ETA no abandona las armas y sigue con sus labores logísticas
La banda terrorista prepara un comunicado para el 'Día del Soldado vasco' el próximo 27 de septiembre
JAVIER FERNÁNDEZ
lunes, 19 de septiembre de 2011, 07:57
Madrid.- Mientras la organización criminal prepara un comunicado para el próximo 27 de septiembre con motivo del "Día del soldado vasco", son muchos los que se preguntan lo que realmente está pasando dentro ETA. Se acaban de cumplir ocho meses desde que anunció el inicio de la tregua y veinticinco meses sin que la organización terrorista haya cometido ningún atentado en España. Y las especulaciones sobre la posibilidad de un nuevo comunicado que hable de la renuncia a la "lucha armada" es, según fuentes de la lucha antiterrorista, una quimera, una ilusión muy alejada de las intenciones reales de la banda criminal. Según estas fuentes, no hay el mínimo indicio que permita afirmar que la banda tiene intención de dar pasos en ese terreno. Más bien todo lo contrario. Las labores logísticas continúan con compras de material electrónico, movimiento de zulos y con medio centenar de activistas dispuestos a volver a empuñar las armas en cualquier momento.
La tregua dada a conocer por ETA el pasado 10 de enero llevaba los adjetivos de unilateral, general y verificable. Unilateral porque ETA había fracasado en su intento de negociar las condiciones con el Gobierno y había tenido que resignarse a anunciar el alto el fuego sin contrapartidas, por su cuenta. General, es decir sin extorsión, porque la ruptura de las treguas anteriores había dejado sin credibilidad a la organización terrorista y necesitaba ir un paso más adelante de lo que había ido en el pasado para tratar de conseguir algún efecto más allá de las filas de su entorno político. Y verificable porque necesitaba conseguir la intervención internacional para que en el futuro actuase como punta de lanza a la hora de forzar la negociación que ellos no habían logrado arrancar de antemano.
El anuncio de ETA satisfizo a Batasuna que llevaba un año esperando una situación como esa para realizar los movimientos necesarios con los que conseguir volver a la legalidad. La primera pieza movida fue la presentación de un nuevo partido, bautizado como Sortu, que se encontró con el rechazo del Tribunal Supremo, pero que tiene pendiente el paso por el Constitucional. Sortu era el movimiento principal de la estrategia de la antigua Batasuna porque había sido promovido abiertamente por sus líderes, con expresiones estatutarias de rechazo de la violencia para ajustarse a lo establecido en las diferentes sentencias que habían ilegalizado otras siglas. Si Sortu pasa el filtro de los tribunales, los dirigentes de Batasuna pueden colocarse al frente y realizar actividades políticas en primera persona, en lugar de permanecer agazapados como hasta ahora.
El nuevo partido no pasó el primer corte y se encuentra en lista de espera hasta que le llegue el turno de ser examinado por el Tribunal Constitucional. El segundo movimiento de cara a las elecciones locales se dio con la formación de Bildu, una coalición integrada por la izquierda abertzale -cuyos líderes en esta ocasión no salieron de la sombra- por EA y por Alternatiba. El papel que no pudieron ocupar los dirigentes reconocidos de Batasuna quedó en manos de supuestos independientes (en la sentencia del Constitucional cada vez que se hace referencia a los independientes se pone la palabra entre comillas) que ocuparon en las listas los puestos que hubieran correspondido a Batasuna-Sortu de haber podido actuar en legalidad. El Supremo rechazó la coalición, pero esta decisión fue rectificada por el Constitucional que dio luz verde y permitió la presentación de Bildu con el posterior éxito de votos y cargos que es conocido.
La tregua de ETA, entre otros objetivos, perseguía crear un ambiente favorable para la vuelta de Batasuna a la legalidad, algo conseguido parcialmente con la coalición Bildu, aunque todavía esté pendiente de resolver la apuesta principal de la izquierda abertzale que es Sortu. En su último comunicado, difundido el 13 de julio, ETA pretendía capitalizar no sólo los resultados de Bildu, sino todos los éxitos de la izquierda abertzale.
Al alto el fuego del mes de enero se había llegado después de un largo pulso interno entre ETA y su entorno político. La banda, a lo largo de 2010, había perdido la iniciativa y se encontraba desorientada frente a su brazo político, pero trató de adoptar algunas iniciativas. La primera fue anunciar en septiembre la “suspensión de acciones ofensivas”, que no dio satisfacción a nadie. Después buscó la forma de acercar posturas con Batasuna buscando un pacto interno que incluyera aceptar una tregua, previa ratificación de su idea de estrategia político-militar que no cuestionara su voluntad de continuar con las armas, ni su utilidad.
La tregua del 10 de enero restableció la calma y atenuó los conflictos, pero siguen abiertas numerosas incógnitas sobre el futuro de ETA por más que desde las filas de Batasuna se haya intentado vender la idea de que no volverá la violencia terrorista. Lo cierto es que la banda no sólo no ha confirmado esa idea, sino que en sus documentos internos lo que ha hecho es ratificar la defensa de la continuidad de la violencia, aunque ahora las armas estén calladas. Además, se ha constatado la compra de material electrónico para fabricar artefactos, la existencia de medio centenar de activistas dispuestos a todo, dos comandos totalmente operativos y el movimiento de zulos, lo que señala la realización de preparativos para volver un día a cometer atentados, si así lo decide.
ETA ha dejado constancia en sus comunicaciones internas que sólo se suspendían los atentados y la extorsión, pero que el resto de actividades para el mantenimiento y reforzamiento de la organización continuarían. Los rumores sobre la posibilidad de la difusión de un comunicado de ETA dando nuevos pasos hacia el abandono de las armas han estado circulando prácticamente desde el momento en que anunció la tregua. Ya en febrero se comentaba esa posibilidad y se alegaba que sería para facilitar la legalización de Sortu. Desde el mes de julio la no noticia de un nuevo comunicado ha estado en los titulares de los periódicos, sobre todo debido a las insistentes peticiones del PNV para que ETA aprovechara los meses finales de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este tiempo la banda ha sacado otros cuatro comunicados, dos de ellos realizados como complemento de los movimientos del mediador internacional Brian Currin. Uno apareció el 27 de marzo anunciando que estaba dispuesta a una verificación informal de la tregua ya que ni Francia ni España aceptaron entrar al juego de ETA. Esa declaración aparecía en vísperas de una reunión del grupo de Currin celebrada el 2 de abril para estudiar las posibilidades de “verificación”. Un segundo comunicado relacionado con las actividades de Currin salió el 29 de abril haciendo oficial la suspensión de la extorsión. Su publicación coincidió con la presencia del abogado sudafricano en el País Vasco para comprobar si había desaparecido la extorsión, algo ya conocido porque los empresarios llevaban tiempo advirtiéndolo.
Mediante estas dos declaraciones se engrasaba el entendimiento entre ETA y el grupo de Currin. La banda estaba interesada en afianzar la intervención de este grupo de personas y el abogado sudafricano y los suyos encontraban en la actitud de ETA motivos para seguir adelante. Además, el 25 de abril ETA sacó otra declaración dando explicaciones por el tiroteo mantenido con gendarmes franceses. Y, por último, el 13 de julio, la banda hizo una valoración de las elecciones locales. Estos pronunciamientos, en la medida en que no han satisfecho las expectativas que los rumores habían ido generando, han defraudado a todas las fuerzas políticas, con la excepción de la izquierda abertzale y Bildu que se dan por satisfechos con cualquier cosa que diga ETA.
Lo cierto es que es bastante probable que ETA dé a conocer algún comunicado dentro de poco, aunque otra cosa es que su contenido vaya a responder a las expectativas levantadas. Es muy probable que este mismo mes de septiembre la banda haga una declaración en torno al día 27, como hace casi todos los años con motivo del “Gudari eguna”, día del soldado vasco. En el escrito difundido el pasado año aseguró que seguiría con las armas en la mano “mientras los enemigos de Euskal Herria apuesten por la represión y la negación”. La celebración del “Gudari eguna” es una fecha tradicional en el calendario etarra para hacer pronunciamientos, casi siempre con un contenido continuista y amenazador.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/t13686-eta-no-abandona-las-armas-y-sigue-con-sus-labores-logisticas
La banda terrorista prepara un comunicado para el 'Día del Soldado vasco' el próximo 27 de septiembre
JAVIER FERNÁNDEZ
lunes, 19 de septiembre de 2011, 07:57
Madrid.- Mientras la organización criminal prepara un comunicado para el próximo 27 de septiembre con motivo del "Día del soldado vasco", son muchos los que se preguntan lo que realmente está pasando dentro ETA. Se acaban de cumplir ocho meses desde que anunció el inicio de la tregua y veinticinco meses sin que la organización terrorista haya cometido ningún atentado en España. Y las especulaciones sobre la posibilidad de un nuevo comunicado que hable de la renuncia a la "lucha armada" es, según fuentes de la lucha antiterrorista, una quimera, una ilusión muy alejada de las intenciones reales de la banda criminal. Según estas fuentes, no hay el mínimo indicio que permita afirmar que la banda tiene intención de dar pasos en ese terreno. Más bien todo lo contrario. Las labores logísticas continúan con compras de material electrónico, movimiento de zulos y con medio centenar de activistas dispuestos a volver a empuñar las armas en cualquier momento.
La tregua dada a conocer por ETA el pasado 10 de enero llevaba los adjetivos de unilateral, general y verificable. Unilateral porque ETA había fracasado en su intento de negociar las condiciones con el Gobierno y había tenido que resignarse a anunciar el alto el fuego sin contrapartidas, por su cuenta. General, es decir sin extorsión, porque la ruptura de las treguas anteriores había dejado sin credibilidad a la organización terrorista y necesitaba ir un paso más adelante de lo que había ido en el pasado para tratar de conseguir algún efecto más allá de las filas de su entorno político. Y verificable porque necesitaba conseguir la intervención internacional para que en el futuro actuase como punta de lanza a la hora de forzar la negociación que ellos no habían logrado arrancar de antemano.
El anuncio de ETA satisfizo a Batasuna que llevaba un año esperando una situación como esa para realizar los movimientos necesarios con los que conseguir volver a la legalidad. La primera pieza movida fue la presentación de un nuevo partido, bautizado como Sortu, que se encontró con el rechazo del Tribunal Supremo, pero que tiene pendiente el paso por el Constitucional. Sortu era el movimiento principal de la estrategia de la antigua Batasuna porque había sido promovido abiertamente por sus líderes, con expresiones estatutarias de rechazo de la violencia para ajustarse a lo establecido en las diferentes sentencias que habían ilegalizado otras siglas. Si Sortu pasa el filtro de los tribunales, los dirigentes de Batasuna pueden colocarse al frente y realizar actividades políticas en primera persona, en lugar de permanecer agazapados como hasta ahora.
El nuevo partido no pasó el primer corte y se encuentra en lista de espera hasta que le llegue el turno de ser examinado por el Tribunal Constitucional. El segundo movimiento de cara a las elecciones locales se dio con la formación de Bildu, una coalición integrada por la izquierda abertzale -cuyos líderes en esta ocasión no salieron de la sombra- por EA y por Alternatiba. El papel que no pudieron ocupar los dirigentes reconocidos de Batasuna quedó en manos de supuestos independientes (en la sentencia del Constitucional cada vez que se hace referencia a los independientes se pone la palabra entre comillas) que ocuparon en las listas los puestos que hubieran correspondido a Batasuna-Sortu de haber podido actuar en legalidad. El Supremo rechazó la coalición, pero esta decisión fue rectificada por el Constitucional que dio luz verde y permitió la presentación de Bildu con el posterior éxito de votos y cargos que es conocido.
La tregua de ETA, entre otros objetivos, perseguía crear un ambiente favorable para la vuelta de Batasuna a la legalidad, algo conseguido parcialmente con la coalición Bildu, aunque todavía esté pendiente de resolver la apuesta principal de la izquierda abertzale que es Sortu. En su último comunicado, difundido el 13 de julio, ETA pretendía capitalizar no sólo los resultados de Bildu, sino todos los éxitos de la izquierda abertzale.
Al alto el fuego del mes de enero se había llegado después de un largo pulso interno entre ETA y su entorno político. La banda, a lo largo de 2010, había perdido la iniciativa y se encontraba desorientada frente a su brazo político, pero trató de adoptar algunas iniciativas. La primera fue anunciar en septiembre la “suspensión de acciones ofensivas”, que no dio satisfacción a nadie. Después buscó la forma de acercar posturas con Batasuna buscando un pacto interno que incluyera aceptar una tregua, previa ratificación de su idea de estrategia político-militar que no cuestionara su voluntad de continuar con las armas, ni su utilidad.
La tregua del 10 de enero restableció la calma y atenuó los conflictos, pero siguen abiertas numerosas incógnitas sobre el futuro de ETA por más que desde las filas de Batasuna se haya intentado vender la idea de que no volverá la violencia terrorista. Lo cierto es que la banda no sólo no ha confirmado esa idea, sino que en sus documentos internos lo que ha hecho es ratificar la defensa de la continuidad de la violencia, aunque ahora las armas estén calladas. Además, se ha constatado la compra de material electrónico para fabricar artefactos, la existencia de medio centenar de activistas dispuestos a todo, dos comandos totalmente operativos y el movimiento de zulos, lo que señala la realización de preparativos para volver un día a cometer atentados, si así lo decide.
ETA ha dejado constancia en sus comunicaciones internas que sólo se suspendían los atentados y la extorsión, pero que el resto de actividades para el mantenimiento y reforzamiento de la organización continuarían. Los rumores sobre la posibilidad de la difusión de un comunicado de ETA dando nuevos pasos hacia el abandono de las armas han estado circulando prácticamente desde el momento en que anunció la tregua. Ya en febrero se comentaba esa posibilidad y se alegaba que sería para facilitar la legalización de Sortu. Desde el mes de julio la no noticia de un nuevo comunicado ha estado en los titulares de los periódicos, sobre todo debido a las insistentes peticiones del PNV para que ETA aprovechara los meses finales de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este tiempo la banda ha sacado otros cuatro comunicados, dos de ellos realizados como complemento de los movimientos del mediador internacional Brian Currin. Uno apareció el 27 de marzo anunciando que estaba dispuesta a una verificación informal de la tregua ya que ni Francia ni España aceptaron entrar al juego de ETA. Esa declaración aparecía en vísperas de una reunión del grupo de Currin celebrada el 2 de abril para estudiar las posibilidades de “verificación”. Un segundo comunicado relacionado con las actividades de Currin salió el 29 de abril haciendo oficial la suspensión de la extorsión. Su publicación coincidió con la presencia del abogado sudafricano en el País Vasco para comprobar si había desaparecido la extorsión, algo ya conocido porque los empresarios llevaban tiempo advirtiéndolo.
Mediante estas dos declaraciones se engrasaba el entendimiento entre ETA y el grupo de Currin. La banda estaba interesada en afianzar la intervención de este grupo de personas y el abogado sudafricano y los suyos encontraban en la actitud de ETA motivos para seguir adelante. Además, el 25 de abril ETA sacó otra declaración dando explicaciones por el tiroteo mantenido con gendarmes franceses. Y, por último, el 13 de julio, la banda hizo una valoración de las elecciones locales. Estos pronunciamientos, en la medida en que no han satisfecho las expectativas que los rumores habían ido generando, han defraudado a todas las fuerzas políticas, con la excepción de la izquierda abertzale y Bildu que se dan por satisfechos con cualquier cosa que diga ETA.
Lo cierto es que es bastante probable que ETA dé a conocer algún comunicado dentro de poco, aunque otra cosa es que su contenido vaya a responder a las expectativas levantadas. Es muy probable que este mismo mes de septiembre la banda haga una declaración en torno al día 27, como hace casi todos los años con motivo del “Gudari eguna”, día del soldado vasco. En el escrito difundido el pasado año aseguró que seguiría con las armas en la mano “mientras los enemigos de Euskal Herria apuesten por la represión y la negación”. La celebración del “Gudari eguna” es una fecha tradicional en el calendario etarra para hacer pronunciamientos, casi siempre con un contenido continuista y amenazador.
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