La banda de atracadores que mató a una cajera de un banco en Cambrils (Tarragona) y que cayó anteayer, martes, en una gran operación realizada por cuatro cuerpos policiales en Vizcaya y Cantabria, robó más de un banco en Asturias. Hasta ahora se creía que sólo había atracado una sucursal de Cajastur en el polígono de Asipo, en julio del año pasado, pero la Guardia Civil, tras interrogar a los testigos, ha podido determinar que fueron estos mismos atracadores quienes asaltaron otra oficina de la misma entidad en Candás (Carreño), el 26 de noviembre de 2008.
Los atracadores utilizaron en esta entidad el mismo «modus operandi» de sus otros asaltos: se disfrazaron con pelucas y barbas postizas, exhibieron armas de fuego para amedrentar a los empleados (había cuatro en el momento del asalto de Candás, además de nueve clientes) y una inusitada violencia que bloqueó cualquier resistencia por parte de las víctimas. Los asaltantes se llevaron el dinero en bolsas de basura, entre 24.000 y 30.000 euros.
Los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón disponían de las grabaciones realizadas en el banco, pero no eran muy precisas. A raíz de la publicación de las grabaciones de los asaltos a Cambrils y la sucursal del polígono de Asipo, los testigos indicaron a los agentes que se trataba de las mismas personas que habían atracado el banco de Candás en 2008.
Aunque se creyó que los atracadores habían actuado en una sucursal de la Caixa Galicia en Avilés y en dos oficinas de Cajastur de Gijón, a la Jefatura Superior de Policía no le consta la intervención de la banda atrapada. Las fotografías de esos asaltos muestran a los atracadores con otro tipo de disfraces a los utilizados habitualmente por la banda, cuya seña de identidad era el uso de barbas postizas y pelucas.
Los cinco atracadores detenidos -tres de ellos en Bilbao, otro en Portugalete, también en Vizcaya, y en la localidad cántabra de Castro Urdiales- pasarán hoy a primera hora a disposición del Juzgado que investiga la muerte de la cajera Estela Calduch durante el último atraco de la banda, en octubre pasado. El autor de los disparos es un hombre apodado «Bravo», un conocido hostelero de Castro Urdiales, natural de Burdeos (suroeste de Francia), que tuvo hasta tres negocios con anterioridad. Todo indica que el disparo que alcanzó mortalmente a la cajera en el cuello fue accidental, lo que no impide calificar a la banda como muy peligrosa, puesto que derrochaba bastante violencia en sus atracos. En el del polígono de Asipo, por ejemplo, llegaron a golpear a un empleado de la sucursal.
Se estima que la banda ha podido cometer medio centenar de atracos en la cornisa cantábrica y en Cataluña. Desde el año 2008 ha dejado su rastro por Galicia, Asturias, Cantabria y especialmente el País Vasco. No obstante, hay indicios que apuntan a que ya podría haber actuado en 2005.
La banda estaba dirigida por un delincuente apodado «Johnny», que marcaba los objetivos. Los atracadores se movían en torno al restaurante Aritz, en la zona de Las Casillas, en Bilbao. Este negocio y otras actividades les permitían blanquear el dinero que obtenían con sus robos. Otros dos miembros de la banda fueron detenidos hace unos meses por otros asuntos y falta uno por arrestar.
http://www.lne.es/sucesos/2011/03/31/guardia-civil-atribuye-banda-cambrils-atraco-candas-2008/1053875.html
Los atracadores utilizaron en esta entidad el mismo «modus operandi» de sus otros asaltos: se disfrazaron con pelucas y barbas postizas, exhibieron armas de fuego para amedrentar a los empleados (había cuatro en el momento del asalto de Candás, además de nueve clientes) y una inusitada violencia que bloqueó cualquier resistencia por parte de las víctimas. Los asaltantes se llevaron el dinero en bolsas de basura, entre 24.000 y 30.000 euros.
Los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón disponían de las grabaciones realizadas en el banco, pero no eran muy precisas. A raíz de la publicación de las grabaciones de los asaltos a Cambrils y la sucursal del polígono de Asipo, los testigos indicaron a los agentes que se trataba de las mismas personas que habían atracado el banco de Candás en 2008.
Aunque se creyó que los atracadores habían actuado en una sucursal de la Caixa Galicia en Avilés y en dos oficinas de Cajastur de Gijón, a la Jefatura Superior de Policía no le consta la intervención de la banda atrapada. Las fotografías de esos asaltos muestran a los atracadores con otro tipo de disfraces a los utilizados habitualmente por la banda, cuya seña de identidad era el uso de barbas postizas y pelucas.
Los cinco atracadores detenidos -tres de ellos en Bilbao, otro en Portugalete, también en Vizcaya, y en la localidad cántabra de Castro Urdiales- pasarán hoy a primera hora a disposición del Juzgado que investiga la muerte de la cajera Estela Calduch durante el último atraco de la banda, en octubre pasado. El autor de los disparos es un hombre apodado «Bravo», un conocido hostelero de Castro Urdiales, natural de Burdeos (suroeste de Francia), que tuvo hasta tres negocios con anterioridad. Todo indica que el disparo que alcanzó mortalmente a la cajera en el cuello fue accidental, lo que no impide calificar a la banda como muy peligrosa, puesto que derrochaba bastante violencia en sus atracos. En el del polígono de Asipo, por ejemplo, llegaron a golpear a un empleado de la sucursal.
Se estima que la banda ha podido cometer medio centenar de atracos en la cornisa cantábrica y en Cataluña. Desde el año 2008 ha dejado su rastro por Galicia, Asturias, Cantabria y especialmente el País Vasco. No obstante, hay indicios que apuntan a que ya podría haber actuado en 2005.
La banda estaba dirigida por un delincuente apodado «Johnny», que marcaba los objetivos. Los atracadores se movían en torno al restaurante Aritz, en la zona de Las Casillas, en Bilbao. Este negocio y otras actividades les permitían blanquear el dinero que obtenían con sus robos. Otros dos miembros de la banda fueron detenidos hace unos meses por otros asuntos y falta uno por arrestar.
http://www.lne.es/sucesos/2011/03/31/guardia-civil-atribuye-banda-cambrils-atraco-candas-2008/1053875.html