en el hospital don benito-villanueva
Familiares de un fallecido paralizan con su actitud violenta las urgencias del Hospital
Éstos reaccionaron de forma agresiva contra los profesionales sanitarios al conocer la luctuosa noticia
El servicio de urgencias del Hospital Don Benito-Villanueva fue un auténtico 'polvorín' el pasado 1 de enero, del que tardarán en olvidarse tanto los profesionales sanitarios como los pacientes que se encontraban allí ese día. Todos comprobaron como la actitud agresiva de algunos familiares de una víctima en accidente de tráfico paralizó la actividad normal del servicio.
Los hechos tuvieron su origen en un accidente de tráfico ocurrido esa misma tarde del primer día del año en la carretera EX-354, que dejó el balance de un fallecido. Éste fue trasladado en un coche particular hasta el centro sanitario, sin embargo "ya ingresó cadáver" en el hospital y no murió en el centro sanitario, como ha querido puntualizar la propia Gerencia del Área de Salud Don Benito-Villanueva. Así, de hecho, lo pudieron comprobar los profesionales sanitarios que se encontraban de guardia.
Fue en el momento de dar la luctuosa noticia a la familia, cuando se desencadenaron los hechos, pues los familiares del fallecido se abalanzaron hacia el médico que les informó del fallecimiento, llegándolo incluso a agredir físicamente. Una actitud que supuso una alteración de la actividad del servicio, como señala la Gerencia del Área Don Benito-Villanueva: "Las circunstancias que rodearon dicho suceso en el servicio de urgencias, con la actitud marcadamente violenta y agresiva hacia los profesionales sanitarios e instalaciones del centro hospitalario por parte de personas que acompañaban al cadáver, supusieron una importante alteración de la actividad del servicio, con las consiguientes molestias para los usuarios que estaban siendo atendidos, o se encontraban en espera de serlo en esos momentos, y la frustración e impotencia de los profesionales ante dicho comportamiento incívico".
Estos hechos provocaron que el servicio de urgencias se paralizara por el espacio de más de una hora. Una situación que se apaciguó con la llegada de numerosos efectivos tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, que tuvieron que calmar los ánimos. Viendo la situación, algunos pacientes que estaban en la sala de espera para ser atendidos decidieron marcharse.
http://www.hoy.es/
Familiares de un fallecido paralizan con su actitud violenta las urgencias del Hospital
Éstos reaccionaron de forma agresiva contra los profesionales sanitarios al conocer la luctuosa noticia
El servicio de urgencias del Hospital Don Benito-Villanueva fue un auténtico 'polvorín' el pasado 1 de enero, del que tardarán en olvidarse tanto los profesionales sanitarios como los pacientes que se encontraban allí ese día. Todos comprobaron como la actitud agresiva de algunos familiares de una víctima en accidente de tráfico paralizó la actividad normal del servicio.
Los hechos tuvieron su origen en un accidente de tráfico ocurrido esa misma tarde del primer día del año en la carretera EX-354, que dejó el balance de un fallecido. Éste fue trasladado en un coche particular hasta el centro sanitario, sin embargo "ya ingresó cadáver" en el hospital y no murió en el centro sanitario, como ha querido puntualizar la propia Gerencia del Área de Salud Don Benito-Villanueva. Así, de hecho, lo pudieron comprobar los profesionales sanitarios que se encontraban de guardia.
Fue en el momento de dar la luctuosa noticia a la familia, cuando se desencadenaron los hechos, pues los familiares del fallecido se abalanzaron hacia el médico que les informó del fallecimiento, llegándolo incluso a agredir físicamente. Una actitud que supuso una alteración de la actividad del servicio, como señala la Gerencia del Área Don Benito-Villanueva: "Las circunstancias que rodearon dicho suceso en el servicio de urgencias, con la actitud marcadamente violenta y agresiva hacia los profesionales sanitarios e instalaciones del centro hospitalario por parte de personas que acompañaban al cadáver, supusieron una importante alteración de la actividad del servicio, con las consiguientes molestias para los usuarios que estaban siendo atendidos, o se encontraban en espera de serlo en esos momentos, y la frustración e impotencia de los profesionales ante dicho comportamiento incívico".
Estos hechos provocaron que el servicio de urgencias se paralizara por el espacio de más de una hora. Una situación que se apaciguó con la llegada de numerosos efectivos tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, que tuvieron que calmar los ánimos. Viendo la situación, algunos pacientes que estaban en la sala de espera para ser atendidos decidieron marcharse.
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