Actualizado el Jue, 1 ago 2013
Seguridad Privada | By HdH
Los recortes en seguridad que la Comunidad de Madrid pretendía vendernos como una pauta progresiva se dejan notar en Metro de Madrid. No se pueden achacar a la crisis, aunque imaginamos que su parte de responsabilidad tendrán, porque son recortes que Metro ha venido produciendo desde hace años.
Estaciones como Moncloa o Sol en la Línea 3, han visto reducida la operatividad por el recorte y el cambio de normas de actuación. La prioridad para Metro de Madrid evidentemente no son los usuarios, a los que se abandona a su suerte en cumplimiento de las nuevas normas impuestas por un nuevo consejero, de sueldo abultado, que para más señas es familia del actual Comisario Jefe del Cuerpo Nacional de Policía. Se recortan los operativos de a pie, los que hacen el trabajo sucio, los que se juegan el tipo en multitud de ocasiones sin que nadie lo agradezca. Hombres y mujeres que han visto como se pierde su nivel adquisitivo por los recortes mientras otros colectivos menos pacientes o menos civilizados consiguen mejoras a base de salvajadas.
Que a los maquinistas les bajan el sueldo. Oiga le paran el Metro y se quedan tan anchos. Que se lo bajan a los taquilleros, pues más de lo mismo y no espere usted información o ayuda de cualquier tipo, porque salvo excepciones, ni siquiera los que cumplen los servicios mínimos van a cumplir eficazmente su cometido. No hablemos ya si el salario se lo bajan a alguna de las contratas de limpieza que operan en Metro, porque entonces directamente hablamos de delincuencia y vandalismo.
Todavía recordamos en nuestras retinas las imágenes de auténticos delincuentes embadurnando de aceite el suelo de algunos accesos a estaciones donde minutos después se caían hombres y mujeres sin distinción de edad, como los piquetes “informativos” amedrentaban y agredían a los pocos compañeros que decidían no secundar la huelga o simplemente debían cumplir con los servicios mínimos o como arrojaban contenedores de basura desde la calle arrasando las escaleras de acceso.
Definitivamente las reclamaciones salariales son cosas de salvajes. Ahora, los mismos Vigilantes de Seguridad que han visto como las nuevas empresas concesionarias, entre las que se encuentra alguna que directamente produce vergüenza, les roban pluses, les recortan sueldos y les niegan derechos adquiridos como el de disponer de sus cuadrantes anuales para disfrutar otro derecho que está por encima de cualquier reclamación salarial o laboral, el derecho a vivir dignamente, a tener una VIDA.
Segur Ibérica en la noche de ayer, 31 de julio, aún no había facilitado los cuadrantes de servicio mensuales a la totalidad de sus empleados. Seguridad Integral Canaria es famosa por los impagos continuados a sus trabajadores, que se quejan amargamente por todos los rincones de la geografía española, y a la que los encargados de seleccionar a las empresas que deben garantizar la seguridad en el subterráneo les parece que cumple los requisitos simplemente porque ha presentado unos avales que a Metro le garantizar cobrar en caso de incumplimiento.
Ya son varias las “mareas naranjas” que los trabajadores de la seguridad de Metro de Madrid han organizado como modo de protesta. De momento no son muchos, entre otras cosas porque hay sindicatos, los de siempre, que solo van a la foto pero no están realmente interesados en que las cosas cambien. Sindicatos como ATES o el SIP-V parecen intentar hacer cosas nuevas. El problema es que el gremio de la seguridad privada, al menos en España, no se parece al que teníamos hace veinte años. En la década de los 80 y los 90, los Vigilantes Jurados, lo eran porque se sentían identificados con su juramento y con la labor que realizaban, ahora, multitud de ”profesionales” que observamos, no solo en Metro de Madrid, sino en cualquier servicio, son pintores, escayolistas, albañiles o Dios sabe que que buscan en la seguridad privada un instrumento para salir de la crisis.
Si usted pone un profesional que no está motivado, porque no le gusta lo que hace, y encima le roba parte de sus derechos, lo que usted tiene es un problema o dos, porque ese trabajador no va a hacer absolutamente nada por garantizar la seguridad de nada ni de nadie. Gracias a Dios estos no son mayoría porque si no, Dios nos pille confesados.
El problema que tienen los Vigilantes de Seguridad en España es que nadie los toma en serio en cuanto a sus reivindicaciones, entre otras cosas porque hay tres sindicatos que tienen castrada cualquier tipo de iniciativa que se salga de lo que ellos consideran normal o que puedan afectar a los intereses personales de sus dirigentes, que son lo que realmente importa, no nos engañemos. En Francia los Vigilantes de Seguridad gozan de una consideración y un prestigio que en España se ha ido perdiendo con el paso de los años, en Alemania más de lo mismo. No hablamos solo de valorar su trabajo, hablamos de que se extingue la profesionalidad en los servicios porque cada vez son menos profesionales los que trabajan en esta profesión.
Los motivos son obvios. Hay personas que son mas “llevaderas” que otras. Vigilantes de Seguridad con una cierta experiencia ya no son valorados, sencillamente porque no dicen “si bwana” a determinados comportamientos que son por completo ajenos a las funciones de seguridad y que gente más joven, con menos experiencia o con simple afán de sacar un sueldo a fin de mes, aceptarían sin el más mínimo pudor.
En España se habían ganado derechos y obligaciones para un sector como el de la seguridad, que era prestigiosos cuando portaban una claca identificativa que no parecía la de un repartidor de leche, pero que se ha ido perdiendo al perder la esencia de su propia identidad. La estrategia es clara, muchas convocatorias, muchos “profesionales” y multitud esperando que alguno caiga para ocupar su puesto. La servidumbre está en la mesa, solo hace falta esperar a ver quien es el primero en comer.
Le deseamos la mejor de las suertes a esta “Marea Naranja” que recorre las líneas del Metro de Madrid, pero nos tememos que mucho tendría que cambiar la calidad de muchos de sus trabajadores para que los que de verdad valen consigan algo con sus reivindicaciones.
http://www.hombresdehonor.es/2013/08/01/la-marea-naranja-de-los-vigilantes-de-seguridad-se-mueve-en-metro-de-madrid/
Seguridad Privada | By HdH
Los recortes en seguridad que la Comunidad de Madrid pretendía vendernos como una pauta progresiva se dejan notar en Metro de Madrid. No se pueden achacar a la crisis, aunque imaginamos que su parte de responsabilidad tendrán, porque son recortes que Metro ha venido produciendo desde hace años.
Estaciones como Moncloa o Sol en la Línea 3, han visto reducida la operatividad por el recorte y el cambio de normas de actuación. La prioridad para Metro de Madrid evidentemente no son los usuarios, a los que se abandona a su suerte en cumplimiento de las nuevas normas impuestas por un nuevo consejero, de sueldo abultado, que para más señas es familia del actual Comisario Jefe del Cuerpo Nacional de Policía. Se recortan los operativos de a pie, los que hacen el trabajo sucio, los que se juegan el tipo en multitud de ocasiones sin que nadie lo agradezca. Hombres y mujeres que han visto como se pierde su nivel adquisitivo por los recortes mientras otros colectivos menos pacientes o menos civilizados consiguen mejoras a base de salvajadas.
Que a los maquinistas les bajan el sueldo. Oiga le paran el Metro y se quedan tan anchos. Que se lo bajan a los taquilleros, pues más de lo mismo y no espere usted información o ayuda de cualquier tipo, porque salvo excepciones, ni siquiera los que cumplen los servicios mínimos van a cumplir eficazmente su cometido. No hablemos ya si el salario se lo bajan a alguna de las contratas de limpieza que operan en Metro, porque entonces directamente hablamos de delincuencia y vandalismo.
Todavía recordamos en nuestras retinas las imágenes de auténticos delincuentes embadurnando de aceite el suelo de algunos accesos a estaciones donde minutos después se caían hombres y mujeres sin distinción de edad, como los piquetes “informativos” amedrentaban y agredían a los pocos compañeros que decidían no secundar la huelga o simplemente debían cumplir con los servicios mínimos o como arrojaban contenedores de basura desde la calle arrasando las escaleras de acceso.
Definitivamente las reclamaciones salariales son cosas de salvajes. Ahora, los mismos Vigilantes de Seguridad que han visto como las nuevas empresas concesionarias, entre las que se encuentra alguna que directamente produce vergüenza, les roban pluses, les recortan sueldos y les niegan derechos adquiridos como el de disponer de sus cuadrantes anuales para disfrutar otro derecho que está por encima de cualquier reclamación salarial o laboral, el derecho a vivir dignamente, a tener una VIDA.
Segur Ibérica en la noche de ayer, 31 de julio, aún no había facilitado los cuadrantes de servicio mensuales a la totalidad de sus empleados. Seguridad Integral Canaria es famosa por los impagos continuados a sus trabajadores, que se quejan amargamente por todos los rincones de la geografía española, y a la que los encargados de seleccionar a las empresas que deben garantizar la seguridad en el subterráneo les parece que cumple los requisitos simplemente porque ha presentado unos avales que a Metro le garantizar cobrar en caso de incumplimiento.
Ya son varias las “mareas naranjas” que los trabajadores de la seguridad de Metro de Madrid han organizado como modo de protesta. De momento no son muchos, entre otras cosas porque hay sindicatos, los de siempre, que solo van a la foto pero no están realmente interesados en que las cosas cambien. Sindicatos como ATES o el SIP-V parecen intentar hacer cosas nuevas. El problema es que el gremio de la seguridad privada, al menos en España, no se parece al que teníamos hace veinte años. En la década de los 80 y los 90, los Vigilantes Jurados, lo eran porque se sentían identificados con su juramento y con la labor que realizaban, ahora, multitud de ”profesionales” que observamos, no solo en Metro de Madrid, sino en cualquier servicio, son pintores, escayolistas, albañiles o Dios sabe que que buscan en la seguridad privada un instrumento para salir de la crisis.
Si usted pone un profesional que no está motivado, porque no le gusta lo que hace, y encima le roba parte de sus derechos, lo que usted tiene es un problema o dos, porque ese trabajador no va a hacer absolutamente nada por garantizar la seguridad de nada ni de nadie. Gracias a Dios estos no son mayoría porque si no, Dios nos pille confesados.
El problema que tienen los Vigilantes de Seguridad en España es que nadie los toma en serio en cuanto a sus reivindicaciones, entre otras cosas porque hay tres sindicatos que tienen castrada cualquier tipo de iniciativa que se salga de lo que ellos consideran normal o que puedan afectar a los intereses personales de sus dirigentes, que son lo que realmente importa, no nos engañemos. En Francia los Vigilantes de Seguridad gozan de una consideración y un prestigio que en España se ha ido perdiendo con el paso de los años, en Alemania más de lo mismo. No hablamos solo de valorar su trabajo, hablamos de que se extingue la profesionalidad en los servicios porque cada vez son menos profesionales los que trabajan en esta profesión.
Los motivos son obvios. Hay personas que son mas “llevaderas” que otras. Vigilantes de Seguridad con una cierta experiencia ya no son valorados, sencillamente porque no dicen “si bwana” a determinados comportamientos que son por completo ajenos a las funciones de seguridad y que gente más joven, con menos experiencia o con simple afán de sacar un sueldo a fin de mes, aceptarían sin el más mínimo pudor.
En España se habían ganado derechos y obligaciones para un sector como el de la seguridad, que era prestigiosos cuando portaban una claca identificativa que no parecía la de un repartidor de leche, pero que se ha ido perdiendo al perder la esencia de su propia identidad. La estrategia es clara, muchas convocatorias, muchos “profesionales” y multitud esperando que alguno caiga para ocupar su puesto. La servidumbre está en la mesa, solo hace falta esperar a ver quien es el primero en comer.
Le deseamos la mejor de las suertes a esta “Marea Naranja” que recorre las líneas del Metro de Madrid, pero nos tememos que mucho tendría que cambiar la calidad de muchos de sus trabajadores para que los que de verdad valen consigan algo con sus reivindicaciones.
http://www.hombresdehonor.es/2013/08/01/la-marea-naranja-de-los-vigilantes-de-seguridad-se-mueve-en-metro-de-madrid/