La izquierda abertzale no contempla pedir a ETA que se disuelva
Sostiene que la desaparición de la organización debe ser la consecuencia de un proceso global de soluciones
04.03.12 - 03:26 - J. S. | SAN SEBASTIÁN.
La disolución de ETA se ha convertido en el nuevo escollo para que avance el nuevo escenario vasco sin violencia. Lo que para el Gobierno es la exigencia previa ineludible, para la izquierda abertzale debe ser la consecuencia final de un proceso integral de solución a las «cuestiones 'técnicas' del conflicto». Un nudo difícil de desatar aunque tanto el Ejecutivo como la formación independentista sí comparten una cosa: que el objetivo es la desaparición futura de la organización armada.
Las palabras de esta semana del portavoz parlamentario de Amaiur, Iñaki Antigüedad, reclamando a la banda pasos incluso aunque el Gobierno de Rajoy no haga gestos hacia los presos, levantaron ciertas expectativas. No obstante, la izquierda abertzale no tiene previsto hacer una petición formal a ETA para que se disuelva, aunque es una cuestión y un objetivo que está en su «agenda», según fuentes autorizadas de este sector político. La formación independentista entiende que la desaparición efectiva de ETA llegará paralelamente a una solución para los presos y huidos. Aboga por un proceso discreto para el desarme, la reparación a las víctimas y la mejora de la situación de los presos, que dé como resultado la disolución de la organización armada, sin centrar el foco en si la desaparición fue condición previa o consecuencia final.
Como apuntó el dirigente de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, en una reciente entrevista a la radio pública vasca, para que ETA se disuelva es necesario que no tenga militantes en las cárceles. De lo contrario, «seguirá presente en la agenda política».
En cualquier caso, el documento presentado el pasado domingo en el Kursaal, centrado en el acercamiento a las víctimas, también recoge la demanda de que «ETA deberá deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso». Una petición que también extiende a los Estados español y francés, que tendrán que «deshacerse de, o readecuar, los operativos armados y represivos creados para el conflicto».
La izquierda abertzale, al contrario de lo que opina el Gobierno, cree que la disolución de ETA «no es ahora la clave, sino que lo importante fue el anuncio de cese de su actividad armada». El mundo de la antigua Batasuna garantiza la «irreversibilidad» del cese de la violencia, a la que se opondría en una eventual vuelta atrás que no contempla ni como hipótesis.
Proceso largo y difícil
Por todo ello, y visto «el inmovilismo de Madrid», la izquierda abertzale se prepara para un proceso largo y recuerda que en Irlanda también transcurrieron años hasta que se lograron avances significativos en el camino. No obstante, muestra su preocupación por las consecuencias que pueda acarrear, por ejemplo, el mantenimiento de la política de dispersión y el riesgo de accidentes para los familiares de los presos. Unas situaciones indeseables que pueden tensionar el clima social y político, explican los medios consultados.
La formación independentista ha encontrado esta semana un 'aliado' inesperado en el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se ha mostrado partidario del acercamiento de presos. Las afirmaciones del mandatario galo en Bayona sorprendieron en la izquierda abertzale, que ha utilizado sus palabras para elevar la presión sobre el presidente Rajoy.
Y es que tampoco ha caído bien en la formación ilegalizada el acuerdo del Congreso en Madrid. Aunque adapta la política antiterrorista del PP al nuevo tiempo, vincula los avances a la disolución de ETA. Pese a ello, la izquierda abertzale entiende que el PNV, que suscribió el pacto, va a tener que defender en Euskadi posturas mucho más audaces, en las que ambos pueden encontrarse.
http://www.diariovasco.com/v/20120304/politica/izquierda-abertzale-contempla-pedir-20120304.html
Sostiene que la desaparición de la organización debe ser la consecuencia de un proceso global de soluciones
04.03.12 - 03:26 - J. S. | SAN SEBASTIÁN.
La disolución de ETA se ha convertido en el nuevo escollo para que avance el nuevo escenario vasco sin violencia. Lo que para el Gobierno es la exigencia previa ineludible, para la izquierda abertzale debe ser la consecuencia final de un proceso integral de solución a las «cuestiones 'técnicas' del conflicto». Un nudo difícil de desatar aunque tanto el Ejecutivo como la formación independentista sí comparten una cosa: que el objetivo es la desaparición futura de la organización armada.
Las palabras de esta semana del portavoz parlamentario de Amaiur, Iñaki Antigüedad, reclamando a la banda pasos incluso aunque el Gobierno de Rajoy no haga gestos hacia los presos, levantaron ciertas expectativas. No obstante, la izquierda abertzale no tiene previsto hacer una petición formal a ETA para que se disuelva, aunque es una cuestión y un objetivo que está en su «agenda», según fuentes autorizadas de este sector político. La formación independentista entiende que la desaparición efectiva de ETA llegará paralelamente a una solución para los presos y huidos. Aboga por un proceso discreto para el desarme, la reparación a las víctimas y la mejora de la situación de los presos, que dé como resultado la disolución de la organización armada, sin centrar el foco en si la desaparición fue condición previa o consecuencia final.
Como apuntó el dirigente de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, en una reciente entrevista a la radio pública vasca, para que ETA se disuelva es necesario que no tenga militantes en las cárceles. De lo contrario, «seguirá presente en la agenda política».
En cualquier caso, el documento presentado el pasado domingo en el Kursaal, centrado en el acercamiento a las víctimas, también recoge la demanda de que «ETA deberá deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso». Una petición que también extiende a los Estados español y francés, que tendrán que «deshacerse de, o readecuar, los operativos armados y represivos creados para el conflicto».
La izquierda abertzale, al contrario de lo que opina el Gobierno, cree que la disolución de ETA «no es ahora la clave, sino que lo importante fue el anuncio de cese de su actividad armada». El mundo de la antigua Batasuna garantiza la «irreversibilidad» del cese de la violencia, a la que se opondría en una eventual vuelta atrás que no contempla ni como hipótesis.
Proceso largo y difícil
Por todo ello, y visto «el inmovilismo de Madrid», la izquierda abertzale se prepara para un proceso largo y recuerda que en Irlanda también transcurrieron años hasta que se lograron avances significativos en el camino. No obstante, muestra su preocupación por las consecuencias que pueda acarrear, por ejemplo, el mantenimiento de la política de dispersión y el riesgo de accidentes para los familiares de los presos. Unas situaciones indeseables que pueden tensionar el clima social y político, explican los medios consultados.
La formación independentista ha encontrado esta semana un 'aliado' inesperado en el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se ha mostrado partidario del acercamiento de presos. Las afirmaciones del mandatario galo en Bayona sorprendieron en la izquierda abertzale, que ha utilizado sus palabras para elevar la presión sobre el presidente Rajoy.
Y es que tampoco ha caído bien en la formación ilegalizada el acuerdo del Congreso en Madrid. Aunque adapta la política antiterrorista del PP al nuevo tiempo, vincula los avances a la disolución de ETA. Pese a ello, la izquierda abertzale entiende que el PNV, que suscribió el pacto, va a tener que defender en Euskadi posturas mucho más audaces, en las que ambos pueden encontrarse.
http://www.diariovasco.com/v/20120304/politica/izquierda-abertzale-contempla-pedir-20120304.html