28 Noviembre 12 - - Nuria Platón
MADRID- La primera sesión de comparecencias en la comisión de investigación reunida en el Ayuntamiento de la capital sobre el «caso Madrid Arena» concluyó ayer con un objetivo claro: culpar a las empresas responsables de la seguridad en el evento. Ante los representantes de los grupos municipales del PP, PSOE y UPyD –Izquierda Unida abandonó la comisión, como ya había anunciado, por no aceptar su lista de comparecientes–, declararon los primeros responsables de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la Policía Municipal y el servicio médico durante el evento.
El primero en hablar fue José Ángel Rivero, recientemente destituido como consejero delegado de Madridec, que hizo una encendida defensa de las condiciones de seguridad del Madrid Arena, tal y como asegura que respalda el Colegio de Arquitectos de Madrid. En este sentido, Rivero aseguró que «el problema no es del edificio, sino del mal uso del mismo» y aclaró que se cobraron diez euros «no para hacer botellón, sino para acceder al parking como en todos los eventos del recinto ferial».
Superación de aforo
El ex consejero delegado de Madridec casi no esperó al interrogatorio de los grupos municipales y apuntó las negligencias de Kontrol 34 y, especialmente, de Seguriber, como responsables de la seguridad en el evento. En concreto, aseguró que Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta, le dijo que Kontrol 34 se hacía cargo del control del aforo y acusó a Seguriber de no avisar cuando hubo sobresaturación de personas «que tenía que haberse visto desde las 120 cámaras de vigilancia» que estaban al cargo de la empresa concesionaria de la seguridad en el recinto ferial. «Seguriber no cumplió con el plan de autoprotección para el evento en ninguno de los términos y sí, era su responsabilidad dar la alarma por superación de aforo».
También sobre la responsabilidad de las empresas encargadas de la seguridad interior y exterior del Thriller Music Park habló el inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, durante su comparecencia, insistiendo en que «ni la organización ni la seguridad privada comunicaron a los responsables de la Policía Municipal incidente alguno». Monteagudo, que justificó el dispositivo policial que se desplegó para el evento, reconoció que no se pusieron multas por botellón puesto que la misión principal de los agentes era evitar aglomeraciones en los accesos al Madrid Arena.
«Si hubieran dado la voz de alarma al ver las imágenes de las cámaras de vigilancia, a lo mejor se podría haber evitado la tragedia», aseguró el inspector jefe, que apuntó que el primer aviso se recibió a las 3:56 horas por parte del 112 y no fue hasta minutos después cuando se habló de una avalancha. «Ante la falta de avisos de lo que sucedía en el interior del recinto, ni con 1.800 policías municipales se hubiese podido evitar lo ocurrido», concluyó.
Tampoco se enteró de lo que sucedía el doctor Simón Viñals, encargado del servicio médico durante la fiesta de Halloween que ayer habló por primera vez del trágico suceso en su comparecencia ante la comisión. Viñals afirmó que fue requerido personalmente por Miguel Ángel Flores, propietario de Diviertt, para organizar la enfermería durante el Thriller Music Park, puesto que ha trabajado para él en otras fiestas. «Hice un presupuesto para un servicio médico de 23 a 6 horas en un evento de 7.000 personas aproximadamente, que es lo que me dijeron», aseguró Viñals, que añadió que «si me hubieran dicho que acudirían 10.000 personas habría modificado el personal necesario para cubrir la atención médica durante la fiesta».
Imposible de reanimar
En cuanto a la atención en la enfermería, el doctor comentó que pidió «el favor» a su hijo porque los otros dos médicos con los que trabaja habitualmente estaban de vacaciones y un tercero tuvo una urgencia familiar. También explicó que antes del suceso atendieron sobre todo intoxicaciones etílicas y, después de que llegara la primera chica y ante la previsión de que podían venir más, avisó al Samur.
Viñals defendió que el equipo médico con el que contaba era «el adecuado» y el material que empleó era «absolutamente avanzado». Sin embargo, pese a contar con un desfibrilador, apuntó que, a partir de los 8 minutos de parada cardiorespiratoria «la posibilidad de recuperación es cero, igual a la que se puede hacer a un cadáver que lleva 24 horas en el tanatorio. No se cuánto tiempo llevaban aplastadas estas pobres chicas», afirmó.
En la primera jornada de comparecencias en la comisión de investigación también hablaron el coordinador general de Economía y Empleo, Javier Conde, y el director general de Seguridad, Pablo Escudero, que señalaron el exceso de aforo frente a las deficiencias del edificio como motivo de la avalancha en la que murieron las cuatro chicas.
http://www.larazon.es/noticia/3045-el-ayuntamiento-culpa-a-las-empresas-de-seguridad-no-cumplieron-el-plan
MADRID- La primera sesión de comparecencias en la comisión de investigación reunida en el Ayuntamiento de la capital sobre el «caso Madrid Arena» concluyó ayer con un objetivo claro: culpar a las empresas responsables de la seguridad en el evento. Ante los representantes de los grupos municipales del PP, PSOE y UPyD –Izquierda Unida abandonó la comisión, como ya había anunciado, por no aceptar su lista de comparecientes–, declararon los primeros responsables de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la Policía Municipal y el servicio médico durante el evento.
El primero en hablar fue José Ángel Rivero, recientemente destituido como consejero delegado de Madridec, que hizo una encendida defensa de las condiciones de seguridad del Madrid Arena, tal y como asegura que respalda el Colegio de Arquitectos de Madrid. En este sentido, Rivero aseguró que «el problema no es del edificio, sino del mal uso del mismo» y aclaró que se cobraron diez euros «no para hacer botellón, sino para acceder al parking como en todos los eventos del recinto ferial».
Superación de aforo
El ex consejero delegado de Madridec casi no esperó al interrogatorio de los grupos municipales y apuntó las negligencias de Kontrol 34 y, especialmente, de Seguriber, como responsables de la seguridad en el evento. En concreto, aseguró que Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta, le dijo que Kontrol 34 se hacía cargo del control del aforo y acusó a Seguriber de no avisar cuando hubo sobresaturación de personas «que tenía que haberse visto desde las 120 cámaras de vigilancia» que estaban al cargo de la empresa concesionaria de la seguridad en el recinto ferial. «Seguriber no cumplió con el plan de autoprotección para el evento en ninguno de los términos y sí, era su responsabilidad dar la alarma por superación de aforo».
También sobre la responsabilidad de las empresas encargadas de la seguridad interior y exterior del Thriller Music Park habló el inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, durante su comparecencia, insistiendo en que «ni la organización ni la seguridad privada comunicaron a los responsables de la Policía Municipal incidente alguno». Monteagudo, que justificó el dispositivo policial que se desplegó para el evento, reconoció que no se pusieron multas por botellón puesto que la misión principal de los agentes era evitar aglomeraciones en los accesos al Madrid Arena.
«Si hubieran dado la voz de alarma al ver las imágenes de las cámaras de vigilancia, a lo mejor se podría haber evitado la tragedia», aseguró el inspector jefe, que apuntó que el primer aviso se recibió a las 3:56 horas por parte del 112 y no fue hasta minutos después cuando se habló de una avalancha. «Ante la falta de avisos de lo que sucedía en el interior del recinto, ni con 1.800 policías municipales se hubiese podido evitar lo ocurrido», concluyó.
Tampoco se enteró de lo que sucedía el doctor Simón Viñals, encargado del servicio médico durante la fiesta de Halloween que ayer habló por primera vez del trágico suceso en su comparecencia ante la comisión. Viñals afirmó que fue requerido personalmente por Miguel Ángel Flores, propietario de Diviertt, para organizar la enfermería durante el Thriller Music Park, puesto que ha trabajado para él en otras fiestas. «Hice un presupuesto para un servicio médico de 23 a 6 horas en un evento de 7.000 personas aproximadamente, que es lo que me dijeron», aseguró Viñals, que añadió que «si me hubieran dicho que acudirían 10.000 personas habría modificado el personal necesario para cubrir la atención médica durante la fiesta».
Imposible de reanimar
En cuanto a la atención en la enfermería, el doctor comentó que pidió «el favor» a su hijo porque los otros dos médicos con los que trabaja habitualmente estaban de vacaciones y un tercero tuvo una urgencia familiar. También explicó que antes del suceso atendieron sobre todo intoxicaciones etílicas y, después de que llegara la primera chica y ante la previsión de que podían venir más, avisó al Samur.
Viñals defendió que el equipo médico con el que contaba era «el adecuado» y el material que empleó era «absolutamente avanzado». Sin embargo, pese a contar con un desfibrilador, apuntó que, a partir de los 8 minutos de parada cardiorespiratoria «la posibilidad de recuperación es cero, igual a la que se puede hacer a un cadáver que lleva 24 horas en el tanatorio. No se cuánto tiempo llevaban aplastadas estas pobres chicas», afirmó.
En la primera jornada de comparecencias en la comisión de investigación también hablaron el coordinador general de Economía y Empleo, Javier Conde, y el director general de Seguridad, Pablo Escudero, que señalaron el exceso de aforo frente a las deficiencias del edificio como motivo de la avalancha en la que murieron las cuatro chicas.
http://www.larazon.es/noticia/3045-el-ayuntamiento-culpa-a-las-empresas-de-seguridad-no-cumplieron-el-plan