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La actuación contó con la participación de perros amaestrados de Badajoz
Nuevo golpe policial al tráfico de drogas en Mérida, una vez más en la barriada de San Lázaro. Tres personas han sido detenidas en una operación en la que participaron agentes de la Comisaría de Policía Nacional de la capital autonómica con el apoyo de efectivos y del grupo canino de Badajoz.
Según ha podido saber Hoy, los agentes emeritenses consiguieron incautarse de unos 80 gramos de 'revuelto' (mezcla habitual que se vende a los drogodependientes), 15 de heroína y otros tantos de cocaína. Asimismo, intervinieron un vehículo, joyas aún por valorar y en torno a 1.500 euros de dinero en efectivo.
Una actuación singular
La operación que se llevó ayer a cabo en San Lázaro se encuadra dentro de la actividad habitual del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría emeritense. Sin embargo, en este caso contó con varias particularidades que explican el éxito de la actuación en lo que a número de detenidos se refiere.
Una de las peculiaridades es la forma en la que se accedió a la vivienda que fue registrada. La Policía aprovechó una salida de dos de sus ocupantes para detenerles fuera del barrio, tras lo que acudieron a la casa, donde se encontraron con un tercer familiar.
Una vez allí, tuvieron que esperar a que el juzgado emitiese la correspondiente orden de registro. Debido a que este trámite tuvo que hacerse sobre la marcha, la actuación se prolongó más de lo habitual en estos casos (los agentes estuvieron en la zona desde las 11.00 hasta las 15.00 horas, aproximadamente). En contrapartida, el resultado obtenido fue mejor, lo que permitió la detención de las tres personas citadas, que ya se han visto vinculadas en operaciones anteriores.
Junto a esto, participaron en el operativo perros amaestrados de la Policía Nacional de Badajoz. Su labor fue determinante para encontrar en el interior del domicilio la droga que fue incautada y que estaba lista para el 'menudeo' habitual en San Lázaro.
Además del Grupo de Estupefacientes, participaron en el operativo la Brigada de Seguridad Ciudadana de Mérida y el Grupo de Respuesta de Badajoz, con la presencia de guías caninos. En total, unos 20 agentes estuvieron ayer en San Lázaro.
Poco a poco
Las operaciones que se llevan a cabo de forma periódica en San Lázaro no suelen descubrir mucho material, ni suponen grandes golpes al tráfico de drogas en la ciudad, pero demuestran que la presión policial se mantiene, lo que también tiene sus resultados entre el mercado de estupefacientes.
De hecho, una de las razones de que las cantidades incautadas sean pequeñas es precisamente la acción continua de la Policía Nacional en el principal punto de tráfico de la ciudad, ya que los vendedores a pequeña escala prefieren disponer de un escaso volumen de droga por el temor a nuevas operaciones. Esto obliga a que tengan que recurrir a los mayoristas con más frecuencia de la que quisieran, lo que les expone aún más a las labores de investigación.
Pero, como sucedió de nuevo ayer, el mayor inconveniente que se encuentran los agentes en su trabajo es la dificultad para acceder a las viviendas. Vallas, rejas y puertas blindadas convierten a estas residencias en 'bunkers'. Para poder entrar hay que dedicar más tiempo del deseado, lo que da a los traficantes un margen de maniobra muy amplio para deshacerse de las pruebas.
A pesar de estas dificultades, la Policía Nacional consigue mantener a raya a los principales vendedores de drogas a pequeña escala de la capital autonómica con operaciones como la efectuada ayer en San Lázaro.
Nuevo golpe policial al tráfico de drogas en Mérida, una vez más en la barriada de San Lázaro. Tres personas han sido detenidas en una operación en la que participaron agentes de la Comisaría de Policía Nacional de la capital autonómica con el apoyo de efectivos y del grupo canino de Badajoz.
Según ha podido saber Hoy, los agentes emeritenses consiguieron incautarse de unos 80 gramos de 'revuelto' (mezcla habitual que se vende a los drogodependientes), 15 de heroína y otros tantos de cocaína. Asimismo, intervinieron un vehículo, joyas aún por valorar y en torno a 1.500 euros de dinero en efectivo.
Una actuación singular
La operación que se llevó ayer a cabo en San Lázaro se encuadra dentro de la actividad habitual del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría emeritense. Sin embargo, en este caso contó con varias particularidades que explican el éxito de la actuación en lo que a número de detenidos se refiere.
Una de las peculiaridades es la forma en la que se accedió a la vivienda que fue registrada. La Policía aprovechó una salida de dos de sus ocupantes para detenerles fuera del barrio, tras lo que acudieron a la casa, donde se encontraron con un tercer familiar.
Una vez allí, tuvieron que esperar a que el juzgado emitiese la correspondiente orden de registro. Debido a que este trámite tuvo que hacerse sobre la marcha, la actuación se prolongó más de lo habitual en estos casos (los agentes estuvieron en la zona desde las 11.00 hasta las 15.00 horas, aproximadamente). En contrapartida, el resultado obtenido fue mejor, lo que permitió la detención de las tres personas citadas, que ya se han visto vinculadas en operaciones anteriores.
Junto a esto, participaron en el operativo perros amaestrados de la Policía Nacional de Badajoz. Su labor fue determinante para encontrar en el interior del domicilio la droga que fue incautada y que estaba lista para el 'menudeo' habitual en San Lázaro.
Además del Grupo de Estupefacientes, participaron en el operativo la Brigada de Seguridad Ciudadana de Mérida y el Grupo de Respuesta de Badajoz, con la presencia de guías caninos. En total, unos 20 agentes estuvieron ayer en San Lázaro.
Poco a poco
Las operaciones que se llevan a cabo de forma periódica en San Lázaro no suelen descubrir mucho material, ni suponen grandes golpes al tráfico de drogas en la ciudad, pero demuestran que la presión policial se mantiene, lo que también tiene sus resultados entre el mercado de estupefacientes.
De hecho, una de las razones de que las cantidades incautadas sean pequeñas es precisamente la acción continua de la Policía Nacional en el principal punto de tráfico de la ciudad, ya que los vendedores a pequeña escala prefieren disponer de un escaso volumen de droga por el temor a nuevas operaciones. Esto obliga a que tengan que recurrir a los mayoristas con más frecuencia de la que quisieran, lo que les expone aún más a las labores de investigación.
Pero, como sucedió de nuevo ayer, el mayor inconveniente que se encuentran los agentes en su trabajo es la dificultad para acceder a las viviendas. Vallas, rejas y puertas blindadas convierten a estas residencias en 'bunkers'. Para poder entrar hay que dedicar más tiempo del deseado, lo que da a los traficantes un margen de maniobra muy amplio para deshacerse de las pruebas.
A pesar de estas dificultades, la Policía Nacional consigue mantener a raya a los principales vendedores de drogas a pequeña escala de la capital autonómica con operaciones como la efectuada ayer en San Lázaro.
