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En estos tiempos de crisis parece verdad aquello de más vale pedir que robar. Supermercados y grandes almacenes sufren robos en España por valor de 2.682 millones de euros, 123 millones menos que el ejercicio anterior, según revela el Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución de 2010.
Esta cifra representa el 1,30% de las ventas que alcanza este sector y supone un descenso del 4,4% sobre 2009. La razón de esta caída viene determinada por una mayor inversión en seguridad. A nadie sorprende ya ver las latas de paté dentro de casacas de metacrilato o tener que pedir a la cajera las cuchillas de afeitar.
Las empresas destinaron a controlar los robos 784 millones, un 5% más que el ejercicio anterior. Sin olvidar algo que también influye como es la caída del consumo, cuanto menos se visiten las tiendas menos posibilidades de caer en la tentación. Pero los supermercados y los grandes almacenes tienen aún una tarea pendiente: el pillaje de sus propios empleados.
La mayor parte de las pérdidas desconocidas que sufre la distribución corren a cargo de sus clientes, el 49,4% de los robos, pero es también en ellos en quienes han fijado su estrategia las empresas logrando que el pasado año se redujeran en casi un punto porcentual estos hurtos. Donde ahora tienen el caballo de batalla las compañías es en los robos que realizan sus propios trabajadores.
El llamado hurto interno ha pasado de representar un 28% a casi el 30% del total. Lo señala el director general de Checkpoint Systems, Mariano Tudela: “Se ha hecho más control del hurto externo ahora lo que se buscará serán métodos para controlar el interno, como mayor rotación de las cajeras, y más control en la cadena de suministro”.
De hecho, mientras el hurto externo ha ido cayendo desde el máximo que marcó en 2007, cuando los clientes realizaban el 53% de los robos hasta el 49,4% actual; los hurtos realizados por los trabajadores han marcado la tendencia contraria, en 2007 representaban menos del 25% de lo robado y ahora suponen casi un 30%.
Las empresas tienen otra batalla en los errores administrativos. Estas faltas han crecido de un año para otro en 2,2 puntos porcentuales: ahora el 15,9% de las pérdidas desconocidas vienen determinadas por estos fallos.
Lo peor es que el coste de todas estas pérdidas lo acabamos pagando todos. “Las empresas se ven obligadas a subir el precio del producto para compensar estas pérdidas”, explica Tudela. De esta forma, la pérdida desconocida pasa una factura a cada español de 74,29 euros al año. Cada familia paga 203,29 euros por estos hurtos, un 34% más que en 2009.
El Barómetro del Hurto es un informe realizado por el Centro para la Investigación en la Distribución para la empresa de seguridad de Checkpoint Systems.
fuente: http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/finanzas-personales/empresas/crecen-los-robos-los-propios-trabajadores
Esta cifra representa el 1,30% de las ventas que alcanza este sector y supone un descenso del 4,4% sobre 2009. La razón de esta caída viene determinada por una mayor inversión en seguridad. A nadie sorprende ya ver las latas de paté dentro de casacas de metacrilato o tener que pedir a la cajera las cuchillas de afeitar.
Las empresas destinaron a controlar los robos 784 millones, un 5% más que el ejercicio anterior. Sin olvidar algo que también influye como es la caída del consumo, cuanto menos se visiten las tiendas menos posibilidades de caer en la tentación. Pero los supermercados y los grandes almacenes tienen aún una tarea pendiente: el pillaje de sus propios empleados.
La mayor parte de las pérdidas desconocidas que sufre la distribución corren a cargo de sus clientes, el 49,4% de los robos, pero es también en ellos en quienes han fijado su estrategia las empresas logrando que el pasado año se redujeran en casi un punto porcentual estos hurtos. Donde ahora tienen el caballo de batalla las compañías es en los robos que realizan sus propios trabajadores.
El llamado hurto interno ha pasado de representar un 28% a casi el 30% del total. Lo señala el director general de Checkpoint Systems, Mariano Tudela: “Se ha hecho más control del hurto externo ahora lo que se buscará serán métodos para controlar el interno, como mayor rotación de las cajeras, y más control en la cadena de suministro”.
De hecho, mientras el hurto externo ha ido cayendo desde el máximo que marcó en 2007, cuando los clientes realizaban el 53% de los robos hasta el 49,4% actual; los hurtos realizados por los trabajadores han marcado la tendencia contraria, en 2007 representaban menos del 25% de lo robado y ahora suponen casi un 30%.
Las empresas tienen otra batalla en los errores administrativos. Estas faltas han crecido de un año para otro en 2,2 puntos porcentuales: ahora el 15,9% de las pérdidas desconocidas vienen determinadas por estos fallos.
Lo peor es que el coste de todas estas pérdidas lo acabamos pagando todos. “Las empresas se ven obligadas a subir el precio del producto para compensar estas pérdidas”, explica Tudela. De esta forma, la pérdida desconocida pasa una factura a cada español de 74,29 euros al año. Cada familia paga 203,29 euros por estos hurtos, un 34% más que en 2009.
El Barómetro del Hurto es un informe realizado por el Centro para la Investigación en la Distribución para la empresa de seguridad de Checkpoint Systems.
fuente: http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/finanzas-personales/empresas/crecen-los-robos-los-propios-trabajadores
