Los restos mortales del sargento Moya regresan a España tras un acto solemne en Herat
Los militares españoles en Afganistán despidieron hoy al sargento primero Joaquín Moya, fallecido ayer durante un ataque insurgente en la localidad de Ludina, en un acto solemne celebrado en la base de Herat y presidido por la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Joaquín Moya, de 35 años, casado con otra militar y padre de un niño, falleció ayer al recibir un disparo de un insurgente durante un ataque en la zona de Ludina, donde participaba en un ejercicio de instrucción del Ejército afgano.
El ataque al contingente español duró pocos minutos, pero el militar español, que iba protegido con chaleco antibalas, recibió un disparo desde entre unos 600 y 800 metros de distancia que le entró por la clavícula izquierda y que se fue a alojar en el corazón.
Los responsables militares sanitarios de la base achacaron a "la mala suerte" la muerte del militar, que estaba en Afganistán desde hace un mes.
Tras indicar que la misión en Afganistán está "en su última etapa" y "en la cuenta atrás", la ministra advirtió que "queda menos tiempo pero no menos peligro", por lo que animó a los soldados a seguir con el mismo "valor, profesionalidad y entrega" que hasta ahora y hasta el final de la misión
Los militares españoles en Afganistán despidieron hoy al sargento primero Joaquín Moya, fallecido ayer durante un ataque insurgente en la localidad de Ludina, en un acto solemne celebrado en la base de Herat y presidido por la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Joaquín Moya, de 35 años, casado con otra militar y padre de un niño, falleció ayer al recibir un disparo de un insurgente durante un ataque en la zona de Ludina, donde participaba en un ejercicio de instrucción del Ejército afgano.
El ataque al contingente español duró pocos minutos, pero el militar español, que iba protegido con chaleco antibalas, recibió un disparo desde entre unos 600 y 800 metros de distancia que le entró por la clavícula izquierda y que se fue a alojar en el corazón.
Los responsables militares sanitarios de la base achacaron a "la mala suerte" la muerte del militar, que estaba en Afganistán desde hace un mes.
Tras indicar que la misión en Afganistán está "en su última etapa" y "en la cuenta atrás", la ministra advirtió que "queda menos tiempo pero no menos peligro", por lo que animó a los soldados a seguir con el mismo "valor, profesionalidad y entrega" que hasta ahora y hasta el final de la misión