La dimensión de un exceso
Los cientos y cientos de metros de valla metálica que por decisión del rector cercan el campus universitario de Gijón para aislarlo de la Semana Negra -y del resto de la ciudad- cobran con el paso de los días su verdadera dimensión de exceso provocador y de despilfarro del dinero público. El abuso se prolonga con la presencia abundante de vigilantes de seguridad, que en los viales del campus, incluso los periféricos, ejercen una rígida restricción de acceso (y no sé si así también el derecho a una hipotética servidumbre de paso). El nivel del atropello ha llegado a la desfachatez de cortar la senda peatonal del Peña Francia, desmán rectificado por la protesta ciudadana.
Todo ello sucede con el asentimiento del grupo político gobernante del concejo, que acepta con naturalidad esas medidas aberrantes, monumento a la irracionalidad, mientras imputa a la Semana Negra cuantiosos gastos municipales por horas extra de la Policía Local, horas extra tan necesarias como las causadas por otros acontecimientos: los partidos en El Molinón, los toros, la Feria de Muestras, los fuegos artificiales, el festival aéreo o las procesiones de Semana Santa en la vía pública. Y el concurso hípico, cuya organización acaba de ser concedida a una empresa privada. El déficit de transparencia de esta operación fuera de programa no permite saber en qué se traducirán las mejoras por ese gasto ni si habrá ingresos adicionales porque los concejales tendrán que pagar también en el hípico -como lo harán en los toros y el fútbol- o si la venta de localidades, abonos y palcos; las apuestas, publicidad, bares y tiendas en Las Mestas quedarán asimismo bajo control privado.
El concurso hípico iba bien, se puede decir que siempre ha ido bien, y cambiar lo que va bien, so pretexto de ininteligibles adaptaciones al siglo corriente, tiene todas las características de un error. Como sería un error de la dirigencia del Sporting SAD la renuncia al nuevo modelo de camiseta presentado el otro día, por las mismas razones que se renunció hace siete meses a traspasar a José Ángel al Málaga: el ruido coactivo emitido desde ámbitos de escasa representatividad, en su mayoría con vínculos de alegalidad tolerada por las instancias competentes. Serían dos precedentes que cabría interpretar como estímulo para la exigencia de peajes de mayor cuantía en el futuro
http://www.elcomercio.es/v/20110725/gijon/dimension-exceso-20110725.html
Los cientos y cientos de metros de valla metálica que por decisión del rector cercan el campus universitario de Gijón para aislarlo de la Semana Negra -y del resto de la ciudad- cobran con el paso de los días su verdadera dimensión de exceso provocador y de despilfarro del dinero público. El abuso se prolonga con la presencia abundante de vigilantes de seguridad, que en los viales del campus, incluso los periféricos, ejercen una rígida restricción de acceso (y no sé si así también el derecho a una hipotética servidumbre de paso). El nivel del atropello ha llegado a la desfachatez de cortar la senda peatonal del Peña Francia, desmán rectificado por la protesta ciudadana.
Todo ello sucede con el asentimiento del grupo político gobernante del concejo, que acepta con naturalidad esas medidas aberrantes, monumento a la irracionalidad, mientras imputa a la Semana Negra cuantiosos gastos municipales por horas extra de la Policía Local, horas extra tan necesarias como las causadas por otros acontecimientos: los partidos en El Molinón, los toros, la Feria de Muestras, los fuegos artificiales, el festival aéreo o las procesiones de Semana Santa en la vía pública. Y el concurso hípico, cuya organización acaba de ser concedida a una empresa privada. El déficit de transparencia de esta operación fuera de programa no permite saber en qué se traducirán las mejoras por ese gasto ni si habrá ingresos adicionales porque los concejales tendrán que pagar también en el hípico -como lo harán en los toros y el fútbol- o si la venta de localidades, abonos y palcos; las apuestas, publicidad, bares y tiendas en Las Mestas quedarán asimismo bajo control privado.
El concurso hípico iba bien, se puede decir que siempre ha ido bien, y cambiar lo que va bien, so pretexto de ininteligibles adaptaciones al siglo corriente, tiene todas las características de un error. Como sería un error de la dirigencia del Sporting SAD la renuncia al nuevo modelo de camiseta presentado el otro día, por las mismas razones que se renunció hace siete meses a traspasar a José Ángel al Málaga: el ruido coactivo emitido desde ámbitos de escasa representatividad, en su mayoría con vínculos de alegalidad tolerada por las instancias competentes. Serían dos precedentes que cabría interpretar como estímulo para la exigencia de peajes de mayor cuantía en el futuro
http://www.elcomercio.es/v/20110725/gijon/dimension-exceso-20110725.html