Una veintena de aficionados radicales del Valencia acudió a la ciudad deportiva de Paterna con la intención de hablar con los jugadores y accedió a la zona privada a la que se prohíbe el acceso a los seguidores, por lo que la seguridad del club se vio obligada a llamar a efectivos de la Policía Nacional y Local.


Esta circunstancia se produjo esta mañana durante el primer entrenamiento posterior a la derrota que el Valencia sufrió el sábado por 2-5 ante la Real Sociedad en Mestalla, resultado que ocasionó la destitución del técnico valencianista, Mauricio Pellegrino.

Los integrantes de este grupo pretendían hablar con los capitanes del equipo, que en ese momento realizaba su sesión de entrenamiento.

Poco después, superaron a los cuatro vigilantes privados que allí estaban y se ubicaron en el muro que da acceso al aparcamiento de jugadores y empleados y al edificio principal de la instalación, frente a la sala de prensa. Algunos de ellos incluso se encararon con los cámaras de televisión para que éstos no grabaran imágenes.

Justo en ese momento apareció Mauricio Pellegrino, que se dirigía a la sala de prensa para realizar una comparecencia y dar su versión de sus destitución. El exentrenador del Valencia recibió los aplausos de estos seguidores.

Mientras Pellegrino comparecía ante los medios de comunicación, se personaron en la ciudad deportiva efectivos de la Policía Nacional y Local y el grupo abandonó las instalaciones privadas de la ciudad deportiva, aunque se quedó en la zona del aparcamiento exterior destinado a los aficionados.

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