Las empresas de vigilancia no han podido negociar las deudas con Hacienda y Seguridad Social
Miércoles, 12 de diciembre de 2012 | Redacción
Las empresas murcianas Fomento de Protección y Seguridad (FPSeguridad) y Fomento de Protección y Servicios (FPServicios) no han podido finalmente negociar las deudas de 13 millones de euros que mantenías con Hacienda y Seguridad Social, proveedores y bancos y se han visto abocadas a suspender pagos solicitando la liquidación de las empresas. El juzgado de lo Mercantil número Dos de Murcia ya ha aceptado el concurso de acreedores presentado por las mercantiles, que llegaron a contar con una plantilla en torno a los 700 trabajadores y servicios contratados por todo el país.
Los retrasos en los pagos de las administraciones públicas y los cierres y concursos de acreedores en los que se encuentran inmersas empresas de construcción y de otros sectores para los que ha prestado servicio, han situado a las empresas en una situación de falta de liquidez que ha provocado retrasos en los pagos de las nóminas.
El pasado junio, fuentes de FPSeguridad aseguraban a este periódico que estaban buscando soluciones para el pago de las deudas asumidas tanto con la Seguridad Social como con Hacienda. “Se hace todo lo posible para evitar el cierre”, indicaron estas fuentes.
Sin embargo, las negociaciones han sido infructuosas y finalmente se ha producido el cierre. De hecho, el antiguo jefe de seguridad de FPS y algunos vigilantes ya trabajan para otras compañías del sector, a donde han trasladado algunos de los contratos.
Fomento de Protección y Seguridad surgió hace diez años como una sociedad anónima laboral, si bien sus propietarios llevaban más de 20 años en este sector al frente de otras empresas.
En los últimos años, el volumen de negocio de ambas compañías se habían mantenido relativamente estables: 21,9 M€ en 2008, 22,7 en 2009 y 19,7 en 2010.
El juzgado, que ha nombrado a Manuel Guzmán como administrador concursal de Fomento de Protección y Servicios, ha dado un plazo de dos meses a los acreedores para que presenten los créditos pendientes de pago.
Miércoles, 12 de diciembre de 2012 | Redacción
Las empresas murcianas Fomento de Protección y Seguridad (FPSeguridad) y Fomento de Protección y Servicios (FPServicios) no han podido finalmente negociar las deudas de 13 millones de euros que mantenías con Hacienda y Seguridad Social, proveedores y bancos y se han visto abocadas a suspender pagos solicitando la liquidación de las empresas. El juzgado de lo Mercantil número Dos de Murcia ya ha aceptado el concurso de acreedores presentado por las mercantiles, que llegaron a contar con una plantilla en torno a los 700 trabajadores y servicios contratados por todo el país.
Los retrasos en los pagos de las administraciones públicas y los cierres y concursos de acreedores en los que se encuentran inmersas empresas de construcción y de otros sectores para los que ha prestado servicio, han situado a las empresas en una situación de falta de liquidez que ha provocado retrasos en los pagos de las nóminas.
El pasado junio, fuentes de FPSeguridad aseguraban a este periódico que estaban buscando soluciones para el pago de las deudas asumidas tanto con la Seguridad Social como con Hacienda. “Se hace todo lo posible para evitar el cierre”, indicaron estas fuentes.
Sin embargo, las negociaciones han sido infructuosas y finalmente se ha producido el cierre. De hecho, el antiguo jefe de seguridad de FPS y algunos vigilantes ya trabajan para otras compañías del sector, a donde han trasladado algunos de los contratos.
Fomento de Protección y Seguridad surgió hace diez años como una sociedad anónima laboral, si bien sus propietarios llevaban más de 20 años en este sector al frente de otras empresas.
En los últimos años, el volumen de negocio de ambas compañías se habían mantenido relativamente estables: 21,9 M€ en 2008, 22,7 en 2009 y 19,7 en 2010.
El juzgado, que ha nombrado a Manuel Guzmán como administrador concursal de Fomento de Protección y Servicios, ha dado un plazo de dos meses a los acreedores para que presenten los créditos pendientes de pago.