Primer toque de aviso a Microsoft en España. El gigante tecnológico estadounidense, que ha sido acusado en numerosas ocasiones de abuso de posición dominante, está ahora bajo la lupa de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). El órgano regulador ha incoado un expediente sancionador tanto contra la filial española, Microsoft Ibérica, como contra el centro de operaciones de Europa, Microsoft Ireland Operations Limited, por impedir o limitar la reventa de licencias de software.Según la CNC, hay «indicios racionales» de que la compañía ha infringido la ley de defensa de la competencia, así como el tratado de funcionamiento de la UE, en concreto, en los artículos que se refieren al abuso de posición dominante. Si la comisión concluyera que efectivamente se ha producido este abuso, se consideraría una infracción muy grave, lo que está sancionado con hasta el 10% de la facturación de la compañía en el mercado afectado, en este caso, el de licencias de programas para ordenadores personales.
El origen de este expediente sancionador se remonta al 3 de enero pasado, cuando el grupo empresarial Elegant Business interpuso una denuncia ante la CNC contra el gigante tecnológico. El denunciante es dueño de la marca Softbrocker (comercializada en España como Softsegundamano), especializada en la venta de software usado, incluido los de Adobe, Office y los sistemas operativos de Windows y Linux.
La web de Softbrocker no estaba operativa para la venta de programas ayer. Sin embargo, el sitio sí publicó un comunicado sobre el expediente, afirmando que actúa «en defensa de sus derechos de igualdad en un mercado justo». Softbrocker recuerda que la legislación europea establece que la primera venta en la UE de un producto agota el derecho a controlar su reventa. Resultaría «ridículo», opina Softbrocker, que un fabricante de automóviles se opusiera a la reventa de coches de segunda mano. Según la denunciante, sin embargo, Microsoft en España «lleva 11 años festejando la ignorancia de la norma, haciendo provecho de su posición dominante».
Microsoft Ibérica se limitó a confirmar la apertura del expediente. «Trabajaremos estrechamente con las autoridades en las cuestiones planteadas», dijeron fuentes de la filial española, presidida por María Garaña.
Microsoft ya ha pasado por procesos similares antes. En EEUU, fue sancionada en el 2002 y se la obligó a dar información a terceros sobre la interoperabilidad de sus sistemas. En mayo, las autoridades estadounidenses pusieron fin a las sanciones. Bruselas, por su parte, cerró una investigación en el 2009, tras conseguir el compromiso de la compañía de que no impondría su navegador Explorer en los ordenadores.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/competencia-abre-expediente-microsoft-1156183
El origen de este expediente sancionador se remonta al 3 de enero pasado, cuando el grupo empresarial Elegant Business interpuso una denuncia ante la CNC contra el gigante tecnológico. El denunciante es dueño de la marca Softbrocker (comercializada en España como Softsegundamano), especializada en la venta de software usado, incluido los de Adobe, Office y los sistemas operativos de Windows y Linux.
La web de Softbrocker no estaba operativa para la venta de programas ayer. Sin embargo, el sitio sí publicó un comunicado sobre el expediente, afirmando que actúa «en defensa de sus derechos de igualdad en un mercado justo». Softbrocker recuerda que la legislación europea establece que la primera venta en la UE de un producto agota el derecho a controlar su reventa. Resultaría «ridículo», opina Softbrocker, que un fabricante de automóviles se opusiera a la reventa de coches de segunda mano. Según la denunciante, sin embargo, Microsoft en España «lleva 11 años festejando la ignorancia de la norma, haciendo provecho de su posición dominante».
Microsoft Ibérica se limitó a confirmar la apertura del expediente. «Trabajaremos estrechamente con las autoridades en las cuestiones planteadas», dijeron fuentes de la filial española, presidida por María Garaña.
Microsoft ya ha pasado por procesos similares antes. En EEUU, fue sancionada en el 2002 y se la obligó a dar información a terceros sobre la interoperabilidad de sus sistemas. En mayo, las autoridades estadounidenses pusieron fin a las sanciones. Bruselas, por su parte, cerró una investigación en el 2009, tras conseguir el compromiso de la compañía de que no impondría su navegador Explorer en los ordenadores.
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