Una supuesta desproporcionalidad de respuesta de unos vigilantes de seguridad de un centro comercial de la capital aragonesa será juzgada este mes en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Dos agentes, pertenecientes a una empresa privada, se sentarán en el banquillo por, al parecer, atrofiar un testículo de un ladrón, tras pegarle una patada.
La Fiscalía sólo pide cárcel para uno de ellos, Luis Ramón L.R., ya que ha pedido el sobreseimiento parcial de las actuaciones respecto a Andrés M.L. Concretamente, solicita tres años y tres meses de cárcel y una indemnización de 33.270 euros, mientras que la acusación particular, ejercida por la abogada María José Andrés García, eleva la solicitud a nueve años de prisión, con la agravante de abuso de superioridad, y fija una responsabilidad civil de 30.663 euros por las secuelas, que suponen la "pérdida funcional irreversible".
Los hechos se remontan a las 10.00 horas del 9 de julio de 2011 en el Bershka del Centro Comercial Augusta. Al parecer, según las acusaciones, la víctima, Hassan, compró una camisa en dicha tienda, pero introdujo en la bolsa otra sin pagar, incluida la percha. Fue descubierto y dado el alto inmediatamente.
A partir de ahí, según el escrito de calificaciones del Ministerio público, comenzó un forcejeo que llevó a tener que engrilletar al cliente y meterlo en un probador. Allí, uno de ellos le habría pagado una serie de patadas en los testículos que le han provocado una pérdida funcional del mismo, pero no la infertilidad.
El letrado de la defensa, Jorge Pérez Miguélez, así como la empresa de seguridad para la que trabajan, solicitan la absolución por considerar que los hechos que se les imputan "no son constitutivos de delito alguno".
http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=102923
La Fiscalía sólo pide cárcel para uno de ellos, Luis Ramón L.R., ya que ha pedido el sobreseimiento parcial de las actuaciones respecto a Andrés M.L. Concretamente, solicita tres años y tres meses de cárcel y una indemnización de 33.270 euros, mientras que la acusación particular, ejercida por la abogada María José Andrés García, eleva la solicitud a nueve años de prisión, con la agravante de abuso de superioridad, y fija una responsabilidad civil de 30.663 euros por las secuelas, que suponen la "pérdida funcional irreversible".
Los hechos se remontan a las 10.00 horas del 9 de julio de 2011 en el Bershka del Centro Comercial Augusta. Al parecer, según las acusaciones, la víctima, Hassan, compró una camisa en dicha tienda, pero introdujo en la bolsa otra sin pagar, incluida la percha. Fue descubierto y dado el alto inmediatamente.
A partir de ahí, según el escrito de calificaciones del Ministerio público, comenzó un forcejeo que llevó a tener que engrilletar al cliente y meterlo en un probador. Allí, uno de ellos le habría pagado una serie de patadas en los testículos que le han provocado una pérdida funcional del mismo, pero no la infertilidad.
El letrado de la defensa, Jorge Pérez Miguélez, así como la empresa de seguridad para la que trabajan, solicitan la absolución por considerar que los hechos que se les imputan "no son constitutivos de delito alguno".
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