilizar el PP en campaña electoral, circunstancia que no sólo da un respiro a Rubalcaba, sino que le entrega un argumento para insistir en que hay quienes se sirven de la lucha antiterrorista como arma electoral, a pesar de que los logros policiales han colocado a la banda en una situación límite que puede considerarse como uno de los éxitos del segundo mandato de Zapatero y, por supuesto, de su ministro de Interior, lo que podría beneficiar al próximo gobierno que salga de las urnas con el fin definitivo de ETA.
Muchas veces se ha denunciado desde esta columna la improcedencia de convertir la lucha contra ETA en un asunto de banderías partidistas. En el caso Faisán, además, es poco razonable politizar un asunto que tiene todos los ingredientes de formar parte de un enfrentamiento entre policías y que, según los argumentos de la defensa de los hasta ahora imputados, podría volverse en contra del denunciante. Aunque el caso no ha trascendido como otros a la opinión pública, lo cierto es que con la decisión de los catorce magistrados ha dejado de proyectarse una sombra sobre la actuación del candidato Rubalcaba en la lucha contra el terrorismo.
Si bueno es que la banda desaparezca, también lo es que deje de formar parte de las campañas electorales como ha ocurrido en los últimos años. Las preocupaciones básicas de los españoles no se centran hoy en la banda, cuyo único final posible es la renuncia a la violencia y la entrega de las armas, sino en la crisis económica y el desempleo. Dedíquense los políticos, por tanto, a ofrecer soluciones a estos problemas y dejemos que ETA caiga como fruta madura para que desaparezca definitivamente de nuestras vidas.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/f19-terrorismo
Editorial | 24/09/2011 - 00:00h
TRAS más de cinco años de investigaciones, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha revocado de forma unánime el auto de procesamiento contra los tres policías imputados en el llamado caso Faisán, una presunta delación al equipo de extorsión de ETA cuando iba a ser detenido en el 2006. La denuncia de un policía contra los tres ex procesados la utilizaron el PP y un sector de la prensa madrileña para vapulear al Gobierno y muy especialmente al entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Una presión que arreció cuando este fue nombrado vicepresidente y, sobre todo, cuando fue elegido candidato a la presidencia.
Aunque en el auto de la Audiencia Nacional se asegura que existen indicios de delito que hay que seguir investigando, por lo que el caso se ha devuelto al juez instructor, lo cierto es que difícilmente lo podrá utilizar el PP en campaña electoral, circunstancia que no sólo da un respiro a Rubalcaba, sino que le entrega un argumento para insistir en que hay quienes se sirven de la lucha antiterrorista como arma electoral, a pesar de que los logros policiales han colocado a la banda en una situación límite que puede considerarse como uno de los éxitos del segundo mandato de Zapatero y, por supuesto, de su ministro de Interior, lo que podría beneficiar al próximo gobierno que salga de las urnas con el fin definitivo de ETA.
Muchas veces se ha denunciado desde esta columna la improcedencia de convertir la lucha contra ETA en un asunto de banderías partidistas. En el caso Faisán, además, es poco razonable politizar un asunto que tiene todos los ingredientes de formar parte de un enfrentamiento entre policías y que, según los argumentos de la defensa de los hasta ahora imputados, podría volverse en contra del denunciante. Aunque el caso no ha trascendido como otros a la opinión pública, lo cierto es que con la decisión de los catorce magistrados ha dejado de proyectarse una sombra sobre la actuación del candidato Rubalcaba en la lucha contra el terrorismo.
Si bueno es que la banda desaparezca, también lo es que deje de formar parte de las campañas electorales como ha ocurrido en los últimos años. Las preocupaciones básicas de los españoles no se centran hoy en la banda, cuyo único final posible es la renuncia a la violencia y la entrega de las armas, sino en la crisis económica y el desempleo. Dedíquense los políticos, por tanto, a ofrecer soluciones a estos problemas y dejemos que ETA caiga como fruta madura para que desaparezca definitivamente de nuestras vidas.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/f19-terrorismo