El Gobierno advierte a Bildu de que puede ser ilegalizada si no certifica su desmarque de ETA
Jáuregui aconseja a la coalición que no sea un «complemento del terror» y avisa que no le «gustan» sus primeros «gestos»
24.06.11 - 02:28 - EL CORREO | BILBAO.
JOSÉ ANTONIO PASTOR | PORTAVOZ DEL PSE
«Es probable que reaparezcan las fotos de los presos de ETA durante el verano»
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. :: EFE
El Gobierno central lanzó ayer una seria advertencia a Bildu después de que la alcaldesa de Andoain haya impedido la entrada de escoltas en ese Ayuntamiento guipuzcoano. La situación parece reconducirse después de que la propia edil soberanista haya convocado a una reunión a los representantes del PSE y PP en el Consistorio y reconocido que la forma de dictar la orden no fue la más adecuada. El Ejecutivo admite que esta «rectificación» supone un paso en el sentido positivo, pero, aun así, mantiene la alerta. Por este motivo, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, avisó que si la coalición «se comporta» como «un complemento» al «terror», no podrá «ejercer su actividad porque la ley ya establece mecanismos para evitar que eso se produzca».
El político vasco aludía a la reforma legal auspiciada por el PSOE y el PP para garantizar la sinceridad de la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas. La modificación está pensada para el peor de los escenarios: que ETA rompa la tregua, cometa un atentado y la izquierda abertzale no lo condene. De producirse, los ediles que no se desmarquen del terrorismo podrían ser expulsados del ayuntamiento. En la legislatura anterior, los representantes de ANV mantuvieron su puesto como 'no adscritos', aunque su formación fue ilegalizada, una situación que socialistas y populares no querían que se repitiera.
A pesar de que no se ha llegado a ese escalón, los primeros «gestos» dados por Bildu «no gustan» en el Gobierno, tal y como subrayó Jáuregui, quien en Radio Euskadi mostró su satisfacción porque Bildu haya «rectificado», ya que «nunca debió cuestionar esa seguridad que permite la libertad y el ejercicio de la representación democrática».
El ministro admitió que la Justicia le reconoció como una «opción legal», que en las pasadas elecciones obtuvo un importante número de votos y que, gracias a ellos, «ejerce la representación que tienen». Pero que el marco en el que se mueve es el de la «legalidad». «Y si acaba convirtiéndose en un apoyo a la violencia o se comporta en su actividad diaria como una parte de complemento a lo que ha sido el terror en nuestro país, no podrá ejercer su actividad porque la ley ya establece mecanismos para evitar que eso se produzca», dijo Jáuregui, que todavía fue más explícito: «Si por casualidad volviera la violencia y ellos no la condenaran o la apoyaran abiertamente, tendrían que ser ilegalizados». Es la primera vez que un miembro del Gobierno alude a la citada reforma legal tras las elecciones.
«Pasar página»
Aun así, admitió que él siempre ha pensado que el fin de la violencia tiene que desarrollarse «más o menos como se está produciendo». «Quien hubiera creído que el final de la violencia iba a ser un final de película en el que aparece un 'the end' y desaparece de la noche a la mañana es que no entiende nada y no conoce este problema», recalcó el ministro de la Presidencia. En este sentido, Jáuregui sostuvo que si el camino emprendido por la izquierda abertzale es sincero y no tiene vuelta atrás, «bienvenido sea».
Pero, en todo caso, los recelos entre los socialistas son evidentes. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, consideró probable que el poder municipal de Bildu pueda facilitar la reaparición durante las fiestas de verano de las «fotos de presos de ETA o recibimientos lúdico-reivindicativos». «Es posible que vuelvan a suceder cosas parecidas, empezando por este mismo fin de semana, que se celebra San Juan en muchas localidades», señaló.
En este sentido, recordó que el Gobierno vasco y Eudel firmaron en septiembre de 2009 un convenio para colaborar en la eliminación en los espacios públicos de símbolos que exalten el terrorismo o dañen la memoria y dignidad de las víctimas.
Jáuregui aconseja a la coalición que no sea un «complemento del terror» y avisa que no le «gustan» sus primeros «gestos»
24.06.11 - 02:28 - EL CORREO | BILBAO.
JOSÉ ANTONIO PASTOR | PORTAVOZ DEL PSE
«Es probable que reaparezcan las fotos de los presos de ETA durante el verano»
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. :: EFE
El Gobierno central lanzó ayer una seria advertencia a Bildu después de que la alcaldesa de Andoain haya impedido la entrada de escoltas en ese Ayuntamiento guipuzcoano. La situación parece reconducirse después de que la propia edil soberanista haya convocado a una reunión a los representantes del PSE y PP en el Consistorio y reconocido que la forma de dictar la orden no fue la más adecuada. El Ejecutivo admite que esta «rectificación» supone un paso en el sentido positivo, pero, aun así, mantiene la alerta. Por este motivo, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, avisó que si la coalición «se comporta» como «un complemento» al «terror», no podrá «ejercer su actividad porque la ley ya establece mecanismos para evitar que eso se produzca».
El político vasco aludía a la reforma legal auspiciada por el PSOE y el PP para garantizar la sinceridad de la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas. La modificación está pensada para el peor de los escenarios: que ETA rompa la tregua, cometa un atentado y la izquierda abertzale no lo condene. De producirse, los ediles que no se desmarquen del terrorismo podrían ser expulsados del ayuntamiento. En la legislatura anterior, los representantes de ANV mantuvieron su puesto como 'no adscritos', aunque su formación fue ilegalizada, una situación que socialistas y populares no querían que se repitiera.
A pesar de que no se ha llegado a ese escalón, los primeros «gestos» dados por Bildu «no gustan» en el Gobierno, tal y como subrayó Jáuregui, quien en Radio Euskadi mostró su satisfacción porque Bildu haya «rectificado», ya que «nunca debió cuestionar esa seguridad que permite la libertad y el ejercicio de la representación democrática».
El ministro admitió que la Justicia le reconoció como una «opción legal», que en las pasadas elecciones obtuvo un importante número de votos y que, gracias a ellos, «ejerce la representación que tienen». Pero que el marco en el que se mueve es el de la «legalidad». «Y si acaba convirtiéndose en un apoyo a la violencia o se comporta en su actividad diaria como una parte de complemento a lo que ha sido el terror en nuestro país, no podrá ejercer su actividad porque la ley ya establece mecanismos para evitar que eso se produzca», dijo Jáuregui, que todavía fue más explícito: «Si por casualidad volviera la violencia y ellos no la condenaran o la apoyaran abiertamente, tendrían que ser ilegalizados». Es la primera vez que un miembro del Gobierno alude a la citada reforma legal tras las elecciones.
«Pasar página»
Aun así, admitió que él siempre ha pensado que el fin de la violencia tiene que desarrollarse «más o menos como se está produciendo». «Quien hubiera creído que el final de la violencia iba a ser un final de película en el que aparece un 'the end' y desaparece de la noche a la mañana es que no entiende nada y no conoce este problema», recalcó el ministro de la Presidencia. En este sentido, Jáuregui sostuvo que si el camino emprendido por la izquierda abertzale es sincero y no tiene vuelta atrás, «bienvenido sea».
Pero, en todo caso, los recelos entre los socialistas son evidentes. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, consideró probable que el poder municipal de Bildu pueda facilitar la reaparición durante las fiestas de verano de las «fotos de presos de ETA o recibimientos lúdico-reivindicativos». «Es posible que vuelvan a suceder cosas parecidas, empezando por este mismo fin de semana, que se celebra San Juan en muchas localidades», señaló.
En este sentido, recordó que el Gobierno vasco y Eudel firmaron en septiembre de 2009 un convenio para colaborar en la eliminación en los espacios públicos de símbolos que exalten el terrorismo o dañen la memoria y dignidad de las víctimas.