Si se les planta cara amenazan con que "toman buena nota"
ETA deriva la extorsión al pequeño comercio
23 ENE 2012
Miguel Gil. Conocidos dirigentes locales y vecinales de Batasuna, el ilegalizado 'brazo político' de la banda, exigen dinero en sus barrios. Entregan una carta y media hora después la recogen con el dinero en efectivo.
Suma y sigue. Batasuna-ETA prosigue con el chantaje de la extorsión en el País Vasco pese a su declaración de intenciones sobre el cese definitivo de su actividad criminal. Tal y como denuncian fuentes de Interior a LA GACETA, la banda y su entorno necesitan fondos y han derivado su tradicional extorsión de los empresarios al pequeño comercio. Barrio a barrio. El modus operandi sigue el mismo patrón en toda la comunidad autónoma, prosiguen las mismas fuentes, y consiste en la entrega de una misiva por parte de “un conocido batasuno, pata negra, del pueblo o del barrio”, que reclama fondos para los familiares de los presos de ETA.
Poco tiempo después, transcurrida “una media hora”, el extorsionador acude de nuevo al comercio para recoger el dinero. Y la carta. “No quieren pruebas”, subrayan. Este diario ha tenido acceso a un modelo de misiva que, como se ve en su encabezado, se preparó ante las fiestas de Navidad, “pero se sigue utilizando”. De hecho, la carta que acompaña estas líneas es muy reciente, de hace escasos días. Desafortunadamente, se sospecha que la mayoría de los extorsionados cede al chantaje, “más sutil, pero chantaje”. En este sentido, apelan a que “alguien detrás de un mostrador no tiene medios para una escolta y puede sentir aún más miedo que el empresario”.
La carta no especifica cantidad económica alguna, al contrario que la que recibían los empresarios, y apela a la “solidaridad” del extorsionado con los familiares de los presos terroristas. Irónicamente, concluye con un “atentamente” (acompañado de “mila esker” en euskera: “muchas gracias”). Ahora bien, en el caso de que el extorsionador se encuentre con una negativa al chantaje de su misiva “solidaria”, algo que ya ha sucedido, “se preocupa de dejarle claro al dueño de la tienda que toman buena nota”.
En definitiva, resumen desde el País Vasco, “el chantaje de siempre adecuado al nuevo tiempo que se vive. Del o pagas o te mato al o pagas o tomo nota… Lo que hay es una diferencia del lenguaje”. Una extorsión sobre la que ya han sido alertadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). La carta apela una “campaña” para “sostener económicamente” a los familiares de los presos y se presenta salpicada del lenguaje y planteamientos de ETA y su entorno.
“Como sabes, Euskal Herria está conociendo grandes cambios últimamente”, llegan a indicar en lo que supone otra broma macabra para el amenazado. “El conflicto político presente durante varios decenios tiene visos esperanzados de solución, a la par que una situación normalizada se está abriendo paso en nuestra sociedad, generando una lógica ilusión en su seno” (sic), se añade. Todo, para contraponer ese pretendido nuevo escenario a la “tremendamente dura” situación de los 700 terroristas encarcelados y sus familias.
Victimismo
“Las cadenas perpetuas son una realidad, presos con la condena cumplida siguen entre rejas o mantienen (sic) en la cárcel a varios presos con enfermedades graves. Las prohibiciones, el aislamiento y la incomunicación son el pan de cada día”, victimizan. Ahora bien, junto a las presuntas penalidades del reo suman las de su familia: “También son castigados” por la “dispersión”. A continuación, la minuta: “A consecuencia de la dispersión, cada año, el entorno familiar de la persona presa a (sic) de hacer frente a un gasto económico de 20.000 euros como media; en total, el gasto asciende pues a 14.000.000 de euros”.
Junto a los 14 millones de euros, añaden que “los gastos van más allá y recibir asistencia jurídica, tener una opción a una asistencia médica que la cárcel no puede garantizar o el llevar la vida diaria con un mínimo de dignidad, hacen multiplicar esas cifras”. Por eso exigen dinero “siempre que sea la voluntad libremente escogida por tu parte”.
Las mismas fuentes subrayan que se trata de la nueva forma de extorsión de ETA y su entorno, y la desligan de las anuales campañas que venían emprendiendo en los pequeños comercios del País Vasco ante la Navidad y precisamente a cuenta de los presos en forma de loterías populares, cartas con reclamaciones voluntarias de aportaciones etc.
El diario ABC publicó a comienzos de diciembre una noticia sobre estas otras vías de recaudación para los presos de ETA y sus familias en Elorrio, donde el responsable de reclamar el dinero no era otro que Adur Arístegui, etarra bajo libertad condicional que, tras ser detenido, se hizo muy conocido por presentarse en su perfil de Facebook con una camiseta de la Selección Española de Fútbol.
Mientras tanto, la esfera política etarra aprovecha el más mínimo acto festivo, social, político... para reivindicar el traslado de los presos y marcar el camino a seguir en un proceso en el que, como queda constatado, el asunto de los reclusos y de sus familiares se ha convertido en moneda de cambio. Sin ir más lejos, el pasado 19 de enero, Bildu aprovechó la izada de la bandera donostiarra en la plaza de la Constitución, que inauguraba la fiesta grande San Sebastián, para invitar a familiares de presos de ETA y reivindicar una vez más el traslado al País Vasco de los presos a través de una gran pancarta colocada en el escenario en el que se sitúan las tamborradas.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/eta-deriva-extorsion-pequeno-comercio-20120122
ETA deriva la extorsión al pequeño comercio
23 ENE 2012
Miguel Gil. Conocidos dirigentes locales y vecinales de Batasuna, el ilegalizado 'brazo político' de la banda, exigen dinero en sus barrios. Entregan una carta y media hora después la recogen con el dinero en efectivo.
Suma y sigue. Batasuna-ETA prosigue con el chantaje de la extorsión en el País Vasco pese a su declaración de intenciones sobre el cese definitivo de su actividad criminal. Tal y como denuncian fuentes de Interior a LA GACETA, la banda y su entorno necesitan fondos y han derivado su tradicional extorsión de los empresarios al pequeño comercio. Barrio a barrio. El modus operandi sigue el mismo patrón en toda la comunidad autónoma, prosiguen las mismas fuentes, y consiste en la entrega de una misiva por parte de “un conocido batasuno, pata negra, del pueblo o del barrio”, que reclama fondos para los familiares de los presos de ETA.
Poco tiempo después, transcurrida “una media hora”, el extorsionador acude de nuevo al comercio para recoger el dinero. Y la carta. “No quieren pruebas”, subrayan. Este diario ha tenido acceso a un modelo de misiva que, como se ve en su encabezado, se preparó ante las fiestas de Navidad, “pero se sigue utilizando”. De hecho, la carta que acompaña estas líneas es muy reciente, de hace escasos días. Desafortunadamente, se sospecha que la mayoría de los extorsionados cede al chantaje, “más sutil, pero chantaje”. En este sentido, apelan a que “alguien detrás de un mostrador no tiene medios para una escolta y puede sentir aún más miedo que el empresario”.
La carta no especifica cantidad económica alguna, al contrario que la que recibían los empresarios, y apela a la “solidaridad” del extorsionado con los familiares de los presos terroristas. Irónicamente, concluye con un “atentamente” (acompañado de “mila esker” en euskera: “muchas gracias”). Ahora bien, en el caso de que el extorsionador se encuentre con una negativa al chantaje de su misiva “solidaria”, algo que ya ha sucedido, “se preocupa de dejarle claro al dueño de la tienda que toman buena nota”.
En definitiva, resumen desde el País Vasco, “el chantaje de siempre adecuado al nuevo tiempo que se vive. Del o pagas o te mato al o pagas o tomo nota… Lo que hay es una diferencia del lenguaje”. Una extorsión sobre la que ya han sido alertadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). La carta apela una “campaña” para “sostener económicamente” a los familiares de los presos y se presenta salpicada del lenguaje y planteamientos de ETA y su entorno.
“Como sabes, Euskal Herria está conociendo grandes cambios últimamente”, llegan a indicar en lo que supone otra broma macabra para el amenazado. “El conflicto político presente durante varios decenios tiene visos esperanzados de solución, a la par que una situación normalizada se está abriendo paso en nuestra sociedad, generando una lógica ilusión en su seno” (sic), se añade. Todo, para contraponer ese pretendido nuevo escenario a la “tremendamente dura” situación de los 700 terroristas encarcelados y sus familias.
Victimismo
“Las cadenas perpetuas son una realidad, presos con la condena cumplida siguen entre rejas o mantienen (sic) en la cárcel a varios presos con enfermedades graves. Las prohibiciones, el aislamiento y la incomunicación son el pan de cada día”, victimizan. Ahora bien, junto a las presuntas penalidades del reo suman las de su familia: “También son castigados” por la “dispersión”. A continuación, la minuta: “A consecuencia de la dispersión, cada año, el entorno familiar de la persona presa a (sic) de hacer frente a un gasto económico de 20.000 euros como media; en total, el gasto asciende pues a 14.000.000 de euros”.
Junto a los 14 millones de euros, añaden que “los gastos van más allá y recibir asistencia jurídica, tener una opción a una asistencia médica que la cárcel no puede garantizar o el llevar la vida diaria con un mínimo de dignidad, hacen multiplicar esas cifras”. Por eso exigen dinero “siempre que sea la voluntad libremente escogida por tu parte”.
Las mismas fuentes subrayan que se trata de la nueva forma de extorsión de ETA y su entorno, y la desligan de las anuales campañas que venían emprendiendo en los pequeños comercios del País Vasco ante la Navidad y precisamente a cuenta de los presos en forma de loterías populares, cartas con reclamaciones voluntarias de aportaciones etc.
El diario ABC publicó a comienzos de diciembre una noticia sobre estas otras vías de recaudación para los presos de ETA y sus familias en Elorrio, donde el responsable de reclamar el dinero no era otro que Adur Arístegui, etarra bajo libertad condicional que, tras ser detenido, se hizo muy conocido por presentarse en su perfil de Facebook con una camiseta de la Selección Española de Fútbol.
Mientras tanto, la esfera política etarra aprovecha el más mínimo acto festivo, social, político... para reivindicar el traslado de los presos y marcar el camino a seguir en un proceso en el que, como queda constatado, el asunto de los reclusos y de sus familiares se ha convertido en moneda de cambio. Sin ir más lejos, el pasado 19 de enero, Bildu aprovechó la izada de la bandera donostiarra en la plaza de la Constitución, que inauguraba la fiesta grande San Sebastián, para invitar a familiares de presos de ETA y reivindicar una vez más el traslado al País Vasco de los presos a través de una gran pancarta colocada en el escenario en el que se sitúan las tamborradas.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/eta-deriva-extorsion-pequeno-comercio-20120122