Oviedo, L. Á. VEGA
Los vigilantes de seguridad y los porteros aseguran que la normativa de seguridad se incumple en buena parte de los locales y eventos como las fiestas que están planteadas para la Nochevieja. Un mes después de la tragedia del Madrid Arena, hay una cierta psicosis. Los empresarios juran que se cumplen las medidas de seguridad, aunque tienen cierto temor a que se multipliquen las inspecciones en las próximas fiestas y no se autoricen algunos de los eventos programados. «Si se hiciesen inspecciones, se cerraría el 90 por ciento de los locales», aseguró Jorge Fernández Cuesta, secretario de la Asociación de Vigilantes de Seguridad de Asturias (Avispa), que el pasado verano denunció a once establecimientos (dos en Oviedo, tres en Gijón, dos en Avilés y cuatro en Mieres) por no contratar personal habilitado para la vigilancia. «Me temo que este año sea como en anteriores. Quizá se incremente la seguridad, pero a base de auxiliares y no de vigilantes de seguridad», añadió Cuesta.
La ley es clara. A partir de un aforo de 500 personas, se precisa la presencia de dos vigilantes de seguridad; tres en caso de que sea de 750 personas; cuatro cuando llega a mil, y un vigilante más por cada fracción de mil personas. En la práctica, esta norma se incumple descaradamente. Fiestas de 1.500 personas para cuyo control sólo se contrata a dos vigilantes; restaurantes que acogen fiestas de 2.000 personas; auxiliares que hurgan en bolsos y cachean cuando no están autorizados legalmente para ello...
«El aspecto puro y duro de seguridad se incumple», aseguró Fernández Cuesta. Y es que los empresarios tienden a tratar de ahorrarse unos euros. Un auxiliar de seguridad le cuesta al empresario 100 euros por noche y a veces no hace falta siquiera contratarlo. A un vigilante de seguridad hay que pagarle más del doble, más la seguridad social. Para no perder negocio, las empresas de seguridad suelen tener una filial de auxiliares.
«Pero los auxiliares no son vigilantes, que son profesionales de la seguridad. No hay una desgracia de milagro. A un auxiliar no se le pueden exigir responsabilidades. Y luego pasa como en el Madrid Arena, que ves a unos con el peto amarillo o verde fosforito que sólo saben arrastrar a la gente, dar voces y soltar un par de puñetazos», indicó.
El secretario de Avispa no cree que vaya a haber muchas inspecciones estas Navidades. «Como no sean los ayuntamientos los que las hagan... La unidad territorial de seguridad privada del Cuerpo Nacional de Policía no cuenta con personal suficiente para controlar todas las fiestas que van a producirse en la región», indicó. Pero es que el riesgo puede producirse en cualquier establecimiento. «Me gustaría ver cómo locales con un aforo de 160 personas controlan esta Nochevieja que no se supere esa cifra. Dudo que todos los establecimientos cumplan con los sistemas de evacuación. Más de la mitad de los locales no reúnen condiciones», añadió Fernández Cuesta.
Ladislao García Gordaliza, vicepresidente de la Asociación Nacional de Porteros (y presidente de la asociación regional) asegura que, a raíz de la tragedia del Madrid Arena, «se está respetando a rajatabla el aforo, limitando el acceso y la venta de entradas». Los empresarios, señalan, están tomando precauciones. Pero teme que sea flor de un día y que dentro de cuatro meses vuelvan a producirse las prácticas que venían dándose y que obligaron a prohibir alguna fiesta en la región o que desembocaron en hechos luctuosos como las muertes de jóvenes a la puerta de locales.
Algunos empresarios siguen saltándose la legislación a la torera, utilizando a los auxiliares de seguridad en labores que no les son propias. «Siempre habrá algún empresario que quiera aprovecharse, superando el aforo permitido, aunque sólo sea por un día, en una fecha señalada como la Nochevieja», aseguró.
http://www.lne.es/asturias/2012/12/08/los-vigilantes-advierten-de-los-riesgos-en-las-fiestas-de-nochevieja/1338246.html
Los vigilantes de seguridad y los porteros aseguran que la normativa de seguridad se incumple en buena parte de los locales y eventos como las fiestas que están planteadas para la Nochevieja. Un mes después de la tragedia del Madrid Arena, hay una cierta psicosis. Los empresarios juran que se cumplen las medidas de seguridad, aunque tienen cierto temor a que se multipliquen las inspecciones en las próximas fiestas y no se autoricen algunos de los eventos programados. «Si se hiciesen inspecciones, se cerraría el 90 por ciento de los locales», aseguró Jorge Fernández Cuesta, secretario de la Asociación de Vigilantes de Seguridad de Asturias (Avispa), que el pasado verano denunció a once establecimientos (dos en Oviedo, tres en Gijón, dos en Avilés y cuatro en Mieres) por no contratar personal habilitado para la vigilancia. «Me temo que este año sea como en anteriores. Quizá se incremente la seguridad, pero a base de auxiliares y no de vigilantes de seguridad», añadió Cuesta.
La ley es clara. A partir de un aforo de 500 personas, se precisa la presencia de dos vigilantes de seguridad; tres en caso de que sea de 750 personas; cuatro cuando llega a mil, y un vigilante más por cada fracción de mil personas. En la práctica, esta norma se incumple descaradamente. Fiestas de 1.500 personas para cuyo control sólo se contrata a dos vigilantes; restaurantes que acogen fiestas de 2.000 personas; auxiliares que hurgan en bolsos y cachean cuando no están autorizados legalmente para ello...
«El aspecto puro y duro de seguridad se incumple», aseguró Fernández Cuesta. Y es que los empresarios tienden a tratar de ahorrarse unos euros. Un auxiliar de seguridad le cuesta al empresario 100 euros por noche y a veces no hace falta siquiera contratarlo. A un vigilante de seguridad hay que pagarle más del doble, más la seguridad social. Para no perder negocio, las empresas de seguridad suelen tener una filial de auxiliares.
«Pero los auxiliares no son vigilantes, que son profesionales de la seguridad. No hay una desgracia de milagro. A un auxiliar no se le pueden exigir responsabilidades. Y luego pasa como en el Madrid Arena, que ves a unos con el peto amarillo o verde fosforito que sólo saben arrastrar a la gente, dar voces y soltar un par de puñetazos», indicó.
El secretario de Avispa no cree que vaya a haber muchas inspecciones estas Navidades. «Como no sean los ayuntamientos los que las hagan... La unidad territorial de seguridad privada del Cuerpo Nacional de Policía no cuenta con personal suficiente para controlar todas las fiestas que van a producirse en la región», indicó. Pero es que el riesgo puede producirse en cualquier establecimiento. «Me gustaría ver cómo locales con un aforo de 160 personas controlan esta Nochevieja que no se supere esa cifra. Dudo que todos los establecimientos cumplan con los sistemas de evacuación. Más de la mitad de los locales no reúnen condiciones», añadió Fernández Cuesta.
Ladislao García Gordaliza, vicepresidente de la Asociación Nacional de Porteros (y presidente de la asociación regional) asegura que, a raíz de la tragedia del Madrid Arena, «se está respetando a rajatabla el aforo, limitando el acceso y la venta de entradas». Los empresarios, señalan, están tomando precauciones. Pero teme que sea flor de un día y que dentro de cuatro meses vuelvan a producirse las prácticas que venían dándose y que obligaron a prohibir alguna fiesta en la región o que desembocaron en hechos luctuosos como las muertes de jóvenes a la puerta de locales.
Algunos empresarios siguen saltándose la legislación a la torera, utilizando a los auxiliares de seguridad en labores que no les son propias. «Siempre habrá algún empresario que quiera aprovecharse, superando el aforo permitido, aunque sólo sea por un día, en una fecha señalada como la Nochevieja», aseguró.
http://www.lne.es/asturias/2012/12/08/los-vigilantes-advierten-de-los-riesgos-en-las-fiestas-de-nochevieja/1338246.html