31 meses al acecho para 'cazar' a los terroristas
La caídas de los jefes etarras 'Txeroki' y 'Ata' dieron las pistas fundamentales para desarticular este misterioso 'talde'
02.03.11 - 00:01 - M. SÁIZ-PARDO | MADRID.
Dos guardias civiles salen con el explosivo incautado ayer en la calle Fika de Bilbao. :: R. C.
El comando desarticulado ayer se había convertido en una obsesión para las fuerzas de seguridad desde que en julio de 2008 la Guardia Civil desarticulara el complejo terrorista 'Askatu Haizea' ('Liberad al viento'), creado en febrero de 2007 y que estaba liderado por Arkaitz Goikoetxea. La caída de aquel grupo de 'taldes' fue un duro golpe para ETA y su infraestructura en Vizcaya, pero también permitió constatar que había un segundo comando en ese territorio, que ya por entonces había cometido atentados como el intento de asesinato del escolta Gabriel Ginés, el 9 octubre de 2007.
La desarticulación del 'Askatu Haizea', lejos de hacer aminorar la presión de ETA en Vizcaya y provincias vecinas, fue seguida de un recrudecimiento de la actividad terrorista. Sin embargo, las pistas de ese misterioso grupo, a pesar de sus continuas acciones, eran «muy pocas», según reconocen mandos de los servicios de Información.
Pero la suerte comenzó a cambiar en el 17 de noviembre de 2008, cuando el entonces máximo dirigente militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', cayó en la localidad pirenaica francesa de Cauterets durante una operación de la Guardia Civil y la Policía francesa.
Los expertos de información del instituto armado dedujeron del análisis de los documentos incautados a 'Txeroki' que el jefe de ETA, como sospechaban, había puesto en marcha un segundo 'talde' en Vizcaya y que este grupo probablemente se nutría de miembros 'legales' para blindarse de las detenciones. Un hecho que sin duda complicó su seguimiento, según reconoció ayer Alfredo Pérez Rubalcaba. Los arrestados tenían una vida de lo más normal, uno era albañil, otra camarera, un tercero obrero especialista en trabajos verticales de fachadas...
De hecho, explicaron mandos de la lucha antiterrorista, la investigación, en la que de manera intermitente ha el Centro Nacional de Inteligencia, no avanzó hasta la captura de otro de los máximos responsables de ETA, Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, 'Ata', el 20 de mayo de 2010 en Bayona. De nuevo, entre los informes encriptados que cayeron en manos de la Guardia Civil aparecieron referencias «muy difusas» a este grupo e, incluso, indicios de que integrantes de ese comando «habrían mantenido contactos orgánicos con miembros de la estructura del 'aparato militar'».
Referencias sin nombres
Pero había más. En algunas de esas anotaciones había referencias personales, aunque sin nombres, sobre los activistas del grupo, su trabajo y sus movimientos que permitieron centrar la búsqueda en Bilbao y Galdakao.
A partir de ahí, fueron semanas de vigilancias de movimientos de personas sospechosas, algunas de las cuales finalmente nada tuvieron que ver con el 'talde', e intervención de comunicaciones «crípticas». La investigación incluso se hizo más difícil con la declaración de alto el fuego de la banda en septiembre y la consiguiente inactividad del grupo, una parálisis que venía de meses atrás.
Todavía el pasado lunes, pocas horas antes de la redada, mandos de la lucha antiterrorista dudaron sobre el alcance de la operación y el papel de los cuatro futuros detenidos. Las incertidumbres, sin embargo, se disiparon cuando los agentes encontraron en Bilbao y Galdácano la prueba irrefutable de que los sospechosos componían el comando que buscaban: el arsenal completo con explosivos y armas.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/t11484-31-meses-al-acecho-para-cazar-a-los-terroristas
La caídas de los jefes etarras 'Txeroki' y 'Ata' dieron las pistas fundamentales para desarticular este misterioso 'talde'
02.03.11 - 00:01 - M. SÁIZ-PARDO | MADRID.
Dos guardias civiles salen con el explosivo incautado ayer en la calle Fika de Bilbao. :: R. C.
El comando desarticulado ayer se había convertido en una obsesión para las fuerzas de seguridad desde que en julio de 2008 la Guardia Civil desarticulara el complejo terrorista 'Askatu Haizea' ('Liberad al viento'), creado en febrero de 2007 y que estaba liderado por Arkaitz Goikoetxea. La caída de aquel grupo de 'taldes' fue un duro golpe para ETA y su infraestructura en Vizcaya, pero también permitió constatar que había un segundo comando en ese territorio, que ya por entonces había cometido atentados como el intento de asesinato del escolta Gabriel Ginés, el 9 octubre de 2007.
La desarticulación del 'Askatu Haizea', lejos de hacer aminorar la presión de ETA en Vizcaya y provincias vecinas, fue seguida de un recrudecimiento de la actividad terrorista. Sin embargo, las pistas de ese misterioso grupo, a pesar de sus continuas acciones, eran «muy pocas», según reconocen mandos de los servicios de Información.
Pero la suerte comenzó a cambiar en el 17 de noviembre de 2008, cuando el entonces máximo dirigente militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', cayó en la localidad pirenaica francesa de Cauterets durante una operación de la Guardia Civil y la Policía francesa.
Los expertos de información del instituto armado dedujeron del análisis de los documentos incautados a 'Txeroki' que el jefe de ETA, como sospechaban, había puesto en marcha un segundo 'talde' en Vizcaya y que este grupo probablemente se nutría de miembros 'legales' para blindarse de las detenciones. Un hecho que sin duda complicó su seguimiento, según reconoció ayer Alfredo Pérez Rubalcaba. Los arrestados tenían una vida de lo más normal, uno era albañil, otra camarera, un tercero obrero especialista en trabajos verticales de fachadas...
De hecho, explicaron mandos de la lucha antiterrorista, la investigación, en la que de manera intermitente ha el Centro Nacional de Inteligencia, no avanzó hasta la captura de otro de los máximos responsables de ETA, Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, 'Ata', el 20 de mayo de 2010 en Bayona. De nuevo, entre los informes encriptados que cayeron en manos de la Guardia Civil aparecieron referencias «muy difusas» a este grupo e, incluso, indicios de que integrantes de ese comando «habrían mantenido contactos orgánicos con miembros de la estructura del 'aparato militar'».
Referencias sin nombres
Pero había más. En algunas de esas anotaciones había referencias personales, aunque sin nombres, sobre los activistas del grupo, su trabajo y sus movimientos que permitieron centrar la búsqueda en Bilbao y Galdakao.
A partir de ahí, fueron semanas de vigilancias de movimientos de personas sospechosas, algunas de las cuales finalmente nada tuvieron que ver con el 'talde', e intervención de comunicaciones «crípticas». La investigación incluso se hizo más difícil con la declaración de alto el fuego de la banda en septiembre y la consiguiente inactividad del grupo, una parálisis que venía de meses atrás.
Todavía el pasado lunes, pocas horas antes de la redada, mandos de la lucha antiterrorista dudaron sobre el alcance de la operación y el papel de los cuatro futuros detenidos. Las incertidumbres, sin embargo, se disiparon cuando los agentes encontraron en Bilbao y Galdácano la prueba irrefutable de que los sospechosos componían el comando que buscaban: el arsenal completo con explosivos y armas.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/t11484-31-meses-al-acecho-para-cazar-a-los-terroristas