"He pedido al Gobierno que dimita hoy y habrá un nuevo Gobierno mañana", ha avanzado el presidente egipcio en su declaración televisada. Mubarak ha lamentado "las víctimas inocentes de ambos bandos" y ha asegurado que las manifestaciones "no deberían haberse producido". Mubarak, que ha aludido a la "fina línea que separa la estabilidad del caos", ha asegurado que va a permanecer en Egipto "para mantener la estabilidad del país" y que cualquier amenaza será reprimida. El mandatario ha alabado además la labor de las fuerzas egipcias de seguridad.
Ha afirmado que "la soberanía será devuelta al pueblo" y ha recalcado que las "metas no pueden ser alcanzadas con la violencia" sino con "diálogo nacional". Tras reconocer que está "preocupado" por las movilizaciones de los últimos cuatro días, ha dicho que él "siempre" ha estado "al lado de la gente". "Y seguiré haciéndolo", ha añadido. Mubarak se ha comprometido a reducir el desempleo y a mejorar la educación y el sistema sanitario, además de tomar "todas las medidas para mantener la seguridad y la libertad" en el país.
Además, ha hecho un llamamiento especial a los jóvenes "para trabajar por el interés de la gente". "Incendiando los bienes no se puede satisfacer las aspiraciones de la gente", ha añadido. Pero los objetivos que se buscan -ha concluido- no pueden ser logrados por la violencia, sino por el diálogo nacional y esfuerzos que unan a las partes".
Minutos antes, también en una comparecencia en televisión, el presidente del Parlamento egipcio ha informado de que la cámara mantendrá una reunión ordinaria el próximo domingo, en la que se le pedirá al primer ministro que haga ciertas recomendaciones de la situación. Finalmente ha concluido preguntándose "¿qué más podemos hacer?"
Las manifestaciones del denominado 'Viernes de la Ira' han dejado al menos 29 muertos y más de 1.000 heridos. El Gobierno decretó el toque de queda desde las 18:00 hasta las 07:00 horas (una hora menos en España) y ordenó al Ejército que se movilizará para ayudar a la policía antidisturbios y detener las protestas. Sin embargo, tras entrar en vigor el toque de queda, los egipcios han seguido manifestándose por las principales ciudades del país. En Suez, un enfrentamiento durante esta noche ha dejado trece muertos y en la capital egipcia, han fallecido 16 personas tras ser ingresadas en el hospital por heridas graves.
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