Agredidos dos vigilantes de seguridad en el hospital
Dos vigilantes de seguridad del Hospital de Jerez fueron agredidos la noche del miércoles tras intentar mediar en un “altercado” entre un paciente y su madre, según relató ayer personal del centro hospitalario. Los hechos ocurrieron sobre las 23.15 horas, cuando un enfrentamiento familiar desembocó en una pelea que los vigilantes intentaron sofocar. Estos ya han presentado denuncias en Comisaria, tras recurrirse al protocolo habitual ante este tipo de casos.
Cabe recordar, que el Hospital de Jerez activó hace escasos días el Plan de Prevención de las Agresiones del SAS, que incluye asistencia sanitaria y jurídica, así como apoyo psicológico, ante un episodio de violencia sufrido la noche del lunes día 3 por un médico del servicio de Urgencias. El médico afectado cursó la correspondiente denuncia contra el agresor.
La agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial viene siendo considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión.
http://www.andaluciainformacion.es/
Dos vigilantes de seguridad del Hospital de Jerez fueron agredidos la noche del miércoles tras intentar mediar en un “altercado” entre un paciente y su madre, según relató ayer personal del centro hospitalario. Los hechos ocurrieron sobre las 23.15 horas, cuando un enfrentamiento familiar desembocó en una pelea que los vigilantes intentaron sofocar. Estos ya han presentado denuncias en Comisaria, tras recurrirse al protocolo habitual ante este tipo de casos.
Cabe recordar, que el Hospital de Jerez activó hace escasos días el Plan de Prevención de las Agresiones del SAS, que incluye asistencia sanitaria y jurídica, así como apoyo psicológico, ante un episodio de violencia sufrido la noche del lunes día 3 por un médico del servicio de Urgencias. El médico afectado cursó la correspondiente denuncia contra el agresor.
La agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial viene siendo considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión.
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