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Detenido el dueño de una cadena de pizzerías por contratar ilegalmente a sus empleados en Madrid
Los trabajadores son inmigrantes en situación ilegal en España sin contrato laboral ni alta en la Seguridad Social.- Cobraban cuatro euros por hora
EFE - Madrid - 25/10/2010
La Policía Nacional ha detenido al dueño de una cadena de pizzerías por contratar ilegalmente a siete de sus empleados, inmigrantes en situación ilegal en España que trabajaban sin documentación, contrato laboral ni alta en la Seguridad Social, y cobraban únicamente cuatro euros por hora. Carecían de cualquier tipo de seguro que cubriese posibles accidentes laborales y eran amenazados con el despido en caso de que se negaran a aceptar las condiciones impuestas por su jefe. El arrestado es A. B., de 72 años, y está acusado de un un delito contra los derechos de los trabajadores por contratar mano de obra ilegal en los cuatro locales que regentaba en la capital.
Además, los agentes comprobaron que eran explotados laboralmente, ya que percibían únicamente cuatro euros a la hora como salario, independientemente de su cargo. Los repartidores eran los únicos que percibían una remuneración mayor, ya que cobraban una bonificación de 0,97 céntimos de euro por cada reparto a domicilio realizado, motivo por el que realizaban las entregas a gran velocidad y sin respetar las señalizaciones de tráfico. Los repartidores debían utilizar su propia moto y pagar el combustible utilizado en los repartos.
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Detenido el dueño de una cadena de pizzerías por contratar ilegalmente a sus empleados en Madrid
Los trabajadores son inmigrantes en situación ilegal en España sin contrato laboral ni alta en la Seguridad Social.- Cobraban cuatro euros por hora
EFE - Madrid - 25/10/2010
La Policía Nacional ha detenido al dueño de una cadena de pizzerías por contratar ilegalmente a siete de sus empleados, inmigrantes en situación ilegal en España que trabajaban sin documentación, contrato laboral ni alta en la Seguridad Social, y cobraban únicamente cuatro euros por hora. Carecían de cualquier tipo de seguro que cubriese posibles accidentes laborales y eran amenazados con el despido en caso de que se negaran a aceptar las condiciones impuestas por su jefe. El arrestado es A. B., de 72 años, y está acusado de un un delito contra los derechos de los trabajadores por contratar mano de obra ilegal en los cuatro locales que regentaba en la capital.
Además, los agentes comprobaron que eran explotados laboralmente, ya que percibían únicamente cuatro euros a la hora como salario, independientemente de su cargo. Los repartidores eran los únicos que percibían una remuneración mayor, ya que cobraban una bonificación de 0,97 céntimos de euro por cada reparto a domicilio realizado, motivo por el que realizaban las entregas a gran velocidad y sin respetar las señalizaciones de tráfico. Los repartidores debían utilizar su propia moto y pagar el combustible utilizado en los repartos.
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