Índice
La localización de los dos presuntos autores de la sustracción de varios tubos de cobre del alumbrado público en la calles Real e Isabel II permitió a la Policía Local llegar al presunto comprador de la mercancía robada: un chatarrero de la ciudad, en cuyo almacén se intervinieron alrededor de 400 kilos de cobre de procedencia "incierta".
Los agentes imputan a los dos primeros, dos varones de 32 años de edad, sendos delitos de hurto y al tercero, un hombre de 41 años, uno de receptación.
La desarticulación del presunto punto de recepción y venta de cobre robado es el resultado de una investigación policial iniciada a raíz de la sustracción durante la madrugada del pasado 19 de octubre, de cinco tubos de cobre utilizados en la canalización del alumbrado público de distintas calles del casco histórico. Una mercancía que está valorada en 700 euros.
Fue la detallada información aportada por un testigo, recalcan fuentes de la Jefatura Local, la que permitió identificar a los presuntos autores del robo y tras las pertinentes pesquisas localizarlos en una casa abandonada situada cerca del Pabellón de Deportes.
En el interior de la vivienda se encontraron: mangueras de plástico sin cobre y de características similares al del cableado eléctrico subterráneo desaparecida recientemente en el campus universitario y en A Xunqueira, además de cables de cobre ya cortados con tres codos del mismo metal del tamaño y peculiaridades del robado en la obra pública de la calle Isabel II.
Cuarenta y ocho horas más tarde, agentes de la Policía Local se personaban en la chatarrería a la que los presuntos hurtadores habrían llevado a vender la mercancía robada.
En el almacén de chatarra los policías se encontraron trozos de los tubos de protección de cobre sustraídos en la obra de instalación de alumbrado público de Isabel II. Un material que tenía un peso aproximado de cinco kilos.
Una mirada más amplia al local les permitió, de acuerdo con el relato de hechos que hace la propia Policía, encontrar hasta 400 kilos de cobre en distinto estado: quemado, deshilado y con funda plástica.
El propietario de la chatarrería "no pudo dar una explicación coherente" sobre el origen del cobre que tenía en su local por lo que la Policía Local procedió a inventariar y precintar la mercancía para ponerla a disposición judicial en el momento procesal oportuno, ya que imputan al chatarrero un presunto delito de compra de material robado (receptación).
FUENTE: FARODEVIGO
Los agentes imputan a los dos primeros, dos varones de 32 años de edad, sendos delitos de hurto y al tercero, un hombre de 41 años, uno de receptación.
La desarticulación del presunto punto de recepción y venta de cobre robado es el resultado de una investigación policial iniciada a raíz de la sustracción durante la madrugada del pasado 19 de octubre, de cinco tubos de cobre utilizados en la canalización del alumbrado público de distintas calles del casco histórico. Una mercancía que está valorada en 700 euros.
Fue la detallada información aportada por un testigo, recalcan fuentes de la Jefatura Local, la que permitió identificar a los presuntos autores del robo y tras las pertinentes pesquisas localizarlos en una casa abandonada situada cerca del Pabellón de Deportes.
En el interior de la vivienda se encontraron: mangueras de plástico sin cobre y de características similares al del cableado eléctrico subterráneo desaparecida recientemente en el campus universitario y en A Xunqueira, además de cables de cobre ya cortados con tres codos del mismo metal del tamaño y peculiaridades del robado en la obra pública de la calle Isabel II.
Cuarenta y ocho horas más tarde, agentes de la Policía Local se personaban en la chatarrería a la que los presuntos hurtadores habrían llevado a vender la mercancía robada.
En el almacén de chatarra los policías se encontraron trozos de los tubos de protección de cobre sustraídos en la obra de instalación de alumbrado público de Isabel II. Un material que tenía un peso aproximado de cinco kilos.
Una mirada más amplia al local les permitió, de acuerdo con el relato de hechos que hace la propia Policía, encontrar hasta 400 kilos de cobre en distinto estado: quemado, deshilado y con funda plástica.
El propietario de la chatarrería "no pudo dar una explicación coherente" sobre el origen del cobre que tenía en su local por lo que la Policía Local procedió a inventariar y precintar la mercancía para ponerla a disposición judicial en el momento procesal oportuno, ya que imputan al chatarrero un presunto delito de compra de material robado (receptación).
FUENTE: FARODEVIGO
