Me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados [...] Tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".
Es difícil creer a Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 2 de octubre de 1936) cuando dice que a él lo que le gusta es "pasar inadvertido", máxime si se tiene en cuenta que se ha metido en numerosos problemas a causa de su verborrea. El último, el polémico episodio narrado en su último libro donde cuenta cómo mantuvo sexo con dos menores japonesas de 13 años en 1967.
El escritor, presentador y filólogo ha pedido disculpas y se ha excusado en que la edad no era más que una licencia poética para dar "pimienta" a su obra. No es una situación nueva; el conductor de Las Noches blancas ya se ha visto obligado a recular numerosas veces después de que la opinión pública se le echara encima tras sus declaraciones.
Sánchez Dragó no rehuye ningún tema: tan pronto defiende las drogas, como ataca el tabaco, critica el deporte, ensalza los toros o cuenta sin pudor que es muy activo sexualmente. No en vano, tiene tres hijos de tres mujeres distintas, presume de ser amigo de Federico Jiménez Losantos ("es periodista gracias a mí", dice sobre el locutor de radio) y se erige como adalid de la "teledignidad frente a la telebasura".