Mantienen petición de pena para acusados de robar y retener a un vigilante
El fiscal ha mantenido su petición de pena para los acusados de robar en varias empresas de Madrid y Toledo y de retener en Esquivias al vigilante de una de ellas, a pesar de que los procesados han negado los hechos y el guarda jurado no ha podido reconocerlos, ya que el día que fue agredido iban encapuchados.
En el banquillo de los acusados se han sentado hoy tres individuos, un padre, Julián C.D., de 52 años, y sus dos hijos, Julián C.L., de 28; y Pío C.L., de 29, para quienes el fiscal solicita penas de entre diez y trece años por los delitos de robo, tenencia ilícita de armas, falsedad en documento oficial y lesiones.
Durante la vista oral celebrada en la Audiencia de Toledo, los tres acusados han negado repetidamente los hechos, que tuvieron lugar en agosto de 2003, y han manifestado su desconocimiento sobre las armas de fuego y otros artículos robados que se encontraron en los registros de su domicilio, en varios vehículos y en una nave de Fuenlabrada, alquilada con un DNI falso por uno de los acusados.
Los procesados incluso han asegurado que desconocen dónde se encuentra la localidad toledana de Esquivias, donde, supuestamente, encerraron en el maletero de un coche, golpearon y esposaron al vigilante de seguridad de una empresa situada en esta localidad y se apoderaron de unos 20.000 electrodomésticos, cuyo valor asciende a más de 600.000 euros.
Igualmente han negado los robos en una empresa de Valdemoro (Madrid) los días 5 y 6 de agosto de 2003 y de otra en Leganés (Madrid) el 11 de agosto de ese año, un día antes de los hechos ocurridos en Esquivias (Toledo).
Sin embargo, la Fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de penas para los tres individuos por entender que existen pruebas indiciarias suficientes para condenar a los procesados.
El vigilante de seguridad, en su relato de los hechos, ha afirmado que no pudo ver la cara de los individuos que le retuvieron durante horas porque iban encapuchados, pero ha dicho que sí recuerda su voz y puede identificar que había un hombre mayor, quien "llevaba la voz cantante", y varios jóvenes, que cargaban el material en un tráiler.
Este es uno de los indicios que han llevado a la fiscalía a mantener la culpa para los acusados, junto al hecho de que se encontraran huellas de dos acusados en la nave industrial donde se realizó la descarga del material robado, así como la placa y la linterna sustraídas al vigilante de seguridad; y se hallase una copia del contrato de la nave en el domicilio de los acusados.
Sobre las huellas, los acusados Julián y Pío han justificado que sus huellas quedaron allí porque en esos días realizaron un trabajo para unos marroquíes que consistió en descargar "unas cajas" durante veinte minutos y por el que recibieron quinientos euros.
Por su parte, en su alegato antes de que el juicio quedase visto para sentencia, la defensa ha pedido la absolución de los acusados por entender que no hay elementos que prueben su participación en los hechos y por la debilidad de la instrucción de la causa.
Para el primer acusado, Julián C.L., el fiscal solicita 13 años y cuatro meses de prisión por los delitos de robo, tenencia ilícita de armas y falsedad en documento oficial.
Para Julián C.D., solicita 10 años y 9 meses de prisión por los delitos de robo con violencia en las personas y detención ilegal, lesiones y tenencia ilícita de armas; y para el tercer acusado, Pío C.L., pide 11 años y seis meses de cárcel por los delitos de robo y tenencia ilícita de armas.
http://www.laverdad.es/agencias/20110216/castilla-mancha/mantienen-peticion-pena-para-acusados_201102161605.html
El fiscal ha mantenido su petición de pena para los acusados de robar en varias empresas de Madrid y Toledo y de retener en Esquivias al vigilante de una de ellas, a pesar de que los procesados han negado los hechos y el guarda jurado no ha podido reconocerlos, ya que el día que fue agredido iban encapuchados.
En el banquillo de los acusados se han sentado hoy tres individuos, un padre, Julián C.D., de 52 años, y sus dos hijos, Julián C.L., de 28; y Pío C.L., de 29, para quienes el fiscal solicita penas de entre diez y trece años por los delitos de robo, tenencia ilícita de armas, falsedad en documento oficial y lesiones.
Durante la vista oral celebrada en la Audiencia de Toledo, los tres acusados han negado repetidamente los hechos, que tuvieron lugar en agosto de 2003, y han manifestado su desconocimiento sobre las armas de fuego y otros artículos robados que se encontraron en los registros de su domicilio, en varios vehículos y en una nave de Fuenlabrada, alquilada con un DNI falso por uno de los acusados.
Los procesados incluso han asegurado que desconocen dónde se encuentra la localidad toledana de Esquivias, donde, supuestamente, encerraron en el maletero de un coche, golpearon y esposaron al vigilante de seguridad de una empresa situada en esta localidad y se apoderaron de unos 20.000 electrodomésticos, cuyo valor asciende a más de 600.000 euros.
Igualmente han negado los robos en una empresa de Valdemoro (Madrid) los días 5 y 6 de agosto de 2003 y de otra en Leganés (Madrid) el 11 de agosto de ese año, un día antes de los hechos ocurridos en Esquivias (Toledo).
Sin embargo, la Fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de penas para los tres individuos por entender que existen pruebas indiciarias suficientes para condenar a los procesados.
El vigilante de seguridad, en su relato de los hechos, ha afirmado que no pudo ver la cara de los individuos que le retuvieron durante horas porque iban encapuchados, pero ha dicho que sí recuerda su voz y puede identificar que había un hombre mayor, quien "llevaba la voz cantante", y varios jóvenes, que cargaban el material en un tráiler.
Este es uno de los indicios que han llevado a la fiscalía a mantener la culpa para los acusados, junto al hecho de que se encontraran huellas de dos acusados en la nave industrial donde se realizó la descarga del material robado, así como la placa y la linterna sustraídas al vigilante de seguridad; y se hallase una copia del contrato de la nave en el domicilio de los acusados.
Sobre las huellas, los acusados Julián y Pío han justificado que sus huellas quedaron allí porque en esos días realizaron un trabajo para unos marroquíes que consistió en descargar "unas cajas" durante veinte minutos y por el que recibieron quinientos euros.
Por su parte, en su alegato antes de que el juicio quedase visto para sentencia, la defensa ha pedido la absolución de los acusados por entender que no hay elementos que prueben su participación en los hechos y por la debilidad de la instrucción de la causa.
Para el primer acusado, Julián C.L., el fiscal solicita 13 años y cuatro meses de prisión por los delitos de robo, tenencia ilícita de armas y falsedad en documento oficial.
Para Julián C.D., solicita 10 años y 9 meses de prisión por los delitos de robo con violencia en las personas y detención ilegal, lesiones y tenencia ilícita de armas; y para el tercer acusado, Pío C.L., pide 11 años y seis meses de cárcel por los delitos de robo y tenencia ilícita de armas.
http://www.laverdad.es/agencias/20110216/castilla-mancha/mantienen-peticion-pena-para-acusados_201102161605.html