Índice
Los constructores perdieron en un año 600.000 euros por robos
Los empresarios piden que se investigue a fondo la reventa de material.
LUis Carlos Llera
Las empresas constructoras de la provincia de Pontevedra han perdido más de 600.000 euros en un año por robos. El gerente de la Asociación de Empresarios de la Construcción, José Antonio Martínez, señala que los daños por cada robo oscilan entre 5.000 y 7.000 euros y que durante el último año se han producido entre 100 y 200 robos en el sector. Martínez pide que se investiguen a fondo este tipo de delitos y a los que revenden material robado.
Los ladrones aprovechan cualquier material susceptible de reventa: maquinaria y metales son los botines más codiciados. No solo se sustraen materiales de obras en construcción sino de edificios terminados que están a punto de entregarse. «Ha habido casos de grupos que han tirado de una manguera de cobre y ha habido que reponer toda la instalación eléctrica». Los hurtos llegan incluso a piezas tan curiosas como el cazo de una pala excavadora, un suceso que ocurrió hace tiempo en una obra en construcción en el Baixo Miño.
Gasóleo
El gasóleo también es frecuente objeto de sustracciones, tanto en camiones aparcados como en generadores y otras máquinas que funcionan con este combustible. «Es fácil de revender clandestinamente», señalan fuentes del sector.
Grandes edificios públicos han sufrido problemas de este tipo como el auditorio o incluso el hospital. Pero en estas obras voluminosas se pueden permitir vigilantes nocturnos que en otras de menor tamaño no. Los problemas económicos que sufren muchos empresarios del sector hacen que no tengan recursos para gastos a mayores como la contratación de un guarda. «Los vigilantes están al alcance de pocas empresas. Solamente los pueden pagar las adjudicatarias de grandes infraestructuras», explica José Antonio Martínez.
Los constructores están tan preocupados con este problema que han mantenido reuniones con mandos policiales y con el subdelegado del Gobierno. «Siempre nos han atendido con interés y atención». La Guardia Civil tiene activo un equipo de investigación especializado en robos en obras y la policía ha realizado operaciones especiales a la puerta de determinados establecimientos donde se revende el material robado. Los registros en furgonetas han dado sus frutos. Los agentes también peinan mercadillos irregulares como el de San Vicente. «Las fuerzas de seguridad están haciendo el mejor trabajo que pueden, pero los recursos son escasos», sentencia José Antonio Martínez.
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2011/04/22/0003_201104V22C3994.htm
Los empresarios piden que se investigue a fondo la reventa de material.
LUis Carlos Llera
Las empresas constructoras de la provincia de Pontevedra han perdido más de 600.000 euros en un año por robos. El gerente de la Asociación de Empresarios de la Construcción, José Antonio Martínez, señala que los daños por cada robo oscilan entre 5.000 y 7.000 euros y que durante el último año se han producido entre 100 y 200 robos en el sector. Martínez pide que se investiguen a fondo este tipo de delitos y a los que revenden material robado.
Los ladrones aprovechan cualquier material susceptible de reventa: maquinaria y metales son los botines más codiciados. No solo se sustraen materiales de obras en construcción sino de edificios terminados que están a punto de entregarse. «Ha habido casos de grupos que han tirado de una manguera de cobre y ha habido que reponer toda la instalación eléctrica». Los hurtos llegan incluso a piezas tan curiosas como el cazo de una pala excavadora, un suceso que ocurrió hace tiempo en una obra en construcción en el Baixo Miño.
Gasóleo
El gasóleo también es frecuente objeto de sustracciones, tanto en camiones aparcados como en generadores y otras máquinas que funcionan con este combustible. «Es fácil de revender clandestinamente», señalan fuentes del sector.
Grandes edificios públicos han sufrido problemas de este tipo como el auditorio o incluso el hospital. Pero en estas obras voluminosas se pueden permitir vigilantes nocturnos que en otras de menor tamaño no. Los problemas económicos que sufren muchos empresarios del sector hacen que no tengan recursos para gastos a mayores como la contratación de un guarda. «Los vigilantes están al alcance de pocas empresas. Solamente los pueden pagar las adjudicatarias de grandes infraestructuras», explica José Antonio Martínez.
Los constructores están tan preocupados con este problema que han mantenido reuniones con mandos policiales y con el subdelegado del Gobierno. «Siempre nos han atendido con interés y atención». La Guardia Civil tiene activo un equipo de investigación especializado en robos en obras y la policía ha realizado operaciones especiales a la puerta de determinados establecimientos donde se revende el material robado. Los registros en furgonetas han dado sus frutos. Los agentes también peinan mercadillos irregulares como el de San Vicente. «Las fuerzas de seguridad están haciendo el mejor trabajo que pueden, pero los recursos son escasos», sentencia José Antonio Martínez.
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2011/04/22/0003_201104V22C3994.htm
