Dio 12 meses a Batasuna para que organizara su oferta electoral
ETA planea romper la nueva tregua tras las municipales
De mayo a mayo. Es el plazo de «suspensión de acciones ofensivas» que ETA ha dado para que su brazo político pueda, por un lado, consolidar la presencia que ya tiene en ayuntamientos del País Vasco y Navarra y, a ser posible, presentar candidaturas en los consistorios en los que la Justicia anuló sus candidaturas.
Imagen de la manifestación convocada en San Sebastián por familiares de detenidos por su presunta vinculación con ETA para denunciar supuestos malos tratos - Foto: EFE
1 Noviembre 10 - - J. M. Zuloaga
MADRID- Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, una vez celebradas las elecciones de mayo de 2011 (hayan colado las listas proetarras o no) la banda tendrá las manos libres para volver a los atentados. De hecho, en la actualidad, y dentro de la mayor clandestinidad, trata de consolidar una mínima organización que esté a salvo de investigaciones policiales.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Interior han señalado a este periódico que el «Gobierno desconfía profundamente de que ETA vaya anunciar su disolución o entregar las armas» y que el próximo comunicado, que se conocerá a lo largo de este mes, «será más de lo mismo». «Si se produce algún avance, será absolutamente insignificante».
La suspensión de «acciones ofensivas», que podría cambiar de nombre, con el fin de aparentar buena voluntad y adoptar algunos de los calificativos de los que se viene hablando –permanente, verificable o, incluso, inexorable– tendrá una duración de un año, desde mayo pasado hasta el mismo mes de 2011. Se ajustaría, más o menos, al mismo patrón que tuvieron anteriores treguas, en las que, según recuerdan los expertos consultados, ETA siempre se dedicó a labores de reorganización.
Un documento interno de Batasuna, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, marca las líneas de actuación para el próximo año y, de forma especial, la presentación a las elecciones municipales y forales de mayo. Los proetarras proponen poner en marcha «la apuesta política», que ya han realizado mediante los acuerdos con Eusko Alkartasuna, a los que se han sumado otras formaciones, que exigen, entre otras cosas, la derogación de la Ley de Partidos.
Asimismo, pretenden consolidar su presencia en los ayuntamientos en los que lograron colar sus candidaturas (con ANV o independientes) y trabajar en los que no pudieron concurrir: «En el ámbito institucional, debemos continuar trabajando en base a las prioridades marcadas pueblo a pueblo. Además, la elaboración de nuestra oferta electoral será un trabajo a realizar en todos los pueblos; tanto en los que estamos legales como en los que estamos en situación de “apartheid”». Es decir, que los «batasunos», por las razones que sean, dan como seguro que podrán repetir en las localidades en las que ya están presentes.
En el documento se cita mayo de este año como el mes en que se ha puesto en marcha la maquinaria para consolidar una «nueva Unidad Popular», prueba, según las referidas fuentes, que fue entonces cuando empezó a correr el año que ETA les ha dado para que se organicen.
Decisiones importantes
«En este curso debemos tomar decisiones importantes de cara a las elecciones de 2011, siempre en la lógica y desarrollo del proceso democrático. Más allá de formulaciones jurídicas, el principal objetivo es situar las elecciones municipales y forales en favor de la apuesta política», subrayan.
Sobre esa «apuesta», en el documento se descarta que la vía de la negociación entre ETA y el Estado se pueda abrir a corto plazo. Por ello, consideran que se deben «saltar» ese apartado, presente siempre en las estrategias del mundo proetarra, y pasar a la siguiente, que es en el que están, «para dar respuesta a los nudos del conflicto político y garantizar el derecho de autodeterminación y la territorialidad».
A lo largo de las 24 páginas de este documento interno de Batasuna no se cita ni una vez a ETA ni a la necesidad de que conceda treguas más o menos permanentes o verificables, como sí se hace en público, en función de los acuerdos con Eusko Alkartasuna y otros partidos.
Por el contrario, se subaraya que «sería un error pensar que el Estado levantará las medidas de excepción por su propia voluntad. Será mediante la lucha como conseguiremos que el Estado respete los derechos civiles y políticos y levante las medidas de excepción establecidas actualmente. Mediante la dinámica de respuesta, debemos superar el esquema de confrontación izquierda abertzale versus Estado y situarlo en Euskal Herria versus Estado. Dicho de otra forma; derechos versus imposición. Tiene que ser nuestro objetivo, articular esos sectores que, sin ser abertzales, se han posicionado en contra del estado de excepción. Tenemos que empezar a articular los mecanismos de presión contra los estados».
ETA planea romper la nueva tregua tras las municipales
De mayo a mayo. Es el plazo de «suspensión de acciones ofensivas» que ETA ha dado para que su brazo político pueda, por un lado, consolidar la presencia que ya tiene en ayuntamientos del País Vasco y Navarra y, a ser posible, presentar candidaturas en los consistorios en los que la Justicia anuló sus candidaturas.
Imagen de la manifestación convocada en San Sebastián por familiares de detenidos por su presunta vinculación con ETA para denunciar supuestos malos tratos - Foto: EFE
1 Noviembre 10 - - J. M. Zuloaga
MADRID- Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, una vez celebradas las elecciones de mayo de 2011 (hayan colado las listas proetarras o no) la banda tendrá las manos libres para volver a los atentados. De hecho, en la actualidad, y dentro de la mayor clandestinidad, trata de consolidar una mínima organización que esté a salvo de investigaciones policiales.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Interior han señalado a este periódico que el «Gobierno desconfía profundamente de que ETA vaya anunciar su disolución o entregar las armas» y que el próximo comunicado, que se conocerá a lo largo de este mes, «será más de lo mismo». «Si se produce algún avance, será absolutamente insignificante».
La suspensión de «acciones ofensivas», que podría cambiar de nombre, con el fin de aparentar buena voluntad y adoptar algunos de los calificativos de los que se viene hablando –permanente, verificable o, incluso, inexorable– tendrá una duración de un año, desde mayo pasado hasta el mismo mes de 2011. Se ajustaría, más o menos, al mismo patrón que tuvieron anteriores treguas, en las que, según recuerdan los expertos consultados, ETA siempre se dedicó a labores de reorganización.
Un documento interno de Batasuna, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, marca las líneas de actuación para el próximo año y, de forma especial, la presentación a las elecciones municipales y forales de mayo. Los proetarras proponen poner en marcha «la apuesta política», que ya han realizado mediante los acuerdos con Eusko Alkartasuna, a los que se han sumado otras formaciones, que exigen, entre otras cosas, la derogación de la Ley de Partidos.
Asimismo, pretenden consolidar su presencia en los ayuntamientos en los que lograron colar sus candidaturas (con ANV o independientes) y trabajar en los que no pudieron concurrir: «En el ámbito institucional, debemos continuar trabajando en base a las prioridades marcadas pueblo a pueblo. Además, la elaboración de nuestra oferta electoral será un trabajo a realizar en todos los pueblos; tanto en los que estamos legales como en los que estamos en situación de “apartheid”». Es decir, que los «batasunos», por las razones que sean, dan como seguro que podrán repetir en las localidades en las que ya están presentes.
En el documento se cita mayo de este año como el mes en que se ha puesto en marcha la maquinaria para consolidar una «nueva Unidad Popular», prueba, según las referidas fuentes, que fue entonces cuando empezó a correr el año que ETA les ha dado para que se organicen.
Decisiones importantes
«En este curso debemos tomar decisiones importantes de cara a las elecciones de 2011, siempre en la lógica y desarrollo del proceso democrático. Más allá de formulaciones jurídicas, el principal objetivo es situar las elecciones municipales y forales en favor de la apuesta política», subrayan.
Sobre esa «apuesta», en el documento se descarta que la vía de la negociación entre ETA y el Estado se pueda abrir a corto plazo. Por ello, consideran que se deben «saltar» ese apartado, presente siempre en las estrategias del mundo proetarra, y pasar a la siguiente, que es en el que están, «para dar respuesta a los nudos del conflicto político y garantizar el derecho de autodeterminación y la territorialidad».
A lo largo de las 24 páginas de este documento interno de Batasuna no se cita ni una vez a ETA ni a la necesidad de que conceda treguas más o menos permanentes o verificables, como sí se hace en público, en función de los acuerdos con Eusko Alkartasuna y otros partidos.
Por el contrario, se subaraya que «sería un error pensar que el Estado levantará las medidas de excepción por su propia voluntad. Será mediante la lucha como conseguiremos que el Estado respete los derechos civiles y políticos y levante las medidas de excepción establecidas actualmente. Mediante la dinámica de respuesta, debemos superar el esquema de confrontación izquierda abertzale versus Estado y situarlo en Euskal Herria versus Estado. Dicho de otra forma; derechos versus imposición. Tiene que ser nuestro objetivo, articular esos sectores que, sin ser abertzales, se han posicionado en contra del estado de excepción. Tenemos que empezar a articular los mecanismos de presión contra los estados».