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ETA mantiene activo el brazo armado de la extorsión que creó tras el parón del 11-M Banner19

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ETA mantiene activo el brazo armado de la extorsión que creó tras el parón del 11-M

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Juanito

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ADMINISTRADOR
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ETA mantiene activo el brazo armado de la extorsión que creó tras el parón del 11-M

Una unidad mixta del aparato militar y financiero es la encargada del chantaje, que nunca está en tregua

17.10.10 - 02:38 -
FERNANDO ITURRIBARRIA CORRESPONSAL | PARÍS.

Expertos franceses calculan que el 85% del presupuesto de ETA procede del chantaje

Un informe de la banda estipula que cada activista debe recibir 1.500 euros al mes

En el marco de la vigente suspensión de los atentados, ETA mantiene operativo el brazo armado de la extorsión económica, que sigue activa como han denunciado la patronal y autoridades vascas. 'Gesa', ejecutor violento de un chantaje que nunca está en tregua, fue creado en abril de 2004 cuando el potencial atemorizador de la amenaza terrorista quedó mermado por el parón técnico improvisado a raíz de la ofensiva islamista del 11-M.

Unidad mixta de los aparatos militar y financiero, se trata de la estructura encargada de ejercer sobre el terreno las medidas de amedrentamiento y represalia decididas contra los empresarios recalcitrantes al pago del 'impuesto revolucionario'. Estas actuaciones intimidatorias, que incluyen métodos expeditivos como el 'secuestro exprés', no entran dentro del cese de las acciones armadas ofensivas, pues forman parte de las habituales tareas de abastecimiento, en este caso económico.

Gracias a la incautación de contabilidad e informes internos, los servicios antiterroristas franceses tienen documentado el nacimiento de 'Gesa' en una época de alto el fuego no negociado similar a la actual. Entonces, en la primavera de 2004, el comité ejecutivo, 'Zuzendaritza Batzordea' o 'Zuba', ordenó a los comandos armados un parón temporal en su actividad, con repliegue de las células de liberados a Francia como medida de seguridad, en reacción a la conmoción provocada en la opinión pública por los atentados terroristas del 11-M. El primer fruto estratégico de este movimiento táctico fue la creación en el seno del aparato militar de una unidad nueva exclusivamente dedicada a la ejecución del chantaje económico.

'Gesa', su nombre, es el resultado de la contracción entre 'Esa' (nombre del aparato militar, abreviatura de 'Ekintza Saila', departamento de acción) y 'Gezi' (extorsión, siglas de 'Gora Euskal Zerga Iraultzaila', que significa 'Viva el impuesto revolucionario vasco'). Según los analistas franceses, la nueva estructura comenzó a funcionar en abril de 2004 a las órdenes de Peio Eskisabel Urtuzaga 'Xerpa', que acababa de asumir la co-jefatura del aparato militar, y tuvo un rápido desarrollo: de 14 personas en su creación pasó a contar con 35 en agosto del mismo año.

La reestructuración motivó un reparto de papeles en el entramado recaudatorio. 'Gezi', que sigue dentro del aparato político, se encarga de fijar los objetivos del chantaje económico, de enviar las cartas de extorsión, de recuperar las sumas exigidas y del seguimiento de los pagos.

Fichero de morosos

'Gesa', emanación del aparato militar, se ocupa de la fase coercitiva mediante la movilización de los comandos armados contra los contribuyentes recalcitrantes, que son encasillados en tres ficheros. El denominado 'Exprés' agrupa a los empresarios seleccionados para ser retenidos durante unas horas en un lugar apartado y obligados a pagar o a firmar un pagaré bajo amenazas. 'Egurra' reúne a los extorsionados que han pasado a ser objetivo militar por morosidad o impago. 'Salataria' designa a los merecedores de represalias prioritarias por haber informado a la policía.

El estreno de 'Gesa' fue providencial para restablecer con prontitud el equilibrio financiero de ETA, que arrastraba un persistente déficit a pesar del esfuerzo por controlar el gasto de los diferentes aparatos. Un informe de la tesorería o 'Diba' (por 'Diruzaintza Batzordea'), elevado a la reunión c elebrada por 'Zuba' en julio de 2004, subrayaba que las arcas se vaciaban debido a la tendencia a la baja de los ingresos y la confiscación de unos 100.000 euros desde comienzos de aquel año en operaciones policiales.

En la siguiente reunión del comité ejecutivo, fechada en setiembre de 2004, el mismo redactor se felicitaba por la regularidad y la importancia de los ingresos procedentes del 'impuesto revolucionario' recaudados por 'Gesa'. En agosto se había percibido una suma de 60.000 euros entregada por 'Ander', alias atribuido a Iñaki Arietaleaniz Telleria. Este ex preso se había reenganchado tras ser condenado en España a raíz de su arresto en 1993 por la Ertzaintza en una operación combinada con la policía francesa contra una red de extorsión dirigida por Carlos Almorza Arrieta 'Hilario'.

Un mes después la inyección fue de 172.200 euros gracias al cobro de tres impuestos distintos que provocaron que el balance mensual por fin fuese positivo frente a unos gastos de 94.400 euros. Es decir, en apenas ocho semanas, con solo cuatro 'zerga' (impuesto) ETA ingresó casi un cuarto de millón de euros.

Los expertos franceses atribuyen la autoría de estos informes contables a Soledad Iparragirre Genetxea 'Anboto', que bajo el alias de 'Baltza' había asumido a principios de los años 2000 la jefatura de 'Diba' y de 'Gezi'. En la casa rural que ocupaba en Salies de Béarn (Pirineos Atlánticos) con Mikel Albisu Iriarte 'Antza', jefe del aparato político, se intervino el mayor y más completo volumen documental sobre la finanzas de ETA descubierto hasta la fecha.

De su estudio, los analistas deducen que por lo menos el 85% del presupuesto total procede de la extorsión. Alrededor del 7% es resultado de la venta a simpatizantes de bonos y de artículos con el emblema de la serpiente enroscada en el hacha. El resto corresponde a aportaciones voluntarias.

En una nota interna, 'Baltza' explicaba a un comando de 'legales' (no fichados) los procedimientos que debían desarrollar en el seno de 'Gesa'. Les ordenaba realizar pintadas amenazantes en el domicilio del moroso, llamar a la puerta y disparar al aire, recurrir a 'arrestos' (secuestros exprés) y utilizar artefactos explosivos cerca del objetivo.

Pero puntualizaba que los miembros de la célula debían interiorizar que se trataba de acciones de advertencia que no tenían que causar víctimas, sólo daños materiales. Las bombas tenían que ser etiquetadas con las siglas de ETA y no estar escondidas para que el contenido del paquete resultara evidente.

Petición a un ex futbolista

En otro documento, la tesorera insistía a sus subordinados sobre la conveniencia de establecer pagos en plazos para disponer de 'cash flow' de cara a los ejercicios venideros. En una carta remitida a un ex futbolista internacional se le proponía una contribución anual de 6.000 euros a la lucha de liberación nacional mientras que a un holding empresarial vasco se le reclamó el pago escalonado de doce millones hasta 2014.

Un informe de 'Diba', aprobado por 'Zuba' en su reunión de julio de 2004, estipuló la atribución mensual a cada activista de una suma de 1.500 euros, revisable al alza en caso de necesidad. Esa asignación se descompone en 600 euros para cubrir las necesidades del mes en curso más otros 900 «de seguridad» para resistir mes y medio en caso de pérdida de contacto con la organización.

Otra nota de la tesorería dirigida a los jefes de aparato insistía sobre la necesidad de disimular las cantidades de dinero elevadas que recibían con carácter trimestral. En cumplimiento de ese imperativo de seguridad, 'Antza' y Anboto' habían puesto sus reservas económicas a buen recaudo en su guarida bearnesa.

En el depósito de un lavadero, al que se accedía por un camino de tierra trasero, se encontró al desplazar las dos losas que lo tapaban un bidón de plástico flotando en el agua. En su interior había dos embalajes termosellados en los que se guardaban un total de 21.000 euros en billetes de 20 y 50. Era la economía sumergida de 'Gezi'.

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