Seis horas robando en Mercabilbao
Un único vigilante patrullaba las trece hectáreas del recinto mientras los cacos se llevaban miles de euros el domingo
La seguridad hizo aguas en Mercabilbao. El robo más espectacular que se recuerda en el centro de distribución dejó en evidencia el pasado domingo un sistema de vigilancia que va a ser revisado para eliminar sus deficiencias. «Algo ha fallado», reconocieron ayer los gestores del recinto, tras confirmar que cuatro encapuchados cargados con una rotaflex y un hacha -que se dejaron olvidada tras culminar la operación- camparon a sus anchas durante seis horas sin que se activase ninguna alarma. «Reventaron» tres cajas fuertes, lograron un botín de miles de euros y, por ahora, son 18 las empresas que han denunciado el allanamiento de sus instalaciones.
Al conocer que un único vigilante era el responsable de patrullar las trece hectáreas del mercado de abastos aquella noche -otro se dedicaba en exclusiva a visualizar las imágenes que trasmitían una decena de cámaras-, los minoristas han anunciado que van a solicitar al consejo de administración, liderado por el Ayuntamiento de Bilbao, que amplíe los protocolos de vigilancia. «Los ladrones pueden entrar aquí por donde quieran y alguien ya les ha enseñado el camino», advierten los comerciantes.
Ocurrió en la madrugada del sábado al domingo, el único día que el mercado cierra. El centro de distribución de alimentos, ubicado en las afueras de Basauri, fue asaltado y nadie se explica aún cómo se las apañaron los cacos para utilizar una radial en plena noche sin llamar la atención. «No hay agujeros en el perímetro, saber cómo entraron es una incógnita, pero lo que está claro es que eran auténticos profesionales», explicaba ayer Aitor Argote, gerente de Mercabilbao. Menos dudas presentaban algunos de los vendedores afectados por el hurto. «Aquí la gente entra tranquilamente saltando la tapia que separa Mercabilbao del paseo de la ría, tiene una altura de tres metros. Aunque, la verdad, tampoco te piden demasiadas explicaciones si entras por la puerta», lamentaba uno de ellos.
Las quejas van más allá. Al parecer, el nuevo sistema que obliga a los vigilantes de seguridad a hacer un recorrido concreto en cada ronda 'fichando' en puntos concretos mantiene a los profesionales «más preocupados por cumplir los horarios exigidos que por vigilar», aseguran algunos minoristas, que, en todo caso, descargan de culpa a la plantilla de guardias. «Son 15 repartidos en cinco turnos y no están para interceptar ladrones; si hay que pedir responsabilidades es al consejo de administración, que es el que nos cobra el alquiler», precisan. «Habrá que analizar si hubo negligencias o si tenemos que mejorar los sistemas de seguridad pero hasta que no tengamos acceso a los informes de la Ertzaintza no sabremos nada», respondía Argote.
«Los 'chorizos', a la cárcel»
A la espera, las sombras que rodean el robo de Mercabilbao se centran especialmente en saber cómo evitaron los cacos la seguridad. Una de las hipótesis policiales que cobra mayor fuerza señala que, mientras tres de los ladrones 'fileteaban' cajas de caudales, otro vigilaba al guardia para saber continuamente su ubicación. Sobre el ruido que debieron provocar, no hay acuerdo. «Con la A-8 pasando por aquí al lado y los motores refrigerantes sonando sin parar es normal que nadie se enterara», excusa Argote. «Una rotaflex en un pabellón vacío crea eco. Hace unas semanas saltó la alarma de mi negocio y nadie se enteró por aquí...», denuncia otro minorista.
Mientras la Policía trabaja para aclarar el caso, Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao y presidente del mercado de abastos, pidió ayer cautela y ofreció la ayuda municipal a los afectados. «Espero que cojan a los ladrones y si les meten en la cárcel, mejor, que es lo que tienen que hacer con los 'chorizos' en este país», proclamó.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/201125/vizcaya/
Los vendedores aseguran que acceder al recinto no resulta demasiado complicado. :: MITXEL ATRIO |
La seguridad hizo aguas en Mercabilbao. El robo más espectacular que se recuerda en el centro de distribución dejó en evidencia el pasado domingo un sistema de vigilancia que va a ser revisado para eliminar sus deficiencias. «Algo ha fallado», reconocieron ayer los gestores del recinto, tras confirmar que cuatro encapuchados cargados con una rotaflex y un hacha -que se dejaron olvidada tras culminar la operación- camparon a sus anchas durante seis horas sin que se activase ninguna alarma. «Reventaron» tres cajas fuertes, lograron un botín de miles de euros y, por ahora, son 18 las empresas que han denunciado el allanamiento de sus instalaciones.
Al conocer que un único vigilante era el responsable de patrullar las trece hectáreas del mercado de abastos aquella noche -otro se dedicaba en exclusiva a visualizar las imágenes que trasmitían una decena de cámaras-, los minoristas han anunciado que van a solicitar al consejo de administración, liderado por el Ayuntamiento de Bilbao, que amplíe los protocolos de vigilancia. «Los ladrones pueden entrar aquí por donde quieran y alguien ya les ha enseñado el camino», advierten los comerciantes.
Ocurrió en la madrugada del sábado al domingo, el único día que el mercado cierra. El centro de distribución de alimentos, ubicado en las afueras de Basauri, fue asaltado y nadie se explica aún cómo se las apañaron los cacos para utilizar una radial en plena noche sin llamar la atención. «No hay agujeros en el perímetro, saber cómo entraron es una incógnita, pero lo que está claro es que eran auténticos profesionales», explicaba ayer Aitor Argote, gerente de Mercabilbao. Menos dudas presentaban algunos de los vendedores afectados por el hurto. «Aquí la gente entra tranquilamente saltando la tapia que separa Mercabilbao del paseo de la ría, tiene una altura de tres metros. Aunque, la verdad, tampoco te piden demasiadas explicaciones si entras por la puerta», lamentaba uno de ellos.
Las quejas van más allá. Al parecer, el nuevo sistema que obliga a los vigilantes de seguridad a hacer un recorrido concreto en cada ronda 'fichando' en puntos concretos mantiene a los profesionales «más preocupados por cumplir los horarios exigidos que por vigilar», aseguran algunos minoristas, que, en todo caso, descargan de culpa a la plantilla de guardias. «Son 15 repartidos en cinco turnos y no están para interceptar ladrones; si hay que pedir responsabilidades es al consejo de administración, que es el que nos cobra el alquiler», precisan. «Habrá que analizar si hubo negligencias o si tenemos que mejorar los sistemas de seguridad pero hasta que no tengamos acceso a los informes de la Ertzaintza no sabremos nada», respondía Argote.
«Los 'chorizos', a la cárcel»
A la espera, las sombras que rodean el robo de Mercabilbao se centran especialmente en saber cómo evitaron los cacos la seguridad. Una de las hipótesis policiales que cobra mayor fuerza señala que, mientras tres de los ladrones 'fileteaban' cajas de caudales, otro vigilaba al guardia para saber continuamente su ubicación. Sobre el ruido que debieron provocar, no hay acuerdo. «Con la A-8 pasando por aquí al lado y los motores refrigerantes sonando sin parar es normal que nadie se enterara», excusa Argote. «Una rotaflex en un pabellón vacío crea eco. Hace unas semanas saltó la alarma de mi negocio y nadie se enteró por aquí...», denuncia otro minorista.
Mientras la Policía trabaja para aclarar el caso, Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao y presidente del mercado de abastos, pidió ayer cautela y ofreció la ayuda municipal a los afectados. «Espero que cojan a los ladrones y si les meten en la cárcel, mejor, que es lo que tienen que hacer con los 'chorizos' en este país», proclamó.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/201125/vizcaya/