Los médicos se sienten cada vez más intimidados por los pacientes y la crisis



«Estoy en paro, doctor, ¿podría hacerme una receta con la
tarjeta de pensionista de mi madre?». Peticiones como ésta empiezan a
ser demasiado frecuentes en las consultas de atención primaria. Es un
síntoma de que la crisis económica también ha llegado a los consultorios
médicos y empieza a ser preocupante, ya que genera una gran
conflictividad, según advierte el presidente del Colegio de Médicos de
Cáceres, Carlos Arjona.
Los médicos se sienten «cada vez más presionados» por los
pacientes, en palabras de Arjona, para cometer ciertas irregularidades
con peticiones, bien de recetas, bajas por enfermedad o justificantes
médicos, que en la mayoría de los casos vienen derivadas por la precaria
situación económica o de inestabilidad laboral que sufren los
ciudadanos. Muchos buscan forzar una baja laboral para evitar un posible
despido.
La negativa de los facultativos a atender estas demandas,
u otras relativas a la atención médica, están provocando serios
conflictos que en algunos casos acaban en los tribunales. «La relación
médico-paciente se basa en la confianza y la nueva situación la está
alterando, lo que no sucedía antes. La gente va a las consultas a pedir
favores a los que el médico tiene que decir irremediablemente que no»,
explica Arjona.
El facultativo cometería «un fraude» por la falsificación
de documento público en cualquiera de los casos antes señalados, lo que
podría suponerle una sanción de suspensión de empleo y sueldo durante
al menos dos años. Sin embargo, eso «no lo entienden los pacientes» y el
'no' del médico es respondido en muchos casos con gritos, insultos o
amenazas.

Otra consecuencia de la crisis, la falta de sustituciones
de los facultativos en vacaciones o de baja, está suscitando el mismo
clima de irritación entre los pacientes, que tienen que sufrir largas
esperas en las consultas o para ser citados. «Lo pagan con el médico, al
que responsabilizan de la situación, y se enfrentan a él», asegura
Arjona.
Éste prevé que la situación se vea agravada en verano, y
más en los pueblos, ya que la Administración ha anunciado que no se
sustituirá a los facultativos.
La «presión» de la que alerta el colegio profesional se
extiende también a otros ámbitos de la relación médico-paciente, como la
«exigencia», en palabras de Carlos Arjona, de ordenar ciertas pruebas
diagnósticas que quizás el médico no considera necesarias.
«Internet está haciendo mucho daño en este sentido»,
reconoce el presidente del colegio, ya que muchos pacientes llegan a la
consulta con un 'auto diagnóstico' y con un listado de pruebas que cree
necesitar y las reclama.
También las continuas peticiones para que a un paciente
se le adelante en alguna lista de espera es motivo de disputa en las
consultas. «Los médicos no podemos hacer nada porque no somos nosotros
los que gestionamos estas listas», señala Arjona.
Entre unas cosas y otras, los pacientes parecen estar a
la greña continua y esta situación subyace en las agresiones que sufren
los médicos, de las que ocho llegaron a los tribunales el año pasado en
la provincia de Cáceres, siete verbales y una con lesiones. En lo poco
que va de año, los facultativos ya han denunciado tres nuevos casos, lo
que empieza a disparar las alarmas.

Desde el colegio profesional se anima a los médicos a
denunciar cualquier incidente que sobrepase el lógico y asumible límite
de la falta de educación. «Hemos impuesto la tolerancia cero a la
violencia, ya sea verbal o física», explica el presidente. En su
opinión, es una forma de poner «las condiciones» para prevenir hechos
más graves, como los que ocurrieron en Murcia o Salamanca donde dos
pacientes acabaron con la vida de dos médicos.
En los pueblos, los riesgos de sucesos violentos se
multiplica, mucho debido a que la mayoría de los facultativos del mundo
rural son mujeres, el núcleo de población es más reducido y existe mayor
grado de indefensión
http://www.hoy.es/v/20110130/caceres/medicos-sienten-cada-intimidados-20110130.html