Miércoles, septiembre 12, 2012
Nos encontramos con una oportunidad para aquellos emprendedores que se quieren adentrar en el mundo de los vigilantes, de la seguridad de edificios e instalaciones y que les gustaría trabajar por cuenta propia. Esta oportunidad ha sido detectada después de conversar con un profesional que se dedica a estas labores pero que está cansado de proporcionar mucho valor a la empresa por la que trabaja y él recibe apenas unas migajas de la creación de valor. Resulta que por la contratación de un profesional de seguridad y vigilancia, los precios varían en función de quien contrata los servicios y de las labores a desempeñar por el vigilante. Estos precios varían entre los 3.000€-4.500€ en su rango más comedido o conversador. Sin embargo, el profesional que realiza la labor de vigilancia y es quien se juega la vida o aporta su talento apenas recibe unos 1.000€.
Suponiendo que la empresa paga todos sus gastos sociales, impuestos retenidos y formación, el margen final para la empresa es de unos 500€-1000€ por cada trabajador. Nada mal si se mira desde el punto de vista de un margen del 10%-15%. Y creo que nos quedamos cortos porque los gastos administrativos, operativos y de infraestructura de estas empresas (que suelen ser grandes multinacionales) suelen ser muy grandes y deben ser cubiertos con estos márgenes brutos.
El proyecto de emprender en este campo parte de la idea de que el propio vigilante se hace emprendedor y autónomo. Los costes sociales y de tributación bajan sustancialmente y el margen operativo sube para el trabajador al poder ofertar un precio más competitivo que las empresas y todavía disponer de un diferencial en sus retribuciones. Si pusiéramos un coste de producto de 2.000€ por vigilante, habría una diferencia de casi un 35%-40% que las empresas dedicadas a la seguridad y el trabajador-emprendedor dispondría de unos ingresos mayores que los 1.000€ que cobraba antes.
¿Y por qué no disponer de más trabajadores y engordar el equipo de vigilantes? Se podrían contratar a más vigilantes, contratarlos como autónomos y pagándoles incluso más (1.250€ más los 250€ de autónomo), y seguir ofertando un precio de 2.250€ por vigilante. el margen sería de casi 750€ por vigilante.
Pero hay que aclarar que este emprendedor tendría también gastos operativos que reducirían los márgenes finales. No bajarían mucho porque los emprendedores economizamos mucho y sabemos donde invertir y dedicar los recursos. No necesitamos de grandes edificios corporativos, de coches de empresa, etc. etc. Y economizamos mejor que nadie los ingresos para al final obtener una buena rentabilidad del proyecto.
La clave del proyecto es empezar a nivel local. Por ejemplo un polígono, un edificio, una instalación municipal que requiera vigilancia y seguridad. El crecimiento vendrá dado en el mismo lugar con un mayor conocimiento del sector, del mercado, de los clientes y con la incorporación de nuevos trabajadores que quieran sumar al proyecto. Las inversiones son mínimas en su inicio y lo único que se requiere es una muy buena reputación mediática, una web seria y que transmita confianza y una dosis de captación comercial para adquirir el primer cliente.
Monta una empresa de vigilantes y hazte emprendedor! Si necesitas animarte, te sugerimos esta rápida lectura que te pondrá las pilas.
Nos encontramos con una oportunidad para aquellos emprendedores que se quieren adentrar en el mundo de los vigilantes, de la seguridad de edificios e instalaciones y que les gustaría trabajar por cuenta propia. Esta oportunidad ha sido detectada después de conversar con un profesional que se dedica a estas labores pero que está cansado de proporcionar mucho valor a la empresa por la que trabaja y él recibe apenas unas migajas de la creación de valor. Resulta que por la contratación de un profesional de seguridad y vigilancia, los precios varían en función de quien contrata los servicios y de las labores a desempeñar por el vigilante. Estos precios varían entre los 3.000€-4.500€ en su rango más comedido o conversador. Sin embargo, el profesional que realiza la labor de vigilancia y es quien se juega la vida o aporta su talento apenas recibe unos 1.000€.
Suponiendo que la empresa paga todos sus gastos sociales, impuestos retenidos y formación, el margen final para la empresa es de unos 500€-1000€ por cada trabajador. Nada mal si se mira desde el punto de vista de un margen del 10%-15%. Y creo que nos quedamos cortos porque los gastos administrativos, operativos y de infraestructura de estas empresas (que suelen ser grandes multinacionales) suelen ser muy grandes y deben ser cubiertos con estos márgenes brutos.
El proyecto de emprender en este campo parte de la idea de que el propio vigilante se hace emprendedor y autónomo. Los costes sociales y de tributación bajan sustancialmente y el margen operativo sube para el trabajador al poder ofertar un precio más competitivo que las empresas y todavía disponer de un diferencial en sus retribuciones. Si pusiéramos un coste de producto de 2.000€ por vigilante, habría una diferencia de casi un 35%-40% que las empresas dedicadas a la seguridad y el trabajador-emprendedor dispondría de unos ingresos mayores que los 1.000€ que cobraba antes.
¿Y por qué no disponer de más trabajadores y engordar el equipo de vigilantes? Se podrían contratar a más vigilantes, contratarlos como autónomos y pagándoles incluso más (1.250€ más los 250€ de autónomo), y seguir ofertando un precio de 2.250€ por vigilante. el margen sería de casi 750€ por vigilante.
Pero hay que aclarar que este emprendedor tendría también gastos operativos que reducirían los márgenes finales. No bajarían mucho porque los emprendedores economizamos mucho y sabemos donde invertir y dedicar los recursos. No necesitamos de grandes edificios corporativos, de coches de empresa, etc. etc. Y economizamos mejor que nadie los ingresos para al final obtener una buena rentabilidad del proyecto.
La clave del proyecto es empezar a nivel local. Por ejemplo un polígono, un edificio, una instalación municipal que requiera vigilancia y seguridad. El crecimiento vendrá dado en el mismo lugar con un mayor conocimiento del sector, del mercado, de los clientes y con la incorporación de nuevos trabajadores que quieran sumar al proyecto. Las inversiones son mínimas en su inicio y lo único que se requiere es una muy buena reputación mediática, una web seria y que transmita confianza y una dosis de captación comercial para adquirir el primer cliente.
Monta una empresa de vigilantes y hazte emprendedor! Si necesitas animarte, te sugerimos esta rápida lectura que te pondrá las pilas.