Un traficante ha sido condenado a un año y medio de prisión por vender droga a un vigilante de seguridad. La Guardia Civil le descubrió con 1,18 gramos de hachís y 0,61 gramos de cocaína. Los magistrados imponen esa pena por “la escasa cantidad de droga aprehendida”.

Luis Miguel Gabás

Zaragoza.- A Rachid O. le detuvo in fraganti la Guardia Civil cuando hacía un pase de hachís y cocaína a un vigilante de seguridad. Ahora, la Audiencia Provincial de Zaragoza le ha condenado a un año, seis meses y un día de cárcel.

Los magistrados de la Sección Tercera argumentan que esta pena, inferior a los dos años que pedía la Fiscalía, se debe a la “la escasa cantidad de droga aprehendida”. De hecho, la venta de droga consistía en 1,18 gramos de hachís y 0,61 gramos de cocaína.

Los hechos tuvieron lugar durante una madrugada de noviembre de 2011. El procesado, de origen marroquí, acudió hasta el polígono industrial de Malpica de Zaragoza en la que el cliente trabajaba como personal de seguridad. Cuando se produjo el arresto el comprador de las sustancias estupefacientes admitió lo que estaba haciendo.

El tribunal provincial no tenía duda alguna del acto de tráfico de drogas y que ambos se conocían y que habían fumado juntos hachís.

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