La fiebre del cobre se ceba con las infraestructuras eléctricas
Vigilantes de seguridad del organismo estatal Adif denunciaron esta semana el robo de 250 metros de cable de cobre de telecomunicaciones pertenecientes al gestor ferroviario —en la vía férrea, en Cenlle—; mientras que en la localidad de Leiro sustrajeron 150 metros del tendido de iluminación de las farolas. Todo parece indicar que la fiebre del cobre, que no del oro, va en aumento en la provincia de Ourense. Se trata de un problema que cuesta atajar. Los robos son cada vez de mayor cuantía y el grado de inseguridad que está generando entre la población es ya considerable, puesto que no solamente se trata de infraestructuras (como el reciente caso de la autopista a Santiago), sino que los robos siguen dejando poblaciones incomunicadas sin luz ni teléfono y ello puede llevar en breve a robos indiscriminados por parte de vándalos conscientes de que las víctimas no tendrán forma de pedir auxilio ni siquiera de ser asistidas en caso de necesidad.
El penúltimo golpe a los cableados eléctricos arroja un saldo de 12 kilómetros de tendido que desaparecieron sin que nadie, supuestamente, haya visto nada. Las carencias a nivel de prevención y la cuestionable funcionalidad de una alarma en caso de robo son cuestiones que siguen dejando ir un asunto que está pasando de ser un hecho coyuntural, a un hándicap estructural. Los datos son alarmantes: robo de cable por valor de 40.000 euros en cable. En Ribadavia, donde ya habían robado en un día el cable del complejo deportivo de O Xestal, ahora se llevaron el del Parque Empresarial de San Cristovo. Fue un concejal del Ayuntamiento de Carballiño el que denunció ante la Guardia Civil que personas desconocidas se habían llevado el jueves por la noche (buscan la nocturnidad) hasta 3.000 metros de cable de cobre del tendido eléctrico de dicho parque empresarial , una cifra que se suma a los 5.000 metros que robaron previamente, en el mes de agosto, dejando las instalaciones del complejo deportivo de la villa totalmente a oscuras.
En lo concerniente a una de las principales infraestructuras viarias que une Ourense con Santiago, la AG-53, los ladrones de cobre se hicieron nada más y nada menos que con 9 kilómetros de tendido dejando sin alumbrado un amplio tramo de la autopista, según denunció el encargado de mantenimiento de la infraestructura ante el Cuartel de la Guardia Civil de Carballiño.
Destino China
«El 90% de lo que manejan las mafias es para China», indican en la FER (Federación Española de Recuperación y Reciclaje). En este caso son robos al por mayor, de 25 y 50 toneladas, que pueden alcanzar los 300.000 euros. Incluso roban en las propias chatarrerías y centros de reciclaje o a camiones cargados de material. Llevan el botín a Francia o Italia, y desde un puerto extranjero llega a China. Allí les pagan 2.700 euros por tonelada y luego fabrican las consolas de videojuegos que disfruta posteriormente Occidente.
http://www.abc.es/
Vigilantes de seguridad del organismo estatal Adif denunciaron esta semana el robo de 250 metros de cable de cobre de telecomunicaciones pertenecientes al gestor ferroviario —en la vía férrea, en Cenlle—; mientras que en la localidad de Leiro sustrajeron 150 metros del tendido de iluminación de las farolas. Todo parece indicar que la fiebre del cobre, que no del oro, va en aumento en la provincia de Ourense. Se trata de un problema que cuesta atajar. Los robos son cada vez de mayor cuantía y el grado de inseguridad que está generando entre la población es ya considerable, puesto que no solamente se trata de infraestructuras (como el reciente caso de la autopista a Santiago), sino que los robos siguen dejando poblaciones incomunicadas sin luz ni teléfono y ello puede llevar en breve a robos indiscriminados por parte de vándalos conscientes de que las víctimas no tendrán forma de pedir auxilio ni siquiera de ser asistidas en caso de necesidad.
El penúltimo golpe a los cableados eléctricos arroja un saldo de 12 kilómetros de tendido que desaparecieron sin que nadie, supuestamente, haya visto nada. Las carencias a nivel de prevención y la cuestionable funcionalidad de una alarma en caso de robo son cuestiones que siguen dejando ir un asunto que está pasando de ser un hecho coyuntural, a un hándicap estructural. Los datos son alarmantes: robo de cable por valor de 40.000 euros en cable. En Ribadavia, donde ya habían robado en un día el cable del complejo deportivo de O Xestal, ahora se llevaron el del Parque Empresarial de San Cristovo. Fue un concejal del Ayuntamiento de Carballiño el que denunció ante la Guardia Civil que personas desconocidas se habían llevado el jueves por la noche (buscan la nocturnidad) hasta 3.000 metros de cable de cobre del tendido eléctrico de dicho parque empresarial , una cifra que se suma a los 5.000 metros que robaron previamente, en el mes de agosto, dejando las instalaciones del complejo deportivo de la villa totalmente a oscuras.
En lo concerniente a una de las principales infraestructuras viarias que une Ourense con Santiago, la AG-53, los ladrones de cobre se hicieron nada más y nada menos que con 9 kilómetros de tendido dejando sin alumbrado un amplio tramo de la autopista, según denunció el encargado de mantenimiento de la infraestructura ante el Cuartel de la Guardia Civil de Carballiño.
Destino China
«El 90% de lo que manejan las mafias es para China», indican en la FER (Federación Española de Recuperación y Reciclaje). En este caso son robos al por mayor, de 25 y 50 toneladas, que pueden alcanzar los 300.000 euros. Incluso roban en las propias chatarrerías y centros de reciclaje o a camiones cargados de material. Llevan el botín a Francia o Italia, y desde un puerto extranjero llega a China. Allí les pagan 2.700 euros por tonelada y luego fabrican las consolas de videojuegos que disfruta posteriormente Occidente.
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