La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia dice que el acusado R.R.I., de 44 años, violó a su hija de manera continuada desde los 8 a los 15 años, la sometió a tocamientos y le obligó a realizarle felaciones.

Como consecuencia de dichos contactos, la menor se quedó embarazada cuando tenía 14 años y fue sometida a una interrupción voluntaria del embarazo el 9 de abril de 2007, sin que su madre fuese informada, ocasión en la que el acusado dijo a su hija que debía manifestar al psicólogo que "se había quedado embarazada de su novio y que quería abortar voluntariamente".

Los abusos se produjeron de manera continuada durante 7 años y aprovechando que el acusado, residente en Dos Hermanas (Sevilla), tenía atribuida la guarda y custodia de sus cuatro hijos menores.

Los jueces valoran el testimonio de la víctima, que les impresionó "subjetivamente como sincero y creíble" y lleno de detalles "intrascendentes pero que se quedan grabados en la memoria" como la ocasión en que su padre la desvirgó en un palomar y la caja de madera donde la colocó quedó manchada de sangre.

Asimismo, la menor relató que la última agresión ocurrió el 17 de diciembre de 2007, cuando se negó a las proposiciones de su padre y éste le pegó en la cabeza con la escayola que llevaba en un brazo. El 20 de diciembre de 2007, la niña contó lo sucedido a su madre, quien interpuso una denuncia al día siguiente, explica la sentencia.


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