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Los presos de ETA dicen 'no' a la disolución de la banda terrorista
El Colectivo de Presos del País Vasco (EPPK) sigue fielmente la línea de la dirección de ETA
HSF
jueves, 11 de agosto de 2011, 11:28
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> En la imagen los familiares de los presos de ETA manifestándose por las calles del País Vasco.
Madrid.- Los presos de la banda terrorista ETA lo tienen claro, ‘de disolución nada de nada’. Los portavoces del Colectivo de Presos Políticos del País Vasco (EPPK) han marcado la línea de actuación de los reclusos en los próximos meses. Ana Belén Egües y Juan Lasa Michelena ‘Txikierdi’ que en estos momentos se encuentran al frente del colectivo han revelado, según fuentes de la lucha antiterrorista, que “ni se plantean hipotéticamente” disolver la organización criminal.
Los presos de ETA han recibido las oportunas instrucciones de la cúpula militar de la banda que son las habituales cada vez que la organización terrorista se sienta a negociar. Independencia, anexión de Navarra al País Vasco y excarcelación o acercamiento de los más de 700 terroristas encarcelados en Francia, Portugal, Irlanda, Inglaterra y España. Nada nuevo. Para los terroristas estas peticiones se plantearán en la ‘negociación política’ independientemente del Gobierno que salga de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 20 de noviembre.
La conexión entre los presos terroristas y los cabecillas de la organización cuenta cada día con más dificultades. La detención de la abogada abertzale Arancha Zulueta ha tenido mucho que ver. Ante esta situación, los reclusos han optado por seguir fielmente las directrices que la banda criminal marca en sus comunicados.
Fuentes de la lucha antiterrorista no han podido confirmar la existencia de un presunto cuestionario que la dirección de la banda habría enviado a sus militantes activos y ‘refugiados’, así como a los presos, en las que una de las preguntas versaría sobre la posibilidad de romper el alto el fuego en caso de que el próximo Gobierno se negase a entrar en su ‘negociación política’.
Tradicionalmente ETA no ha tenido en cuenta las peticiones de presos que se desmarcaban de la línea oficial y pedían el cese definitivo de la violencia y la entrega de las armas. Históricos como José Luis Urrusolo Sistiaga han sido expulsados de la organización criminal para evidenciar una fuerza que en estos momentos se encuentra muy mermada a pesar del aire que la izquierda abertzale ha cogido tras la entrada de la coalición independentista Bildu en las instituciones del País Vasco y Navarra.
Por el momento ETA no tiene ninguna prisa. El zulo descubierto en Aussurrucq hace menos de una semana es una muestra clara de ello. La presión que desde el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero se está ejerciendo en el entorno etarra para que la banda declara algo parecido a un alto el fuego definitivo todavía no ha dado sus frutos.
El Colectivo de Presos del País Vasco (EPPK) sigue fielmente la línea de la dirección de ETA
HSF
jueves, 11 de agosto de 2011, 11:28
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> En la imagen los familiares de los presos de ETA manifestándose por las calles del País Vasco.
Madrid.- Los presos de la banda terrorista ETA lo tienen claro, ‘de disolución nada de nada’. Los portavoces del Colectivo de Presos Políticos del País Vasco (EPPK) han marcado la línea de actuación de los reclusos en los próximos meses. Ana Belén Egües y Juan Lasa Michelena ‘Txikierdi’ que en estos momentos se encuentran al frente del colectivo han revelado, según fuentes de la lucha antiterrorista, que “ni se plantean hipotéticamente” disolver la organización criminal.
Los presos de ETA han recibido las oportunas instrucciones de la cúpula militar de la banda que son las habituales cada vez que la organización terrorista se sienta a negociar. Independencia, anexión de Navarra al País Vasco y excarcelación o acercamiento de los más de 700 terroristas encarcelados en Francia, Portugal, Irlanda, Inglaterra y España. Nada nuevo. Para los terroristas estas peticiones se plantearán en la ‘negociación política’ independientemente del Gobierno que salga de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 20 de noviembre.
La conexión entre los presos terroristas y los cabecillas de la organización cuenta cada día con más dificultades. La detención de la abogada abertzale Arancha Zulueta ha tenido mucho que ver. Ante esta situación, los reclusos han optado por seguir fielmente las directrices que la banda criminal marca en sus comunicados.
Fuentes de la lucha antiterrorista no han podido confirmar la existencia de un presunto cuestionario que la dirección de la banda habría enviado a sus militantes activos y ‘refugiados’, así como a los presos, en las que una de las preguntas versaría sobre la posibilidad de romper el alto el fuego en caso de que el próximo Gobierno se negase a entrar en su ‘negociación política’.
Tradicionalmente ETA no ha tenido en cuenta las peticiones de presos que se desmarcaban de la línea oficial y pedían el cese definitivo de la violencia y la entrega de las armas. Históricos como José Luis Urrusolo Sistiaga han sido expulsados de la organización criminal para evidenciar una fuerza que en estos momentos se encuentra muy mermada a pesar del aire que la izquierda abertzale ha cogido tras la entrada de la coalición independentista Bildu en las instituciones del País Vasco y Navarra.
Por el momento ETA no tiene ninguna prisa. El zulo descubierto en Aussurrucq hace menos de una semana es una muestra clara de ello. La presión que desde el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero se está ejerciendo en el entorno etarra para que la banda declara algo parecido a un alto el fuego definitivo todavía no ha dado sus frutos.
