La Guardia Civil detiene a un segundo sospechoso del atraco en Pontevedra
Un agente ha muerto y otro ha resultado herido en el tiroteo de ayer
El guardia civil Jorge Piñeiro Lorenzo, de 38 años, falleció ayer en un tiroteo registrado durante un intento de atraco a una sucursal bancaria de Caixa Galicia en la calle Antonio Facorro de A Cañiza (Pontevedra). Su compañero, Alfonso José Riveiro Cabaleiro, de 32 años, ha resultado herido leve, al igual que uno de los asaltantes. Otro de los presuntos ladrones, J.A.M.M., natural de A Coruña de 36 años, ha sido detenido en una población cercana hacia las 6.00 de la tarde.
El suceso se ha producido en torno a las 7.00 cuando los asaltantes, vestidos con monos de obreros, estaban haciendo un butrón en un edificio, cuyo bajo estaba en obras, que está junto al banco. La alarma, conectada con el cuartel de Tui, saltó y los agentes enviaron al lugar a Piñeiro y Riveiro, que pertenecen a la cercana localidad de Covelo. Los agentes llegaron mientras los ladrones, que no se habían percatado de que la alarma había saltado, estaban haciendo el agujero en la pared. En ese momento se inició el tiroteo que acabó con la vida de Piñeiro, padre de tres hijos, el más pequeño de cuatro meses, según ha afirmado el alcalde Covelo, César Mera.
Cuando Riveiro intentaba esposar a uno de los atracadores, este le disparó causándole heridas leves en el cuello y la nuca, de las que ha sido atendido en la clínica de Fátima de Vigo. El ladrón intentó huir en una furgoneta de una empresa de pinturas, aunque el conductor de la misma logró reducirle y el agente lo detuvo. El ladrón, que también está herido de carácter leve, ha sido trasladado en un hospital de Vigo.
El detenido por la tarde por la Guardia Civil había logrado escapar en una furgoneta modelo Citroën C-15, aunque no se descarta que haya un tercer involucrado en el suceso que también estaría fugado. La Guardia Civil sospechaba que los ladrones podían haber huido a Portugal, cuya frontera está cerca de A Cañiza, o a la zona de Ourense y había montado un amplio dispositivo de búsqueda. Los sospechosos residen en la zona de Vigo y las autoridades los consideran peligros. Tienen antecedentes penales aunque ninguno por delito de sangre.
Un agente ha muerto y otro ha resultado herido en el tiroteo de ayer
El guardia civil Jorge Piñeiro Lorenzo, de 38 años, falleció ayer en un tiroteo registrado durante un intento de atraco a una sucursal bancaria de Caixa Galicia en la calle Antonio Facorro de A Cañiza (Pontevedra). Su compañero, Alfonso José Riveiro Cabaleiro, de 32 años, ha resultado herido leve, al igual que uno de los asaltantes. Otro de los presuntos ladrones, J.A.M.M., natural de A Coruña de 36 años, ha sido detenido en una población cercana hacia las 6.00 de la tarde.
El suceso se ha producido en torno a las 7.00 cuando los asaltantes, vestidos con monos de obreros, estaban haciendo un butrón en un edificio, cuyo bajo estaba en obras, que está junto al banco. La alarma, conectada con el cuartel de Tui, saltó y los agentes enviaron al lugar a Piñeiro y Riveiro, que pertenecen a la cercana localidad de Covelo. Los agentes llegaron mientras los ladrones, que no se habían percatado de que la alarma había saltado, estaban haciendo el agujero en la pared. En ese momento se inició el tiroteo que acabó con la vida de Piñeiro, padre de tres hijos, el más pequeño de cuatro meses, según ha afirmado el alcalde Covelo, César Mera.
Cuando Riveiro intentaba esposar a uno de los atracadores, este le disparó causándole heridas leves en el cuello y la nuca, de las que ha sido atendido en la clínica de Fátima de Vigo. El ladrón intentó huir en una furgoneta de una empresa de pinturas, aunque el conductor de la misma logró reducirle y el agente lo detuvo. El ladrón, que también está herido de carácter leve, ha sido trasladado en un hospital de Vigo.
El detenido por la tarde por la Guardia Civil había logrado escapar en una furgoneta modelo Citroën C-15, aunque no se descarta que haya un tercer involucrado en el suceso que también estaría fugado. La Guardia Civil sospechaba que los ladrones podían haber huido a Portugal, cuya frontera está cerca de A Cañiza, o a la zona de Ourense y había montado un amplio dispositivo de búsqueda. Los sospechosos residen en la zona de Vigo y las autoridades los consideran peligros. Tienen antecedentes penales aunque ninguno por delito de sangre.