Gobierno y PNV garantizarán a los etarras un futuro económico solvente
De acuerdo con Zapatero, Iñigo Urkullu ha ido a Bruselas a pedir el dinero que piensan entregar a los asesinos de ETA como premio a su trayectoria criminal.
REDACCIÓN HO/EUROPA PRESS.- La carrera de la indignidad nacional se precipita. El PSOE y el PNV se han repartido las tareas en el proceso de negociación con ETA. El presidente de los nacionalistas vascos, Iñigo Urkullu, ha estado en Bruselas para pedir a la Comisión Europea fondos económicos para supuestos programas de reinserción y socialización.
Se trata del mismo procedimiento seguido para el IRA: los fondos servirían para proporcionar a los terroristas un futuro económico sin sobresaltos cuando se les ponga en libertad y se les deje volver a España sin ser detenidos.
Este regalo a los que han asesinado, que según los planes de Zapatero recibirán el premio de un retiro dorado y subvencionado en España, libres de órdenes judiciales y sin ser molestados por la policía, lo ha explicado Urkullu adornando un poco semejante indignidad:
"Yo he hablado personalmente de lo que puede ser una cobertura que, para algunos puede ser solamente política, pero que tiene que ver con fondos sociales para un objetivo de convivencia en la sociedad vasca".
El dinero de los ciudadanos, para los asesinos
Urkullu ha reconocido este jueves que el Gobierno, el PSE y el propio Patxi López saben que el PNV está trabajando para lograr el apoyo europeo en un eventual proceso de “pacificación” en el País Vasco:
"No podrá decir el PSE o el Gobierno español o el lehendakari que no conocieran que el PNV estaba trabajando esta cuestión".
El líder nacionalista se entrevistó aywer en la sede del Ejecutivo comunitario con la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, y hoy lo ha hecho con el presidente del grupo liberal del Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt. El objetivo de ambos encuentros es lograr el apoyo de las instituciones comunitarias para financiar los mencionados programas de “reinserción y reconciliación” similares a los que se pusieron en marcha en Irlanda del Norte "cuando se den las condiciones".
De acuerdo con Zapatero, Iñigo Urkullu ha ido a Bruselas a pedir el dinero que piensan entregar a los asesinos de ETA como premio a su trayectoria criminal.
REDACCIÓN HO/EUROPA PRESS.- La carrera de la indignidad nacional se precipita. El PSOE y el PNV se han repartido las tareas en el proceso de negociación con ETA. El presidente de los nacionalistas vascos, Iñigo Urkullu, ha estado en Bruselas para pedir a la Comisión Europea fondos económicos para supuestos programas de reinserción y socialización.
Se trata del mismo procedimiento seguido para el IRA: los fondos servirían para proporcionar a los terroristas un futuro económico sin sobresaltos cuando se les ponga en libertad y se les deje volver a España sin ser detenidos.
Este regalo a los que han asesinado, que según los planes de Zapatero recibirán el premio de un retiro dorado y subvencionado en España, libres de órdenes judiciales y sin ser molestados por la policía, lo ha explicado Urkullu adornando un poco semejante indignidad:
"Yo he hablado personalmente de lo que puede ser una cobertura que, para algunos puede ser solamente política, pero que tiene que ver con fondos sociales para un objetivo de convivencia en la sociedad vasca".
El dinero de los ciudadanos, para los asesinos
Urkullu ha reconocido este jueves que el Gobierno, el PSE y el propio Patxi López saben que el PNV está trabajando para lograr el apoyo europeo en un eventual proceso de “pacificación” en el País Vasco:
"No podrá decir el PSE o el Gobierno español o el lehendakari que no conocieran que el PNV estaba trabajando esta cuestión".
El líder nacionalista se entrevistó aywer en la sede del Ejecutivo comunitario con la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, y hoy lo ha hecho con el presidente del grupo liberal del Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt. El objetivo de ambos encuentros es lograr el apoyo de las instituciones comunitarias para financiar los mencionados programas de “reinserción y reconciliación” similares a los que se pusieron en marcha en Irlanda del Norte "cuando se den las condiciones".