Interior marca a los piquetes las líneas rojas de la huelga
Recuerda que el derecho de huelga no «ampara insultos, barricadas, amenazas» y otras presiones
26.01.11 - 03:12 - J. L. G. | BILBAO.
SERVICIOS MÍNIMOS
Transporte público. Prestará al menos el 30% de las frecuencias ordinarias, en especial en horarios de entrada y salida del trabajo.
Hospitales. Personal habitual correspondiente a un día festivo, pudiéndose dar altas médicas. Se mantendrán los procesos de diálisis y tratamientos oncológicos.
Atención primaria. Deberá estar presente el 20% del personal de cada categoría y el 100% para los servicios de emergencia.
Enseñanza. Se garantiza en los centros educativos la presencia del equipo directivo.
EITB. Los servicios mínimos afectarán a la emisión de los informativos.
Interior. Cien por cien para los escoltas y personal de seguridad privado de protección de personas.
El ejercicio del derecho de huelga «no ampara insultos, retenciones, barricadas, daños materiales, amenazas, golpes, desobediencias a la autoridad ni coacciones a persona alguna» y, en caso de producirse durante el paro general de mañana, convocado por los sindicatos nacionalistas ELA y LAB y otras centrales y organizaciones, la Ertzaintza actuará en consecuencia. Así se lo recuerda el viceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, en una carta remitida ayer a los promotores de la protesta a la que ha tenido acceso este diario.
En la misiva se recuerda que las manifestaciones, concentraciones y actuaciones de piquetes serán controladas por efectivos uniformados de la Policía autónoma, y se advierte de que se considerarán «conductas ajenas al ejercicio del derecho de huelga» acciones como impedir la entrada o salida de la empresas a directivos, trabajadores que cumplan los servicios mínimos o que no secunde la huelga, así como «obstaculizar, insultar, amenazar o agredir» al personal que entre o salga del centro de trabajo o al de seguridad de las instalaciones.
Así mismo, el Departamento de Interior considerará contrario al derecho de huelga la invasión de locales de uso público -comercios y locales de hostelería- si obstaculizan «de manera coactiva» sus actividades, así como causar daños en instalaciones y vehículos, tanto públicos como privados.
El viceconsejero de Seguridad delimita en su mensaje la actuación de los piquetes informativos, principal instrumento de los sindicatos para extender la huelga en las primeras horas de la jornada, y dice que podrán «conformarse a modo de reunión, concentración o manifestación». Y aunque admite que puedan generar una «inevitable y proporcionada alteración del orden» en lugares de tránsito público, no podrán «alcanzar en ningún momento caracteres de coacción a terceros», mientras que su cometido deberá limitarse a la «información no violenta».
Apoyo de partidos
La huelga general recibió ayer el respaldo de la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, que la consideran «plenamente justificada».
En un acto informativo, animaron a los ciudadanos a «salir a la calle» y a movilizarse por sus derechos y denunciaron el «retroceso» social y laboral que suponen medidas como el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, que es uno de los puntos centrales de la convocatoria de la huelga general.
Pello Urizar, por parte de EA, y Amaia Agirresarobe, de Alternatiba, denunciaron que «la ciudadanía vasca padece la imposición de un marco estatal de decisión y de diálogo social» y que en este proceso de recortes sociales se está produciendo una «agresión frontal» a la soberanía vasca y la negación de un marco propio de relaciones laborales.
Por otro lado, miembros del sindicato abertzale LAB ocuparon ayer de forma pacífica las oficinas centrales de los bancos Santander, en Bilbao; del BBVA, en Vitoria, y del Guipuzcoano, en San Sebastián, dentro de su campaña de rechazo de la reforma. En sus protestas lanzaron octavillas y corearon consignas contra la prolongación de la vida laboral y la privatización del sistema de pensiones.
Recuerda que el derecho de huelga no «ampara insultos, barricadas, amenazas» y otras presiones
26.01.11 - 03:12 - J. L. G. | BILBAO.
SERVICIOS MÍNIMOS
Transporte público. Prestará al menos el 30% de las frecuencias ordinarias, en especial en horarios de entrada y salida del trabajo.
Hospitales. Personal habitual correspondiente a un día festivo, pudiéndose dar altas médicas. Se mantendrán los procesos de diálisis y tratamientos oncológicos.
Atención primaria. Deberá estar presente el 20% del personal de cada categoría y el 100% para los servicios de emergencia.
Enseñanza. Se garantiza en los centros educativos la presencia del equipo directivo.
EITB. Los servicios mínimos afectarán a la emisión de los informativos.
Interior. Cien por cien para los escoltas y personal de seguridad privado de protección de personas.
El ejercicio del derecho de huelga «no ampara insultos, retenciones, barricadas, daños materiales, amenazas, golpes, desobediencias a la autoridad ni coacciones a persona alguna» y, en caso de producirse durante el paro general de mañana, convocado por los sindicatos nacionalistas ELA y LAB y otras centrales y organizaciones, la Ertzaintza actuará en consecuencia. Así se lo recuerda el viceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, en una carta remitida ayer a los promotores de la protesta a la que ha tenido acceso este diario.
En la misiva se recuerda que las manifestaciones, concentraciones y actuaciones de piquetes serán controladas por efectivos uniformados de la Policía autónoma, y se advierte de que se considerarán «conductas ajenas al ejercicio del derecho de huelga» acciones como impedir la entrada o salida de la empresas a directivos, trabajadores que cumplan los servicios mínimos o que no secunde la huelga, así como «obstaculizar, insultar, amenazar o agredir» al personal que entre o salga del centro de trabajo o al de seguridad de las instalaciones.
Así mismo, el Departamento de Interior considerará contrario al derecho de huelga la invasión de locales de uso público -comercios y locales de hostelería- si obstaculizan «de manera coactiva» sus actividades, así como causar daños en instalaciones y vehículos, tanto públicos como privados.
El viceconsejero de Seguridad delimita en su mensaje la actuación de los piquetes informativos, principal instrumento de los sindicatos para extender la huelga en las primeras horas de la jornada, y dice que podrán «conformarse a modo de reunión, concentración o manifestación». Y aunque admite que puedan generar una «inevitable y proporcionada alteración del orden» en lugares de tránsito público, no podrán «alcanzar en ningún momento caracteres de coacción a terceros», mientras que su cometido deberá limitarse a la «información no violenta».
Apoyo de partidos
La huelga general recibió ayer el respaldo de la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, que la consideran «plenamente justificada».
En un acto informativo, animaron a los ciudadanos a «salir a la calle» y a movilizarse por sus derechos y denunciaron el «retroceso» social y laboral que suponen medidas como el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, que es uno de los puntos centrales de la convocatoria de la huelga general.
Pello Urizar, por parte de EA, y Amaia Agirresarobe, de Alternatiba, denunciaron que «la ciudadanía vasca padece la imposición de un marco estatal de decisión y de diálogo social» y que en este proceso de recortes sociales se está produciendo una «agresión frontal» a la soberanía vasca y la negación de un marco propio de relaciones laborales.
Por otro lado, miembros del sindicato abertzale LAB ocuparon ayer de forma pacífica las oficinas centrales de los bancos Santander, en Bilbao; del BBVA, en Vitoria, y del Guipuzcoano, en San Sebastián, dentro de su campaña de rechazo de la reforma. En sus protestas lanzaron octavillas y corearon consignas contra la prolongación de la vida laboral y la privatización del sistema de pensiones.