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El Ejecutivo ha tomado la medida ante el elevado número de automovilistas que acceden al lugar
27.08.2013 | 06:30
N.C La gran afluencia de visitantes al nucleo costero de sa Caseta des Capellans de Muro ha provocado un numerosos incidentes este verano que se han querido solventar con tres agentes de seguridad privada que intentan desde hace unas semanas regular el tráfico y el aparcamiento los fines de semana de agosto.
Este problema viene de años atrás y va en aumento. La proliferación de coches ha aumentado considerablemente, tanto de residentes como de visitantes, un hecho que hace difícil la convivencia incluso entre capellaners y murers. Los murers defienden la postura de tener derecho como cualquier vecino del nucleo de poder estacionar en la zona y disfrutar de sus playas. Por otra parte los capellaners se quejan de no poder aparcar cerca de sus casetas en verano y ponen sillas en frente de las mismas para que no aparquen. Un hecho que ha provocado disputas y alguna que otra discusión acalorada. El Ayuntamiento ha contratado a tres vigilantes para regular el tráfico y los aparcamientos, e incluso en ciertos momentos impedir el paso de vehículos al núcleo.
Disgusto
Una medida que no ha gustado ni a unos ni a otros aunque el concejal delegado de la zona, Toni Serra, asegura que "la situación ha mejorado notablemente desde que están los guardas de seguridad". En cambio el regidor Martí Siquier (PSOE) opina que esta ha sido "una solución rápida, sin ningún criterio de regulación, muy ambigua que crea otros problemas", e insta al equipo de gobierno "a activar un sistema de seguridad reglado siguiendo unos principios para mejorar la convivencia".
http://www.diariodemallorca.es/part-forana/2013/08/27/ayuntamiento-contrata-guardias-seguridad-sa/870414.html?utm_source=rss
27.08.2013 | 06:30
N.C La gran afluencia de visitantes al nucleo costero de sa Caseta des Capellans de Muro ha provocado un numerosos incidentes este verano que se han querido solventar con tres agentes de seguridad privada que intentan desde hace unas semanas regular el tráfico y el aparcamiento los fines de semana de agosto.
Este problema viene de años atrás y va en aumento. La proliferación de coches ha aumentado considerablemente, tanto de residentes como de visitantes, un hecho que hace difícil la convivencia incluso entre capellaners y murers. Los murers defienden la postura de tener derecho como cualquier vecino del nucleo de poder estacionar en la zona y disfrutar de sus playas. Por otra parte los capellaners se quejan de no poder aparcar cerca de sus casetas en verano y ponen sillas en frente de las mismas para que no aparquen. Un hecho que ha provocado disputas y alguna que otra discusión acalorada. El Ayuntamiento ha contratado a tres vigilantes para regular el tráfico y los aparcamientos, e incluso en ciertos momentos impedir el paso de vehículos al núcleo.
Disgusto
Una medida que no ha gustado ni a unos ni a otros aunque el concejal delegado de la zona, Toni Serra, asegura que "la situación ha mejorado notablemente desde que están los guardas de seguridad". En cambio el regidor Martí Siquier (PSOE) opina que esta ha sido "una solución rápida, sin ningún criterio de regulación, muy ambigua que crea otros problemas", e insta al equipo de gobierno "a activar un sistema de seguridad reglado siguiendo unos principios para mejorar la convivencia".
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