Mutxamel
Una oleada de robos azota la urbanización Bonalba tras suprimir la vigilancia privada
Los vecinos denuncian que cada semana se registran entre dos y cuatro asaltos en viviendas y reclaman medidas al Ayuntamiento y la Guardia Civil
La entrada a Bonalba desde Busot, cuya puerta piden los vecinos que se cierre por las noches. J. A. R.
JOSE ANTONIO RICO
La urbanización Bonalba de Mutxamel está siendo víctima de una oleada de robos desde hace unos dos meses, según informaron ayer residentes, representantes vecinales y fuentes cercanas a las investigaciones abiertas por la Guardia Civil con motivo de estos asaltos. Los robos se producen sobre todo en chalés ubicados junto al campo de golf, donde la iluminación es escasa y los ladrones cuentan con varias vías de escape. Además, este año se ha suprimido la vigilancia privada, lo cual ha incrementado la inseguridad. El último asalto se registró en la madrugada del lunes con el robo de unos 700 euros en una tienda de golf.
Cada semana se producen entre dos y cuatro asaltos, muchos de ellos mientras los moradores están durmiendo, sustrayendo joyas y dinero. La situación ha creado una gran preocupación en el vecindario, que ha vuelto a reclamar al Ayuntamiento medidas para frenar esta escalada de robos en una amplia zona que es muy difícil de vigilar. Además de pedir mayor presencia de la Guardia Civil y Policía Local, solicitan que el Ayuntamiento, a través de los agentes municipales, cierre por las noches uno de los dos accesos a la urbanización, que cuenta con una puerta que está siempre abierta en la zona más cercana a Busot.
Desde el uno de enero esta zona residencial, que está compuesta por más de 20 urbanizaciones con más de 2.200 empadronados, carece del servicio de vigilancia privada, después de acordar su supresión por los grandes gastos económicos que suponía -unos 180.000 euros anuales- y porque había urbanizaciones que no pagaban pero se beneficiaban del servicio. Desde entonces ya no hay guardias ni se cierra la segunda entrada, aunque desde el Ayuntamiento señalaron ayer que este acceso no es posible clausurarlo. El motivo es que ahora ese vial es público tras haber recepcionado la Corporación la obra, y por ello no se puede cerrar al tráfico una calle que ya no es privada.
Preocupación
Leo Llorca pertenece a la directiva de la asociación de vecinos de Bonalba y regenta un comercio en la zona. Ayer explicaba que "el pasado sábado entraron en otra casa por la cocina pero sólo se llevaron la cartera porque saltó la alarma. La gente está preocupada y en la próxima reunión con el Ayuntamiento vamos a insistir en que refuercen la vigilancia y que se cierre uno de los accesos por la noche. Antes teníamos mucha más vigilancia con la seguridad privada pero también había robos, como los ocurridos en pasado verano, pero ahora hay más". Recuerda que son una urbanización como cualquier otra, abierta, y sus calles son públicas, por lo que las autoridades deben velar por su seguridad.
Juan, otro vecino de la zona, explicaba ayer que "no estamos tranquilos. Entran con la gente durmiendo y da miedo. Los vecinos se ponen alarmas pero a pesar de ello siguen entrando".
Los residentes señalan que se trata de gente profesional, no como otras oleadas de robos en las que dejaban huellas y se llevaban televisores, ordenadores y otros equipos electrónicos. Sólo buscan dinero y joyas y son muy cuidadosos.
Desde el Ayuntamiento señalaron ayer que se está trabajando para mejorar la seguridad y la coordinación con la Guardia Civil. Recordaron que a través del Plan E se va a instalar alumbrado público en el acceso principal de Bonalba para aumentar así la seguridad.
Una oleada de robos azota la urbanización Bonalba tras suprimir la vigilancia privada
Los vecinos denuncian que cada semana se registran entre dos y cuatro asaltos en viviendas y reclaman medidas al Ayuntamiento y la Guardia Civil
La entrada a Bonalba desde Busot, cuya puerta piden los vecinos que se cierre por las noches. J. A. R.
JOSE ANTONIO RICO
La urbanización Bonalba de Mutxamel está siendo víctima de una oleada de robos desde hace unos dos meses, según informaron ayer residentes, representantes vecinales y fuentes cercanas a las investigaciones abiertas por la Guardia Civil con motivo de estos asaltos. Los robos se producen sobre todo en chalés ubicados junto al campo de golf, donde la iluminación es escasa y los ladrones cuentan con varias vías de escape. Además, este año se ha suprimido la vigilancia privada, lo cual ha incrementado la inseguridad. El último asalto se registró en la madrugada del lunes con el robo de unos 700 euros en una tienda de golf.
Cada semana se producen entre dos y cuatro asaltos, muchos de ellos mientras los moradores están durmiendo, sustrayendo joyas y dinero. La situación ha creado una gran preocupación en el vecindario, que ha vuelto a reclamar al Ayuntamiento medidas para frenar esta escalada de robos en una amplia zona que es muy difícil de vigilar. Además de pedir mayor presencia de la Guardia Civil y Policía Local, solicitan que el Ayuntamiento, a través de los agentes municipales, cierre por las noches uno de los dos accesos a la urbanización, que cuenta con una puerta que está siempre abierta en la zona más cercana a Busot.
Desde el uno de enero esta zona residencial, que está compuesta por más de 20 urbanizaciones con más de 2.200 empadronados, carece del servicio de vigilancia privada, después de acordar su supresión por los grandes gastos económicos que suponía -unos 180.000 euros anuales- y porque había urbanizaciones que no pagaban pero se beneficiaban del servicio. Desde entonces ya no hay guardias ni se cierra la segunda entrada, aunque desde el Ayuntamiento señalaron ayer que este acceso no es posible clausurarlo. El motivo es que ahora ese vial es público tras haber recepcionado la Corporación la obra, y por ello no se puede cerrar al tráfico una calle que ya no es privada.
Preocupación
Leo Llorca pertenece a la directiva de la asociación de vecinos de Bonalba y regenta un comercio en la zona. Ayer explicaba que "el pasado sábado entraron en otra casa por la cocina pero sólo se llevaron la cartera porque saltó la alarma. La gente está preocupada y en la próxima reunión con el Ayuntamiento vamos a insistir en que refuercen la vigilancia y que se cierre uno de los accesos por la noche. Antes teníamos mucha más vigilancia con la seguridad privada pero también había robos, como los ocurridos en pasado verano, pero ahora hay más". Recuerda que son una urbanización como cualquier otra, abierta, y sus calles son públicas, por lo que las autoridades deben velar por su seguridad.
Juan, otro vecino de la zona, explicaba ayer que "no estamos tranquilos. Entran con la gente durmiendo y da miedo. Los vecinos se ponen alarmas pero a pesar de ello siguen entrando".
Los residentes señalan que se trata de gente profesional, no como otras oleadas de robos en las que dejaban huellas y se llevaban televisores, ordenadores y otros equipos electrónicos. Sólo buscan dinero y joyas y son muy cuidadosos.
Desde el Ayuntamiento señalaron ayer que se está trabajando para mejorar la seguridad y la coordinación con la Guardia Civil. Recordaron que a través del Plan E se va a instalar alumbrado público en el acceso principal de Bonalba para aumentar así la seguridad.