La Junta andaluza paga con otros 5.000 euros la segunda inseminación a una etarra
07:36 (11-11-2010) | 139
Nerea Bengoa, miembro del 'comando Barcelona', ya fue sometida a un tratamiento de fecundación in vitro en septiembre. Su novio, Fernando García Jodrá, está condenado por cuatro asesinatos.
El etarra Fernando García Jodrá, pareja de Bengoa, en la Audiencia Nacional
Mari Luz Alonso y Alberto Lardiés. Madrid
Más de 10.000 euros de las arcas públicas se han dedicado ya a intentar inseminar a la etarra Nerea Bengoa, después de que el Ministerio del Interior, a través de Instituciones Penitenciarias, le diera el permiso para recibir el tratamiento de fecundación in vitro en el mes de mayo.
En septiembre se produjo el primer intento, que resultó fallido, y ahora el Servicio Andaluz de Salud ha vuelto a dedicar sus esfuerzos a fecundar a Bengoa, miembro del comando Barcelona, un grupo de asesinos que sembró el terror en la Ciudad Condal después de que ETA anunciase a finales de 1999 el final de su tregua-trampa de entonces.
La etarra, que es incapaz de concebir un hijo con su pareja, el también terrorista Fernando García Jodrá, igualmente en prisión, está recibiendo de nuevo tratamiento para quedarse embarazada. Para lograrlo, se le está practicando la inseminación in vitro, un procedimiento que ya le ha permitido salir de prisión en, al menos, tres ocasiones en las dos últimas semanas. En ese tiempo ha sido sometida a un proceso de estimulación hormonal que la ha obligado a acudir periódicamente a unas revisiones en el Hospital público Reina Sofía de Córdoba.
Al parecer, Nerea Bengoa ha vuelto a visitar el centro médico esta semana para ser sometida, en esta ocasión, a una punción ovárica que consiste en una extracción de los óvulos que tres días más tarde serán fecundados. Esa intervención no requiere la hospitalización de la paciente, que en unas horas puede dejar el hospital. La punción ovárica se realiza a través de una intervención quirúrgica de unos 15 minutos.
Cada una de las salidas de prisión de la etarra supone un coste para las arcas públicas y un fuerte despliegue de seguridad. Como mínimo, suelen acompañar a Bengoa tres furgonetas policiales. Funcionarios de prisiones aseguran a LA GACETA que el trato que recibe la etarra es perfecto, incluso mejor que el de otras reclusas.
La terrorista está en el último tramo de edad en el que los médicos realizan este tratamiento. Según las fuentes consultadas, en cuanto cumpla 40 años, Nerea Bengoa no podrá seguir recibiendo el tratamiento en la sanidad pública. Existe un protocolo, firmado por todas las comunidades autónomas, por el que los servicios de salud regionales establecen como edad límite para la fecundación in vitro los 40 años de edad, pues las posibilidades de que el proceso finalice con éxito son mínimas.
De momento, la Administración andaluza ya ha invertido como mínimo 5.000 euros por cada intento de fecundación de la etarra y, si esta nueva punción no funciona, la Junta de Andalucía tendrá que volver a gastar casi un millón de las antiguas pesetas en el tratamiento de Bengoa.
Historial asesino
“Hoy hemos sido juzgados por la muerte de Lluch, el ministro de los GAL..., nosotros no olvidamos ni olvidaremos que Ernest Lluch fue un miembro del Estado de los GAL. Gora ETA”. Este cúmulo de barbaridades fue pronunciado en la Audiencia Nacional en 2002 por Fernando García Jodrá, novio de la etarra ahora inseminada.Fue pronunciado durante el juicio en que García Jodrá y dos de sus compañeros de atrocidades, José Ignacio Cruchaga Elezcano y Lieni Armendáriz, fueron condenados a 33 años de prisión por el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch.
Tras la ruptura de la tregua de 1999, la banda terrorista desató una ola de atentados en toda España, pero con especial énfasis en Cataluña. Allí, el comando Barcelona, formado por los tres asesinos citados y por la colaboradora Bengoa, entre otros, perpetró cuatro crímenes. El del ex ministro socialista fue el más conocido. Pero los terroristas también asesinaron a los concejales del PP Francisco Cano y José Luis Ruiz Casado, así como al guardia urbano Juan Miguel Gervilla.
El primer crimen cometido por este grupo de asesinos fue el de José Luis Ruiz Casado, el 21 de septiembre de 2000. García Jodrá disparó a la cara del concejal del PP en San Adrián de Besós. La víctima cayó al suelo y el etarra disparó otra vez a la cabeza. Similar modus operandi usaron los etarras para matar a Lluch el 21 de noviembre de ese año. El 14 de diciembre, García Jodrá, el hombre que ahora recibe ayuda para ser padre, colocó una bomba en el coche de Francisco Cano Consuegra, concejal del PP en Viladecans.
El artefacto explotó y el edil murió en el hospital. Seis días después, mataron al guardia urbano Juan Miguel Gervilla. Los etarras querían matar al periodista Luis del Olmo, pero el agente les descubrió. Tras forcejear con él, García Jodrá y Cruchaga le dispararon dos veces en la cabeza.
07:36 (11-11-2010) | 139
Nerea Bengoa, miembro del 'comando Barcelona', ya fue sometida a un tratamiento de fecundación in vitro en septiembre. Su novio, Fernando García Jodrá, está condenado por cuatro asesinatos.
El etarra Fernando García Jodrá, pareja de Bengoa, en la Audiencia Nacional
Mari Luz Alonso y Alberto Lardiés. Madrid
Más de 10.000 euros de las arcas públicas se han dedicado ya a intentar inseminar a la etarra Nerea Bengoa, después de que el Ministerio del Interior, a través de Instituciones Penitenciarias, le diera el permiso para recibir el tratamiento de fecundación in vitro en el mes de mayo.
En septiembre se produjo el primer intento, que resultó fallido, y ahora el Servicio Andaluz de Salud ha vuelto a dedicar sus esfuerzos a fecundar a Bengoa, miembro del comando Barcelona, un grupo de asesinos que sembró el terror en la Ciudad Condal después de que ETA anunciase a finales de 1999 el final de su tregua-trampa de entonces.
La etarra, que es incapaz de concebir un hijo con su pareja, el también terrorista Fernando García Jodrá, igualmente en prisión, está recibiendo de nuevo tratamiento para quedarse embarazada. Para lograrlo, se le está practicando la inseminación in vitro, un procedimiento que ya le ha permitido salir de prisión en, al menos, tres ocasiones en las dos últimas semanas. En ese tiempo ha sido sometida a un proceso de estimulación hormonal que la ha obligado a acudir periódicamente a unas revisiones en el Hospital público Reina Sofía de Córdoba.
Al parecer, Nerea Bengoa ha vuelto a visitar el centro médico esta semana para ser sometida, en esta ocasión, a una punción ovárica que consiste en una extracción de los óvulos que tres días más tarde serán fecundados. Esa intervención no requiere la hospitalización de la paciente, que en unas horas puede dejar el hospital. La punción ovárica se realiza a través de una intervención quirúrgica de unos 15 minutos.
Cada una de las salidas de prisión de la etarra supone un coste para las arcas públicas y un fuerte despliegue de seguridad. Como mínimo, suelen acompañar a Bengoa tres furgonetas policiales. Funcionarios de prisiones aseguran a LA GACETA que el trato que recibe la etarra es perfecto, incluso mejor que el de otras reclusas.
La terrorista está en el último tramo de edad en el que los médicos realizan este tratamiento. Según las fuentes consultadas, en cuanto cumpla 40 años, Nerea Bengoa no podrá seguir recibiendo el tratamiento en la sanidad pública. Existe un protocolo, firmado por todas las comunidades autónomas, por el que los servicios de salud regionales establecen como edad límite para la fecundación in vitro los 40 años de edad, pues las posibilidades de que el proceso finalice con éxito son mínimas.
De momento, la Administración andaluza ya ha invertido como mínimo 5.000 euros por cada intento de fecundación de la etarra y, si esta nueva punción no funciona, la Junta de Andalucía tendrá que volver a gastar casi un millón de las antiguas pesetas en el tratamiento de Bengoa.
Historial asesino
“Hoy hemos sido juzgados por la muerte de Lluch, el ministro de los GAL..., nosotros no olvidamos ni olvidaremos que Ernest Lluch fue un miembro del Estado de los GAL. Gora ETA”. Este cúmulo de barbaridades fue pronunciado en la Audiencia Nacional en 2002 por Fernando García Jodrá, novio de la etarra ahora inseminada.Fue pronunciado durante el juicio en que García Jodrá y dos de sus compañeros de atrocidades, José Ignacio Cruchaga Elezcano y Lieni Armendáriz, fueron condenados a 33 años de prisión por el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch.
Tras la ruptura de la tregua de 1999, la banda terrorista desató una ola de atentados en toda España, pero con especial énfasis en Cataluña. Allí, el comando Barcelona, formado por los tres asesinos citados y por la colaboradora Bengoa, entre otros, perpetró cuatro crímenes. El del ex ministro socialista fue el más conocido. Pero los terroristas también asesinaron a los concejales del PP Francisco Cano y José Luis Ruiz Casado, así como al guardia urbano Juan Miguel Gervilla.
El primer crimen cometido por este grupo de asesinos fue el de José Luis Ruiz Casado, el 21 de septiembre de 2000. García Jodrá disparó a la cara del concejal del PP en San Adrián de Besós. La víctima cayó al suelo y el etarra disparó otra vez a la cabeza. Similar modus operandi usaron los etarras para matar a Lluch el 21 de noviembre de ese año. El 14 de diciembre, García Jodrá, el hombre que ahora recibe ayuda para ser padre, colocó una bomba en el coche de Francisco Cano Consuegra, concejal del PP en Viladecans.
El artefacto explotó y el edil murió en el hospital. Seis días después, mataron al guardia urbano Juan Miguel Gervilla. Los etarras querían matar al periodista Luis del Olmo, pero el agente les descubrió. Tras forcejear con él, García Jodrá y Cruchaga le dispararon dos veces en la cabeza.