Un experto en balística contradice a los vigilantes acusados de un crimen
09.02.11 - 00:08 - [b]M.C.S. | ALICANTE.
Esa madrugada del 22 de junio de 2006 hubo una auténtica ensalada de tiros en el Polígono de las Atalayas. De modo que el resultado final del juicio que se sigue en la Audiencia contra dos vigilantes jurados acusados de matar a un ladrón dependerá en gran medida de la opinión de los expertos sobre la trayectoria que siguieron las balas en relación a cada uno de los protagonistas.
Uno de esos especialistas de Balística del Cuerpo Nacional de Policía ya adelantó ayer, en la segunda sesión de la vista oral, por dónde pueden ir esos dictámenes. Sus palabras contradicen bastante las versiones que habían esgrimido un día antes los acusados, Manuel A.S. y Manuel N.L.
Las dos armas reglamentarias de los vigilantes escupieron un total de ocho balas, cinco una y tres la otra. Dos de los proyectiles impactaron en Juan José García. El primero le hirió gravemente un ojo y podría haber rebotado antes en algún elemento metálico. El segundo le entró por la espalda y acabó con su vida en cuestión de minutos.
A su hermano Antonio, que le acompañaba esa noche y que está siendo juzgado también estos días en la misma sala por el robo, le alcanzaron en una pierna.
La opinión ofrecida ayer por el agente de la Policía Científica casa más bien poco con los testimonios de los guardas jurados. No parece, como contaron ellos, que el balazo mortal, el segundo, pudiera escaparse de forma «accidental», pues el disparo precisaba de una doble acción previa. Tampoco que se produjera en el transcurso de un forcejeo, ya que entre la víctima y el cañón mediaba al menos, metro y medio de distancia.
En la sesión de ayer declararon otros ocho agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en la investigación y en la inspección ocular del crimen.
Sin embargo, el primero en llegar fue un policía municipal que se topó con el vehículo de los vigilantes, con el que habían tratado de huir los hermanos García, volcado. Antonio, según este funcionario, trataba todavía de «escapar».
A los guardas jurados se los encontró «con los ojos llorosos, tosiendo y temblando». Tenían aún polvo blanco procedente del extintor con que les habían rociado los ladrones. «Era espectacular. No te podías acercar a ellos porque desprendían humo», agregó el testigo.
La defensa también citó a dos profesores de Medicina Legal de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche que hicieron un informe alternativo al de los forenses. A su juicio, la trayectoria de la bala mortal no fue descendente, sino horizontal, y la víctima debía de estar «no de espaldas, sino en posición lateral con respecto a quien disparó y con un brazo levantado».
http://www.lasprovincias.es/v/20110209/sociedad/experto-balistica-contradice-vigilantes-20110209.html
09.02.11 - 00:08 - [b]M.C.S. | ALICANTE.
Esa madrugada del 22 de junio de 2006 hubo una auténtica ensalada de tiros en el Polígono de las Atalayas. De modo que el resultado final del juicio que se sigue en la Audiencia contra dos vigilantes jurados acusados de matar a un ladrón dependerá en gran medida de la opinión de los expertos sobre la trayectoria que siguieron las balas en relación a cada uno de los protagonistas.
Uno de esos especialistas de Balística del Cuerpo Nacional de Policía ya adelantó ayer, en la segunda sesión de la vista oral, por dónde pueden ir esos dictámenes. Sus palabras contradicen bastante las versiones que habían esgrimido un día antes los acusados, Manuel A.S. y Manuel N.L.
Las dos armas reglamentarias de los vigilantes escupieron un total de ocho balas, cinco una y tres la otra. Dos de los proyectiles impactaron en Juan José García. El primero le hirió gravemente un ojo y podría haber rebotado antes en algún elemento metálico. El segundo le entró por la espalda y acabó con su vida en cuestión de minutos.
A su hermano Antonio, que le acompañaba esa noche y que está siendo juzgado también estos días en la misma sala por el robo, le alcanzaron en una pierna.
La opinión ofrecida ayer por el agente de la Policía Científica casa más bien poco con los testimonios de los guardas jurados. No parece, como contaron ellos, que el balazo mortal, el segundo, pudiera escaparse de forma «accidental», pues el disparo precisaba de una doble acción previa. Tampoco que se produjera en el transcurso de un forcejeo, ya que entre la víctima y el cañón mediaba al menos, metro y medio de distancia.
En la sesión de ayer declararon otros ocho agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en la investigación y en la inspección ocular del crimen.
Sin embargo, el primero en llegar fue un policía municipal que se topó con el vehículo de los vigilantes, con el que habían tratado de huir los hermanos García, volcado. Antonio, según este funcionario, trataba todavía de «escapar».
A los guardas jurados se los encontró «con los ojos llorosos, tosiendo y temblando». Tenían aún polvo blanco procedente del extintor con que les habían rociado los ladrones. «Era espectacular. No te podías acercar a ellos porque desprendían humo», agregó el testigo.
La defensa también citó a dos profesores de Medicina Legal de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche que hicieron un informe alternativo al de los forenses. A su juicio, la trayectoria de la bala mortal no fue descendente, sino horizontal, y la víctima debía de estar «no de espaldas, sino en posición lateral con respecto a quien disparó y con un brazo levantado».
http://www.lasprovincias.es/v/20110209/sociedad/experto-balistica-contradice-vigilantes-20110209.html