Rubalcaba abandona la UCI del Marañon pero sigue ingresado
Alfredo Pérez Rubalcaba abandonó ayer por la mañana la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Lo hizo en torno a las 12.30, después de haber pasado una buena noche y tras desaparecer el cuadro febril que le había hecho ingresar el domingo.
Era fácil seguir la senda del vicepresidente primero y ministro de Interior en el recinto hospitalario. Primero porque no había planta ni rincón donde no se supiera que el Gregorio Marañón había recibido un paciente de honor: sanitarios, enfermos y visitantes comentaban la eventualidad por lo bajini o a través del teléfono: «¡Fíjate, el Rubalcaba está en la primera planta, en la UCI, donde está mi padre!», alertaba una mujer con tono de asombro a través del auricular de su móvil. Por otro lado, una decena de escoltas, por lo menos, custodiaba y acechaba en cada recoveco para evitar que ningún indeseado accediera a las inmediaciones del ministro. Del mismo modo, varios vigilantes de seguridad del centro paseaban cada dos por tres por la planta donde se encontraba Rubalcaba: en el primer piso durante la mañana (UCI), y después de las 12.30 del mediodía, en la segunda planta, concretamente en el corredor que va desde la habitación 401 a la 440 de ingresos urológicos. Era infranqueable. No solo por los «secretas» que había en las zonas comunes del piso dos, sino por los otros tantos que protegían los últimos metros del ala urológica.
En el momento en que se le desplazó a planta, los facultativos que le atienden emitieron un parte médico en el que aseguraron tomar la decisión porque el paciente presentaba «una evolución favorable en las últimas 24 horas, habiendo desaparecido la fiebre y manteniéndose hemodinámicamente estable». Lo firmaron los doctores José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de Servicio de Medicina Intensiva; Carlos Hernández Fernández, jefe de Servicio de Urología, y Luis Audibert Mena, jefe de Departamento de Medicina Interna.
Acompañado de su mujer
Rubalcaba estuvo acompañado por su mujer, Pilar Goya, quien durante la mañana mostró un semblante taciturno. Lourdes Camino, la directora de Comunicación del vicepresidente, estuvo con la esposa en la UCI. Ambas asistieron una hora antes del horario estipulado para las visitas, previsto de 13 a 13.30 horas.
Durante toda la tarde-noche del lunes y la mañana de ayer, el vicepresidente recibió en su móvil mensajes de apoyo, entre ellos uno del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En rueda de prensa con el presidente de Chile, Zapatero dijo que Rubalcaba estaba bastante mejor, aunque no sabía «cuántos días» permanecería ingresado. Volverá al despacho, dijo, «cuando se encuentre bien» porque es un hombre «muy trabajador». El jefe del Ejecutivo se permitió bromear incluso con la afición de su «número dos» por el Real Madrid para señalar: «Espero que esta tarde pueda ver el partido del Barcelona contra el Arsenal (en el hospital). Será seguramente una ayuda a la recuperación».
El ministro de Industria se refirió a la convalecencia de Rubalcaba y la del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, de baja por lumbalgia. Respondió con un «espero que no» cuando fue preguntado si alguien había echado mal de ojo al Ejecutivo. «En el Gobierno hay mucho estrés y hay que cuidarse», advirtió Sebastián. No se lo tomó tan a broma el secretario general del PSM y otrora rival de Rubalcaba en la primarias, Tomás Gómez, quien denunció el trato ofensivo que está teniendo la derecha hacia el ministro. Pidió la misma deferencia que para Esperanza Aguirre: «Los temas de salud los hemos tratado con el máximo respeto y así nos gustaría se tratasen todos los casos», concluyó.
http://www.abc.es/20110309/espana/abcp-rubalcaba-abandona-maranon-pero-20110309.html
Alfredo Pérez Rubalcaba abandonó ayer por la mañana la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Lo hizo en torno a las 12.30, después de haber pasado una buena noche y tras desaparecer el cuadro febril que le había hecho ingresar el domingo.
Era fácil seguir la senda del vicepresidente primero y ministro de Interior en el recinto hospitalario. Primero porque no había planta ni rincón donde no se supiera que el Gregorio Marañón había recibido un paciente de honor: sanitarios, enfermos y visitantes comentaban la eventualidad por lo bajini o a través del teléfono: «¡Fíjate, el Rubalcaba está en la primera planta, en la UCI, donde está mi padre!», alertaba una mujer con tono de asombro a través del auricular de su móvil. Por otro lado, una decena de escoltas, por lo menos, custodiaba y acechaba en cada recoveco para evitar que ningún indeseado accediera a las inmediaciones del ministro. Del mismo modo, varios vigilantes de seguridad del centro paseaban cada dos por tres por la planta donde se encontraba Rubalcaba: en el primer piso durante la mañana (UCI), y después de las 12.30 del mediodía, en la segunda planta, concretamente en el corredor que va desde la habitación 401 a la 440 de ingresos urológicos. Era infranqueable. No solo por los «secretas» que había en las zonas comunes del piso dos, sino por los otros tantos que protegían los últimos metros del ala urológica.
En el momento en que se le desplazó a planta, los facultativos que le atienden emitieron un parte médico en el que aseguraron tomar la decisión porque el paciente presentaba «una evolución favorable en las últimas 24 horas, habiendo desaparecido la fiebre y manteniéndose hemodinámicamente estable». Lo firmaron los doctores José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de Servicio de Medicina Intensiva; Carlos Hernández Fernández, jefe de Servicio de Urología, y Luis Audibert Mena, jefe de Departamento de Medicina Interna.
Acompañado de su mujer
Rubalcaba estuvo acompañado por su mujer, Pilar Goya, quien durante la mañana mostró un semblante taciturno. Lourdes Camino, la directora de Comunicación del vicepresidente, estuvo con la esposa en la UCI. Ambas asistieron una hora antes del horario estipulado para las visitas, previsto de 13 a 13.30 horas.
Durante toda la tarde-noche del lunes y la mañana de ayer, el vicepresidente recibió en su móvil mensajes de apoyo, entre ellos uno del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En rueda de prensa con el presidente de Chile, Zapatero dijo que Rubalcaba estaba bastante mejor, aunque no sabía «cuántos días» permanecería ingresado. Volverá al despacho, dijo, «cuando se encuentre bien» porque es un hombre «muy trabajador». El jefe del Ejecutivo se permitió bromear incluso con la afición de su «número dos» por el Real Madrid para señalar: «Espero que esta tarde pueda ver el partido del Barcelona contra el Arsenal (en el hospital). Será seguramente una ayuda a la recuperación».
El ministro de Industria se refirió a la convalecencia de Rubalcaba y la del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, de baja por lumbalgia. Respondió con un «espero que no» cuando fue preguntado si alguien había echado mal de ojo al Ejecutivo. «En el Gobierno hay mucho estrés y hay que cuidarse», advirtió Sebastián. No se lo tomó tan a broma el secretario general del PSM y otrora rival de Rubalcaba en la primarias, Tomás Gómez, quien denunció el trato ofensivo que está teniendo la derecha hacia el ministro. Pidió la misma deferencia que para Esperanza Aguirre: «Los temas de salud los hemos tratado con el máximo respeto y así nos gustaría se tratasen todos los casos», concluyó.
http://www.abc.es/20110309/espana/abcp-rubalcaba-abandona-maranon-pero-20110309.html