El chófer de Otegui conducía a 200 km/h para burlar a la Policía
29-06-2011
Los agentes confirman los viajes del batasuno y Usabiaga a Francia. Iruin increpa a un testigo.
Alberto Lardiés. Madrid
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Los agentes de Policía que pasaron ayer por la Audiencia Nacional confirmaron que Arnaldo Otegui viajó en dos ocasiones a Francia en 2009, cuando tenía prohibido salir de España, para reunirse con otros dirigentes de la izquierda abertzale. Y siempre el chófer del batasuno fue su buen amigo Santiago Orúe, que utilizaba su vehículo, de la marca Nissan, en los desplazamientos. En uno de los viajes les acompañó el acusado Rafael Díez Usabiaga. Tal como consta en el sumario y como reiteraron en sede judicial los policías, el conductor del automóvil realizaba “medidas de distracción”, entre las que destaca exceder el límite de velocidad.
A preguntas de José María Landa, el agente con carné profesional número 66.786 dejó claras cuáles eran las maniobras de los proetarras para burlar a los policías que les iban siguiendo. “Oiga, ¿qué tipo de medidas de tráfico realizaban? ¿Corrían a 200 por hora y hacían cosas raras?”, preguntó con tono un tanto burlesco el letrado. “En cierto momento sí, iban muy rápido, muy rápido”, contestó el agente. Justo antes, Landa le había preguntado, en tono similar, si los proetarras “iban disfrazados”.
Después, llegó el testimonio del policía con carné profesional 92.840, que confirmó las triquiñuelas del chófer Orúe y su copiloto Otegui para despistar a las Fuerzas de Seguridad. A preguntas del fiscal Vicente Mota, el agente explicó que los vehículos que conducían los proetarras tomaban “muchas medidas de seguridad”, como “meterse por carreteras comarcales”. El policía narró que se trataba de una conducción “anormal”, con “paradas innecesarias”, “giros en una rotonda para seguir por el mismo sentido en que venían” o “paradas en el arcén”.
El abogado Iñigo Iruin, que ejerce la defensa de Usabiaga, fue especialmente duro en su interrogatorio, con la evidente intención de echar por tierra las palabras del testigo. El agente 92.840, un tanto titubeante en algunos momentos, repitió una y otra vez sus argumentos ante las cansinas preguntas de Iruin.
Reuniones
Los viajes de Otegui a Francia fueron reconocidos por el propio acusado en su declaración del pasado lunes. En suelo galo, el batasuno se reunía, entre otros, con el dirigente proetarra Jokin Etxebarría Lagisquete, que en su momento fue el responsable del aparato político de ETA. Los agentes testificaron ayer cómo el chófer Orúe, Otegui y una tercera persona no identificada –se sabe que se trata de Usabiaga porque sí fue identificado al regreso, ya en España– viajaban hasta una ermita donde les esperaba Etxebarría. Allí se separaban, puesto que Orúe seguía en su coche mientras que Otegui y Usabiaga se marchaban en el vehículo del ex jefe etarra. No se sabe con certeza adónde iban, pero se sospecha que era a mantener reuniones con dirigentes más importantes de la banda terrorista ETA.
Ayer había citados hasta 20 agentes. De ellos, declararon sólo 12, puesto que el Ministerio Fiscal renunció al resto porque sus testimonios eran similares a los de sus compañeros. La anécdota del día la protagonizó, una vez más, la juez Ángela Murillo, que reveló los motivos por los que no acudió uno de los testigos. “El siguiente testigo no viene porque se ha casado”, comentó la magistrada entre las risas de los presentes.
Hoy, el juicio contra Otegui, Usabiaga y otros seis proetarras por urdir Bateragune (organismo de coordinación y dirección de ETA-Batasuna) continuará con la declaración de una decena de agentes y de los cinco primeros testigos de las defensas.
29-06-2011
Los agentes confirman los viajes del batasuno y Usabiaga a Francia. Iruin increpa a un testigo.
Alberto Lardiés. Madrid
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Los agentes de Policía que pasaron ayer por la Audiencia Nacional confirmaron que Arnaldo Otegui viajó en dos ocasiones a Francia en 2009, cuando tenía prohibido salir de España, para reunirse con otros dirigentes de la izquierda abertzale. Y siempre el chófer del batasuno fue su buen amigo Santiago Orúe, que utilizaba su vehículo, de la marca Nissan, en los desplazamientos. En uno de los viajes les acompañó el acusado Rafael Díez Usabiaga. Tal como consta en el sumario y como reiteraron en sede judicial los policías, el conductor del automóvil realizaba “medidas de distracción”, entre las que destaca exceder el límite de velocidad.
A preguntas de José María Landa, el agente con carné profesional número 66.786 dejó claras cuáles eran las maniobras de los proetarras para burlar a los policías que les iban siguiendo. “Oiga, ¿qué tipo de medidas de tráfico realizaban? ¿Corrían a 200 por hora y hacían cosas raras?”, preguntó con tono un tanto burlesco el letrado. “En cierto momento sí, iban muy rápido, muy rápido”, contestó el agente. Justo antes, Landa le había preguntado, en tono similar, si los proetarras “iban disfrazados”.
Después, llegó el testimonio del policía con carné profesional 92.840, que confirmó las triquiñuelas del chófer Orúe y su copiloto Otegui para despistar a las Fuerzas de Seguridad. A preguntas del fiscal Vicente Mota, el agente explicó que los vehículos que conducían los proetarras tomaban “muchas medidas de seguridad”, como “meterse por carreteras comarcales”. El policía narró que se trataba de una conducción “anormal”, con “paradas innecesarias”, “giros en una rotonda para seguir por el mismo sentido en que venían” o “paradas en el arcén”.
El abogado Iñigo Iruin, que ejerce la defensa de Usabiaga, fue especialmente duro en su interrogatorio, con la evidente intención de echar por tierra las palabras del testigo. El agente 92.840, un tanto titubeante en algunos momentos, repitió una y otra vez sus argumentos ante las cansinas preguntas de Iruin.
Reuniones
Los viajes de Otegui a Francia fueron reconocidos por el propio acusado en su declaración del pasado lunes. En suelo galo, el batasuno se reunía, entre otros, con el dirigente proetarra Jokin Etxebarría Lagisquete, que en su momento fue el responsable del aparato político de ETA. Los agentes testificaron ayer cómo el chófer Orúe, Otegui y una tercera persona no identificada –se sabe que se trata de Usabiaga porque sí fue identificado al regreso, ya en España– viajaban hasta una ermita donde les esperaba Etxebarría. Allí se separaban, puesto que Orúe seguía en su coche mientras que Otegui y Usabiaga se marchaban en el vehículo del ex jefe etarra. No se sabe con certeza adónde iban, pero se sospecha que era a mantener reuniones con dirigentes más importantes de la banda terrorista ETA.
Ayer había citados hasta 20 agentes. De ellos, declararon sólo 12, puesto que el Ministerio Fiscal renunció al resto porque sus testimonios eran similares a los de sus compañeros. La anécdota del día la protagonizó, una vez más, la juez Ángela Murillo, que reveló los motivos por los que no acudió uno de los testigos. “El siguiente testigo no viene porque se ha casado”, comentó la magistrada entre las risas de los presentes.
Hoy, el juicio contra Otegui, Usabiaga y otros seis proetarras por urdir Bateragune (organismo de coordinación y dirección de ETA-Batasuna) continuará con la declaración de una decena de agentes y de los cinco primeros testigos de las defensas.